López F. (2020) afirma que la potencia- resistencia está ubicada en lo alto del
eje fuerza - resistencia (F – R), y que juega un papel importante de la fuerza en
los saltos con rebote en el baloncesto, bloqueo en el voleibol, salto para agarrar
la pelota en el fútbol australiano, en el rugby, o en un salto para pegarle a la
pelota en el fútbol. Todas estas acciones son típicas de movimientos donde la
potencia es dominante. Igual ocurre, para algunos gestos del tenis, el boxeo, la
lucha o las artes marciales. En todos estos casos, tales acciones se realizan en
reiteradas ocasiones en un mismo partido o en una competencia.
Potencia de caída y potencia reactiva: es de gran interés para varios deportes,
desde el patinaje a la gimnasia, y también para varios gestos en deportes de
equipos. La mayoría de los técnicos, entrenan a sus atletas solo en la parte del
despegue del salto, y no se preocupan en saber si ellos tienen la potencia para
realizar un aterrizaje o caída controlada y balanceada. (Garrigós, 2020)
Para ejecutar los saltos reactivos desde la posición de media cuclilla, se
requiere de una fuerza igual a 6 u 8 veces el propio peso del cuerpo; y desde
una plataforma de un metro, se requiere de una fuerza reactiva, de 8 a 10 veces
el propio peso corporal.
Potencia del lanzamiento: es la acción que se realiza en los eventos en los
cuales los atletas aplican una fuerza a un implemento, tal es el caso del tiro al
aro en el baloncesto. La velocidad de liberación está determinada por el grado
de la fuerza ejercida en el instante de la liberación. (Rodríguez Albuja, 2020).
Potencia de despegue: es un elemento crucial en todos los eventos en los cuales
el atleta intenta proyectar el cuerpo hacia el punto más alto, tanto para saltar
sobre una vara (salto de altura) o para saltar a buscar una pelota en lo alto
(rebote) o para golpear la misma (remate). Díaz-Aroca (2020). La altura de un
salto depende de la fuerza vertical del atleta que es aplicada contra el piso, en
función de vencer la fuerza de gravedad.
Granda Jácome, (2020) señala que la potencia de arranque o salida en muchos
deportes, desde la carrera de velocidad, hasta los deportes en equipos,
requieren de una alta velocidad para cubrir una distancia dada, en el menor
tiempo posible. Es factible lograrlo solamente, si al comienzo de la contracción
muscular, el atleta tiene la capacidad para generar un máximo de fuerza, en
función de crear una alta velocidad inicial. Una salida rápida, tanto al partir de
una posición inmóvil en la carrera de velocidad, como desde diferentes
posiciones en los deportes de equipos, depende del tiempo de reacción y de la
potencia que el atleta puede ejercer en ese instante.
Jaramillo Mantilla (2020) afirma que la potencia de desaceleración en los
deportes en que las dinámicas de juegos cambian tan abruptamente, mientras
que el atleta está corriendo muy rápido en una dirección, tal vez, velozmente
tenga que cambiar la dirección con la menor pérdida de velocidad, acelerando
en la dirección opuesta a la que traía. Si uno acepta que en función de acelerar
rápidamente se requiere un gran esfuerzo de potencia de las piernas y de los
hombros, lo mismo es cierto para la desaceleración, más adelante este autor