
Elena Marisol Zambrano Nevárez, Pedro Fabricio Molina García
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Universidad Técnica de Manabí. ECUADOR.
INTRODUCCIÓN
En el proceso de enseñanza aprendizaje se emplean una serie de métodos,
estrategias y actividades con la finalidad de instruir a los estudiantes y que
ellos a su vez adquieran las competencias educativas establecidas en la
planificación curricular y que son necesarias para su promoción académica;
Acusas (2017) indica que el proceso de enseñanza – aprendizaje es complejo,
pues se requiere de la interacción de varios componentes tales como técnicas,
métodos e instrumentos pedagógicos que al interrelacionarse positivamente
generan resultados satisfactorios, siendo los estudiantes los principales
beneficiarios.
Está en manos de los docentes establecer los componentes educativos que
mejor se ajusten a su grupo escolar, de tal forma que garantice una educación
sistemática, ordenada, propositiva y significativa, para ello es sustancial
comprender que cada estudiante es diferente a otro y su forma de aprender de
igual manera; sin embargo, es claro que no se puede establecer un esquema de
aprendizaje individual para cada uno, pero si se pueden proponer estilos de
aprendizaje que se ajusten a la mayoría y que potencien sus habilidades,
destrezas y que favorezcan el cumplimiento de los objetivos planteados.
González (2018) indica que los docentes deben planificar las actividades en
relación a las necesidades educativas y posteriormente evaluar los resultados, a
fin de confirmar la factibilidad del mismo.
Es sustancial, además, la participación de los estudiantes, quienes deben
esforzarse en alcanzar los objetivos curriculares y adquirir los conocimientos
instruidos por los docentes según Ros (2009) confirma que el triunfo académico
no se basa solo en la labor del docente, sino también en la participación activa
de los estudiantes, pues ningún método de enseñanza - aprendizaje será válido
sin el esfuerzo del educando; por tanto es fundamental el compromiso de los
dicentes por participar del proceso de aprendizaje.
Entre los métodos de aprendizaje dinámicos y motivadores que permiten a los
docentes guiar a los estudiantes hacia el conocimiento se ubica el aprendizaje
visual, pues es una alternativa viable que en los últimos años que ha tomado
mayor fuerza dentro del sistema escolar, para Merchán y Henao (2011) la
visualización de imágenes permite a las personas receptar mejor la información
e incluso mejorar la velocidad de aprendizaje. Esta afirmación es validada por
Ojeda et al. (2007), quien en su investigación, sustenta el aporte de los
elementos visuales en el alcance de los objetivos educativos, en donde los
alumnos aprenden relacionando imágenes con contenidos, infiriendo en un
aprendizaje significativo.
Entre los elementos más utilizados en los salones de clases esta la pizarra, la
cual permite visualmente captar la atención de los alumnos en el desarrollo de
los contenidos académicos; aquí los docentes plasman ideas, ejercicios,
teoremas para que los estudiantes retroalimenten a través del aprendizaje