
Revista Cognosis. Revista de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación ISSN 2588-0578
Educación emocional: factor clave en el proceso educativo
Vol. VI. Año 2021. Edición Especial 4 (diciembre)
Desde que la humanidad existe, el ser humano dispone de centros emocionales,
los cuales surgieron a partir del tronco cerebral, la raíz más primitiva, tuvieron
que pasar años y años, para que el cerebro pensante evoluciones, por lo que se
considera que existe una relación muy cercana entre el pensamiento y el
sentimiento, puesto que el cerebro emocional existió mucho antes que el
racional y desempeña un papel fundamental en la arquitectura nerviosa al
dotar a los centros emocionales de un poder inmenso para influir en el
funcionamiento del cerebro, incluidos sus centros de pensamiento (Goleman,
2005) (Kolb & Wishaw, 2006) (Purves, y otros, 2001)
Las emociones están relacionadas con muchos aspectos del contexto de los
niños, siendo éstas un requisito para que exista una interrelación con los otros
niños, padres o docentes, donde se les permita realizar una especie de reflexión
sobre su proceso de conocimiento sobre el manejo de las emociones durante la
convivencia con los demás; siendo éstas de trascendental importancia para que
el niño o la niña comprenda la dinámica del conocimiento humano. (Salovey &
Mayer, 1990)
(García, 2017), en la investigación que realizó sobre educación emocional y su
incidencia en el proceso de aprendizaje, señala: Dentro del proceso educativo,
se ha tendido a privilegiar los aspectos cognitivos por encima de los
emocionales. Incluso para muchos estos dos aspectos deben ser considerados
por separado; sin embargo, esto no es conveniente si se pretende lograr el
desarrollo integral del educando.
Para hablar de educación de las emociones, se empezará primero aclarando que
las emociones provienen del latín mover, acompañado del prefijo “ex”, que
significa mover hacia afuera; según lo señalado por Bisquerra citado por
(Navarro, 2017), la emoción es un “estado complejo del organismo que se
caracteriza por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta
organizada, donde las emociones se generan habitualmente como respuesta a
un acontecimiento externo o interno”.
Los niños necesitan, en su desarrollo hacia la vida adulta, que se les
proporcionen recursos y estrategias para enfrentarse con las inevitables
experiencias que la vida les depara, en definitiva, se trata de capacitar a todas a
los niños a ser personas que en el futuro adopten comportamientos que tengan
presente los principios de prevención y desarrollo humano.
Entonces se puede decir que mediante la educación emocional el individuo
aprende a identificar y expresar emociones, sentimientos, trabajando la forma
de interactuar con los demás, siendo en este caso la convivencia armónica
entre compañeros de clase, a la vez que puede ser estudiada como la forma de
conocer ciertas habilidades que una persona tiene para demostrar egoísmo,
proactividad, coraje, asertividad, el saber decir no, la autoconciencia, la
motivación, el entusiasmo, la perseverancia, empatía, agilidad mental que
califica que alguna persona resultó interesante para su creación personal para
una buena adaptación social y creativa. (Suasi, 2015).