
Estilos de aprendizaje y su relación con la resolución de problemas de física en el bachillerato.
Vélez Solórzano et al., 2024
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revista.bdlaciencia@utm.edu.ec
Vol. 9, Núm. 2 (59-72): Mayo - Agosto, 2024
Revista de la Facultad de Ciencias Básicas
ISSN 2588-0764
Bases de la Ciencia
DOI: 10.33936/revbasdelaciencia.v9i2.6878
Las investigaciones sobre los estilos de aprendizaje revelan que cada persona posee una manera única de procesar y asimilar
la información, inuenciada por su diversidad cognitiva, contexto familiar, cultural y formación inicial. Estos factores
determinan cómo los individuos aprenden y responden a su entorno. Por ello, se proponen métodos adaptados a cada
estilo de aprendizaje, con el objetivo de mejorar la adquisición de conocimientos, considerando siempre las particularidades
individuales en su forma de aprender (Gallego Gil & Nevot Luna, 2008, pp. 95-98).
La presente investigación tomará en cuenta el trabajo de Aldana (2017), quien utiliza los cuestionarios de Kolb para denir
los cuatro estilos cognitivos posibles en la población estudiada. Estos estilos son cruciales para facilitar la enseñanza de la
Física, ya que plantean estrategias para superar los obstáculos que dicultan el aprendizaje y ofrecen sugerencias para su
mejora.
El primer estilo, denominado activo, describe a personas que siempre están abiertas a nuevas experiencias y conocimientos,
mostrando entusiasmo hacia actividades novedosas. Se caracterizan por su constante actividad y perseverancia ante nuevos
desafíos, y su tendencia a trabajar en grupo, aprovechando las contribuciones de sus compañeros de aprendizaje. Sus principales
características son: animadores, improvisadores, descubridores, arriesgados y espontáneos (Vera, et al., 2024).
El segundo estilo, conocido como reexivo, incluye a personas que se destacan por su análisis meticuloso de las situaciones,
considerando diversas perspectivas antes de llegar a una conclusión prudente y objetiva. Suelen recopilar y examinar
información detalladamente, valorando los puntos de vista ajenos. Sus características principales son: ponderados,
concienzudos, receptivos, analíticos y exhaustivos (Cobos & Jaramillo, 2018).
El tercer estilo, denominado teórico, abarca a aquellos que abordan los problemas de manera lógica y estructurada, siguiendo
fases meticulosas que llevan a una solución concreta y racional. Rechazan la ambigüedad y se apoyan en ideas claras y
bien sintetizadas. Sus características principales son: metódicos, lógicos, objetivos, críticos y estructurados (Clavero,
2011)
Finalmente, el estilo pragmático se reere a personas que se centran en la aplicación práctica de sus ideas, buscando mejorar
lo aprendido o descubrir nuevas alternativas de solución de manera eciente y efectiva. Se denen por ser experimentadores,
prácticos, directos, ecaces y realistas (Laudadío & Da Dalt, 2014)
En resumen, los estilos aprendizaje descritos reejan diversas maneras de aprender que pueden enfocarse en el autoconoci-
miento de las habilidades individuales, promoviendo la competencia en la resolución de problemas (Aldana, 2017, p. 28).
Esta investigación no solo describe estos estilos, sino que también propone estrategias pedagógicas especícas para
cada uno. Por ejemplo, para los aprendices activos, se sugiere la inclusión de actividades dinámicas y colaborativas que
fomenten el intercambio de ideas y la experimentación. Para los reexivos, es recomendable implementar sesiones de
reexión y análisis crítico, donde puedan contemplar y discutir diferentes enfoques antes de tomar decisiones.
En el caso de los teóricos, se debería enfatizar en la organización de contenidos de manera lógica y estructurada, presentando
problemas que requieran un pensamiento analítico y la aplicación de teorías. Para los pragmáticos, es esencial ofrecer
oportunidades para la práctica y la aplicación directa de conceptos, promoviendo la resolución de problemas reales y la
innovación.
Además, la investigación subraya la importancia de la exibilidad en la enseñanza, reconociendo que los estudiantes pueden
mostrar características de más de un estilo de aprendizaje. Por lo tanto, los educadores deben estar preparados para adaptar
sus métodos y recursos para atender estas variaciones y maximizar el potencial de cada estudiante.
Comprender y aplicar los estilos de aprendizaje en el ámbito educativo no solo mejora la ecacia del proceso de enseñanza
aprendizaje, sino que también fomenta un entorno inclusivo y estimulante que valora y desarrolla las capacidades únicas
de cada individuo. Esto no solo facilita el aprendizaje de la Física, sino que también prepara a los estudiantes para enfren-
tar desafíos futuros con conanza y competencia.