
Revista Cognosis. Revista de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación ISSN 2588-0578
LA ORIENTACIÓN FAMILIAR Y EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD
Vol. V. Año 2020. Edición Especial (Parte C)
Las posibles causantes del déficit de atención e hiperactividad, está el ambiente
familiar en el que se desarrollan los niños, tales como los hogares
desestructurados y el entorno social o las relaciones conflictivas, una gran
mayoría de factores causales de este trastorno ha obtenido apoyo en
investigaciones, pues se sabe que se relacionan o tienen un efecto directo en el
desarrollo o funcionamiento del cerebro, aunque no se sabe a ciencia cierta
cómo ocurre. (Arango, Luis., 2014, pág. 78)
Se pudo conocer además que los niños con este tipo de trastornos los
adquieren de manera genética, o por factores ambientales como los patrones de
crianza e impedimentos por causas no genéticas de tipo neurológico, es así que
desde el punto de vista de este autor son muchas las causas a las que se les
puede atribuir este tipo de trastornos entre ellas están la genética, las
biológicas/fisiológicas, los factores ambientales, psicosociales mismas que
están complementadas por una serie de factores que conllevan a que los
infantes presenten este tipo de inconvenientes.
Entre los trastornos asociados se destacan los problemas de conducta, las
dificultades escolares, las dificultades de relación con los compañeros y con la
familia; también aparecen dificultades de adaptación y trastornos emocionales.
Los trastornos de conducta representan siempre un factor de agravamiento de
estos problemas, con más posibilidades de externalización de las conductas y
las dificultades emocionales. (Fernández Jaén A., 2014, pág. 56)
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños escolares y
adolescentes se presenta con frecuencia, de manera que resulta importante
considerar las diversas situaciones de riesgo y morbilidades asociadas, que
aumentan en proporción con la edad en que se establece el diagnóstico, y entre
las cuales se destacan las dificultades y los fracasos escolares, las conductas de
oposición, las dificultades en las relaciones interpersonales y con la familia, las
dificultades de adaptación y los trastornos emocionales.
El TDAH cumple un importante papel dentro del mercado médico, en el cual se
financian grandes investigaciones, sencillos métodos de diagnóstico, expertos
que educan sobre este tema y una extensa información en internet al alcance
de todos, lo cual crea una cultura de biomedicalización, realidad en donde el
niño con TDAH es concebido como un individuo con una discapacidad para el
aprendizaje o la sociabilidad. (De la Peña, M., 2015, págs. 95 - 100)
El tratamiento del TDAH es multimodal, eso quiere decir que las propuestas de
tratamiento son diferentes en función de las dificultades del niño y de cómo
afecte el trastorno a su vida cotidiana. Debe ser integral y cubrir muchas áreas
y consiste fundamentalmente en: Intervenciones psicológica, educativa (padres-
colegio) y farmacológica. Con la intervención psicológica se persigue ayudar a
los niños a madurar su capacidad de autocontrol, de atención y de
impulsividad cognitivo-comportamental usando procedimientos conductuales,
de autocontrol, auto instruccionales, pensamientos reflexivos, mejorar la
autoestima, etc.