
Amarilis Jacinta Matute Pita, Hipatia Meza Intriago, Patricia Santos Loor
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Universidad Técnica de Manabí. ECUADOR.
Actividades integrales: Abrir y cerrar tarros de tapa movible, hacer bastoncitos
de plastilina, hacer punta a un lápiz con un sacapuntas, borrar una línea recta,
pegar un recorte en el espacio correspondiente en una figura, con pegamento
líquido, recortar papel siguiendo el contorno de una silueta formada por líneas
rectas y curvas.
Movimientos de precisión: Agrupar platos pequeños de plástico, insertar en un
tablero bajorrelieve figuras geométricas (círculo, cuadrado triángulo, o una
figura correspondiente), ensartar en un orificio de aguja grande y pequeña hilo
y recortar libremente, líneas rectas, curvas, figuras sencillas.
Movimientos básicos: Manipular objetos con una sola mano, manipular objetos
con los dedos de una mano como palillos, recortes de papel, manipular de
manera adecuada objetos giratorios como matraca, teléfono, tuerca y tornillo,
colocar y extraer objetos.
Preescritura: Iluminar, tomar lápiz o crayón correctamente, garabatea en el
papel, trazo uniforme, contorno y rellenar, copiar líneas y figuras, trazar entre
líneas paralelas, remarcar líneas y figuras y unir puntos de figuras (lica, Ruiz y
González, 2010)
Tales acciones, sin duda son de gran aporte al detectar los diferentes tipos de
problemas psicomotrices que presentan los niños de primero de básica. Es
primordial indicar que una correcta formación desde el nivel inicial y continuar
en forma gradual hasta que el niño alcance su madurez con actividades
organizadas, favorece el desarrollo de estructuras físicas y mentales, tales
como; la capacidad para resolver problemas motores, el desarrollo del
pensamiento lógico, el lenguaje y aprendizajes en el campo de la escritura.
Aprendizaje de la escritura
La adquisición de la escritura en el niño se desarrolla en los primeros años de
vida a través de la interacción social, su proceso de alfabetización ocurre con la
adquisición de la lengua materna al interior de su grupo familiar, pero, su
aprendizaje formal se logra cuando accede a una institución educativa,
interiorizando su aprendizaje de manera natural mediante actividades
didácticas y juegos.
La escritura es un proceso mental complejo que implica el funcionamiento de
una serie de estrategias metacognitivas y habilidades cognitivas, que se da
lugar en un contexto social, cultural e histórico específico en el que se desea
comunicar alguna intención por parte de quien escribe, a través de signos
convencionales o códigos (Díaz y Price, 2012).
Es un poderoso instrumento del pensamiento, donde los que escriben aprenden
sobre sí mismos y sobre el entorno, comunicando a otros sus percepciones,
permitiendo a los niños preescolares iniciar la producción escrita en sintonía
con la adquisición de conocimientos sobre el mundo (Portilla y Teberosky,
2010) al tiempo que escribir confiere el poder de crecer como persona e influir
en la sociedad (Álvarez, 2010).