
Revista Cognosis. Revista de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación ISSN 2588-0578
COMPORTAMIENTO DE FAMILIARES DE NIÑOS INGRESADOS EN EL SERVICIO DE PEDIATRÍA
Vol. V. Año 2020. Edición Especial (Parte C)
Respuestas emocionales de la familia
La familia responde a la enfermedad de una manera emocionalmente compleja.
Sus miembros pueden experimentar sentimientos de pena, impotencia,
agresividad, culpabilidad, ambivalencia (deseos de ayudar y, al mismo tiempo
sentirlo como una carga, o desear que se muera para que no sufra), injusticia,
temor al futuro. Como respuesta, los familiares pueden sufrir un derrumbe
psicológico (depresión, ansiedad) o físico (el cuidador puede enfermar), o el
abandono del enfermo. También se pueden desarrollar en la familia coaliciones
o exclusiones emocionales. Es frecuente encontrar cómo el cuidador primario
se dedica exclusivamente al cuidado del niño enfermo y no tiene en cuenta las
necesidades emocionales de los otros miembros de la familia (cónyuge, otros
hijos) lo que puede provocar un aumento del estrés y de la frustración, y una
falta de comunicación. (Graul, Claudia y Espada, María del Carmen, 2012).
En el caso de la enfermedad física infantil, el impacto sobre el sistema así
como, la influencia y dependencia de la unidad familiar es aún más destacable
si cabe. El papel de los padres en los cuidados pediátricos es fundamental. La
salud y el bienestar de los niños están inextricablemente unidos a las
circunstancias de salud físicas, emocionales y sociales, y a las prácticas de
crianza parental (American Academy of Pediatrics, 2003).
Estilos de afrontamiento familiar
El afrontamiento es un tipo de respuesta que se genera ante una situación
estresante, es decir son las herramientas y recursos que el individuo desarrolla
para manejar situaciones externas y/o internas que exceden los recursos del
individuo. El afrontamiento activo de una enfermedad se asocia a una
reducción en la tensión asociada a la patología. Por otra parte se ha
demostrado que el afrontamiento pasivo se traduce en un deterioro en la
calidad de vida, pues se asocia a un progreso acelerado de la enfermedad y a
un aumento en la tensión emocional. (Zapata, Acosta Estefany, 2017)
La familia desarrolla ciertas pautas o maneras relativamente estables de
relacionarse entre sí. El conjunto de relaciones interpersonales e intrafamiliares
también llamado funcionamiento familiar va a estar en la base del desarrollo
físico, intelectual, psicológico y espiritual de cada uno de sus miembros, va a
constituir el clima propicio para el equilibrio psíquico y un referente de
conductas éticas, morales y relacionales para sus integrantes. (Bernal, Louro,
Isabel, 2005).
La consideración de la orientación personal como proceso de ayuda dirigido a
favorecer el proceso de humanización del individuo, lleva consigo el
planteamiento de un tipo de intervención que vaya dirigido a ese grupo humano
que, formado por la individualidad de varias personas, conforman la
colectividad del grupo familiar. Así surge y se define la Orientación Familiar.
Toda intervención que se realice en el marco de la Orientación Familiar, tendrá,
sin lugar a duda, presentes, las necesidades que surjan en la particularidad de
casa grupo familiar y atenderá, siempre que sea posible, más a la prevención y