Dr. C. Yendry Llorente Aguilera, Dr. C. Nelsy Perfecto Pérez Ponce de León
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No fue casual que ya en la década de los 50 del pasado siglo el tema de la creatividad se
abordara con énfasis (Guilford, 1950 citado por Llorente, 2016). Esto es una evidencia de la
necesidad de crear que se manifiesta en la postguerra y del papel que tuvo que jugar la
ciencia en la solución de los problemas socioeconómicos. Posteriormente florece esta
temática en Cuba cuando surge la Asociación Cubana de Creatividad Científico-Técnica en
(1993). En La Habana aparecen los proyectos Argos, Odisea, PRICREA y CREATEC, entre
otros. También se celebran el primer y segundo Simposio Iberoamericano de la inteligencia:
pensar y crear (citado por P. Mongeotti 2003).
En el segundo quinquenio de los noventa muchos proyectos particulares dejan de funcionar
y la dirección de las investigaciones es centrada institucionalmente; la Academia de Ciencias
mantiene a la creatividad entre sus líneas de investigación autorizadas. En el Instituto
Superior Pedagógico “E. J. Varona” se funda la “Cátedra especializada para el desarrollo de
la inteligencia, la Creatividad y el Talento” y, además, se impulsan las investigaciones de
maestrías y doctorados en función del perfeccionamiento del proceso pedagógico. Se celebra
el “VI Taller Internacional: Hacia la educación del siglo XXI. Educación y Creatividad” y el
evento internacional “Creatividad y Sociedad” en abril de 1998.
En la última década, a pesar del auge señalado los resultados de la mayoría de las
investigaciones son descriptivos y las conclusiones tienden a repetir los postulados
presentados sobre esta temática por autores anteriores como: Mednick 1972, Grinberg 1987,
Taylor 1987, Chibás 1993, Mitjáns 1995 y Del Prado 2010, entre otros (citados por Llorente
2016). Se produce un relativo estancamiento en la definición de creatividad, pues no se
producen saltos cualitativos en los órdenes de la esencia al definir este concepto. En
particular los investigadores llegan a la esencia por la vía de la abstracción. Los métodos de
diagnóstico sólo cambian, sutilmente sus denominaciones. Se hace necesaria una
integración pura y sistémica de los aportes teóricos que han hecho los investigadores. El
interés investigativo sobre la creatividad se ha mantenido por el Humanismo y el
Cognitivismo, en Psicología, y por el Constructivismo en Pedagogía.
2.1.1. Los enfoques para el estudio de la creatividad: y una caracterización.
Para definir a la creatividad se debe tener en cuenta que en la historia se han utilizado muchos
términos afines. Entre estas denominaciones encontramos: pensamiento creador,
imaginación creativa, talento e inventiva. Las diferentes definiciones son de un significativo
valor teórico por su aporte para la comprensión del objeto de estudio en cuestión.