
Revista Cognosis. Revista de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación ISSN 2588-0578
EL TRABAJO PREVENTIVO DE LA FAMILIA EN INTERACCIÓN CON LA INSTITUCIÓN
Vol. V. Año 2020. Edición Especial (Parte C)
La familia puede crecer más y lograr mejores relaciones sociales, basar su
quehacer en la preparación de sus hijos e hijas primeramente para ser buenos
ciudadanos con el constante desarrollo de valores, sentimientos y actitudes.
En la sociedad cubana convergen todas las condiciones para fortalecer de una
manera más participativa una educación familiar basada en la atención a la
diversidad, desde el trabajo preventivo, nuestro sistema lo propicia con las
acciones que emprende a diario en todos los ámbitos concernientes al
desarrollo social, tomando en cuenta y accionando también sobre esas
necesidades en su más variado espectro extrayendo de las minorías sus
potencialidades, aunque nos puedan parecer poco significativas, es por tanto
un proceso eminentemente interactivo.
En el contexto cubano, la familia ha atravesado por un escenario de rápidos y
profundos cambios, para los cuales, no siempre ha sido orientada y preparada
lo suficiente. Entre los problemas que se han estudiado con más atención
están, la comunicación, que genera dificultades en la convivencia familiar, la
transmisión y modificación de valores, la ocasional falta de claridad de sus
funciones y roles, las diferencias en los métodos educativos no acordes con la
etapa de desarrollo de los hijos, en muchos casos referido a falta de atención y
educación que constituye, entre otros, terrenos de investigación en los que
existen resultados interesantes.
Una familia es más funcional en la medida en que exista un equilibrio en el
cumplimiento de sus funciones y cuente con recursos para enfrentar los
cambios que se producen en el propio hijo desde el punto de vista psicológico,
así como en la sociedad, ella sigue siendo la comunidad fundamental de afecto
y refugio por excelencia del ser humano.
La familia está considerada una de las más importantes esferas de la vida
cotidiana. Ella demanda el cumplimiento de tareas y responsabilidades en
función del rol que se desempeña en su interior. Es un espacio libre a la
comunicación, que el hombre defiende y anhela, porque es un marco de
seguridad, contención de las dificultades y frustraciones que puedan surgir en
otras áreas, y de reconocimiento de los éxitos alcanzados por sus miembros.
La misma como objeto de investigación, no es una categoría abstracta sino
histórica, por esta razón se hace patente en nuestros días una preocupación
cada vez más creciente de investigar las interacciones entre familia y sociedad.
Por lo que en esta época se ha planteado como tarea social, la de influir sobre
la familia para que esta pueda ejercer exitosamente su labor educativa.
La influencia (positiva o negativa) que ejerce la familia en la educación de sus
miembros está condicionada entonces al cumplimiento de una serie de
funciones básicas, que abarcan los procesos materiales y espirituales que
ocurren en su interior. Estas funciones se definen como las actividades
diferenciadas realizadas por los miembros de la familia, que transcurren dentro
de ella y que se relacionan con: