Vol. VIII. Año 2023. Número 2, abril-junio
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El componente educativo en el currículo para el desarrollo integral del
profesional
AUTORES: Ondina María Lemus Cosme
1
Gustavo Rodríguez Rosabal
2
Edison Prado Lemus
3
Cecilia Fuentes Hernández
4
Gloria de los Milagros Ramírez Peláez
5
José Julián Prado Rosales
6
DIRECCIÓN PARA CORRESPONDENCIA: olemusc@udg.co.cu
Fecha de recepción:
10
-
12
-
2022
Fecha de aceptación:
26
-
03
-
2023
RESUMEN
Los objetivos finales de las instituciones de Educación Superior van más allá de
la capacitación profesional pues también buscan el desarrollo del carácter y
personalidad del estudiante y de su pensamiento crítico. La Educación Superior
dentro de sus objetivos fundamentales tiene como propósito esencial, lograr la
calidad de la formación integral de la personalidad de los jóvenes, en particular
en lo referido a aquellos valores que caracterizan su actuación profesional a
través de los procesos sustantivos universitarios. Una importante cualidad de
la formación en la educación superior cubana es la de haber logrado que los
profesores se integren, en un trabajo colectivo al perfeccionamiento de su
quehacer pedagógico para lograr que desde las disciplinas se garanticen
conocimientos, habilidades o competencias, que constituyen objetivos de la
carrera. La incorporación consecuente por los docentes de los programas
directores, ejes transversales, estrategias curriculares o componentes del
proceso, según se asuma, constituye un factor fundamental que garantiza el
éxito del componente educativo del currículo, al enfocarse en la necesidad de
1
Universidad de Granma. Cuba. E-mail: olemusc@udg.co.cu Código ORCID https://orcid.org/0000-0001-7833-
9643
2
Universidad de Granma. Cuba. E-mail: grodriguezr@udg.co.cu Código ORCID https://orcid.org/0000-0001-8480-
0432
3
Universidad de Granma. Cuba. E-mail: epradol@udg.co.cu Código ORCID https://orcid.org/0000-0003-1839-9438
4
Universidad de Granma. Cuba. E-mail: cfuenteshr@udg.co.cu Código ORCID https://orcid.org/0000-0002-4678-
7764
5
Universidad de Granma. Cuba. E-mail: gramirezp@udg.co.cu Código ORCID https://orcid.org/0000-0002-4295-
1176
6
Universidad de Granma. Cuba. E-mail: jpradorosales@udg.co.cu Código ORCID https://orcid.org/0000-0002-
7238-3755
O.Lemus Cosme, G.Rodríguez Rosabal, E.Prado Lemus, C.Fuentes Hernández, G.Ramírez Peláez, J.Prado Rosales
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Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Universidad Técnica de Manabí. ECUADOR.
profundizar en el conocimiento de los contenidos conceptuales,
procedimentales y actitudinales de las diferentes disciplinas; de modo que
estimulen la creatividad y el desarrollo de los estudiantes garantizando la
educación para la vida. Es propósito de este artículo hacer referencia a los
términos utilizados por diferentes autores sobre la incorporación en el currículo
de elementos educativos que van más allá de límites disciplinares y lo
impregnan de valores y actitudes que constituyen la esencia para el desarrollo
integral del profesional.
PALABRAS CLAVE: currículo; componente educativo; ejes transversales;
estrategias curriculares.
Educational component in the curriculum for the integral development of
the professional
ABSTRACT
The final objectives of Higher Education institutions go beyond professional
training as they also seek the development of the character and personality of
the student and their critical thinking. Higher Education within its
fundamental objectives has as its essential purpose, to achieve the quality of
the integral formation of the personality of young people, in particular with
regard to those values that characterize their professional performance through
the substantive university processes. An important quality of training in Cuban
higher education is that of having managed to integrate teachers, in a collective
work to improve their pedagogical work to achieve that knowledge, skills or
competences are guaranteed from the disciplines, which are objectives of the
race. The consistent incorporation by teachers of the director programs,
transversal axes, curricular strategies or components of the process, as
assumed, constitutes a fundamental factor that guarantees the success of the
educational component of the curriculum, by focusing on the need to deepen
the knowledge of the conceptual, procedural and attitudinal contents of the
different disciplines; so that they stimulate creativity and the development of
students guaranteeing education for life. The purpose of this article is to refer
to the terms used by different authors on the incorporation into the curriculum
of educational elements that go beyond disciplinary limits and impregnate it
with values and attitudes that constitute the essence for the integral
development of the professional.
KEYWORDS: curriculum; educational component; crosscutting; curricular
strategies.
INTRODUCCIÓN
La educación superior en los últimos años se ha enfrentado a procesos de
transformación de acuerdo a las necesidades y exigencias del Siglo XXI, esto
para adaptarse a los cambios generados de forma vertiginosa de la revolución
científico técnica en los modos de producción del conocimiento y las novedades
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en la actividad económica y social, lo que ha provocado que las instituciones de
Educación Superior fortalezcan y enfaticen sus objetivos finales que van más
allá de la capacitación profesional y que a su vez también buscan el desarrollo
del carácter y personalidad del estudiante y de su pensamiento crítico.
“La educación superior cubana está enfrascada en mantener su modelo de
universidad moderna, humanista, universalizada, científica, tecnológica,
innovadora, integrada a la sociedad y profundamente comprometida con la
construcción de un socialismo próspero y sostenible” (Ministerio de Educación
Superior, 2016, p.3).
Es tarea de la universidad formar valores y asegurar la calidad de sus procesos
sustantivos, con la finalidad de lograr un egresado que posea cualidades
personales; una amplia cultura y habilidades profesionales y para la vida que le
permitan desempeñarse con una elevada responsabilidad social. Es por ello que
ante esta realidad las carreras deben hacerse cada vez más pertinentes y
responder a las necesidades y demandas socioeconómicas actuales del país,
sobre la base de fortalecer la formación integral de sus estudiantes.
Es objetivo de este artículo reflexionar acerca de los términos utilizados por
diferentes autores para referirse a la incorporación en el currículo de elementos
educativos que van más allá de límites disciplinares y lo impregnan de valores y
actitudes que constituyen la esencia para el desarrollo integral del profesional.
DESARROLLO
La Educación Superior dentro de sus objetivos fundamentales tiene como
propósito esencial, lograr la calidad de la formación integral de la personalidad
de los jóvenes, en particular en lo referido a aquellos valores que caracterizan
su actuación profesional a través de los procesos sustantivos universitarios
(docente, investigativo y extensionista).
Al considerar el criterio de integralidad como parámetro y criterio integrado
orgánicamente al currículo, se está resaltando la obligación que tienen las
instituciones de Educación Superior de no reducir la formación universitaria a
la ciencia y a la tecnología especializada para el trabajo productivo,
minimizando los otros aspectos importantes y necesarios para la formación
integral de la persona.
“En el proceso de formación continua, el desafío mayor es lograr una formación
y desarrollo profesional con responsabilidad ética, social y ambiental, es decir,
que el egresado no solo demuestre una alta calificación en su desempeño
profesional, sino que posea cualidades personales que lo ayuden a conjugar sus
intereses personales con los de la sociedad y participe activa, crítica y
constructivamente en el desarrollo de esta” (Ministerio de Educación Superior,
2016, p.9).
Teniendo en cuenta el contexto socioeconómico nacional e internacional actual,
que influyen desfavorablemente en la efectividad del trabajo educativo y político
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ideológico que se desarrolla con los estudiantes en las universidades, se hace
necesario, el fortalecimiento de su formación integral
Esta concepción de integralidad debe lograrse, además, sin perjuicio de la
formación profesional, lo cual implica necesariamente estructurar currículos
pertinentes, en sintonía con las necesidades de su entorno, y a su vez
profundizar en aquellos contenidos de máxima relevancia.
Una importante cualidad de la formación en la educación superior cubana es la
de haber logrado que los profesores se integren, en un trabajo colectivo, al
perfeccionamiento de su quehacer pedagógico, de igual modo, si se aspira a que
la carrera integre como un todo acciones que aseguren el logro de los objetivos
más generales, entonces desde las disciplinas habrá que garantizar igualmente
determinados conocimientos, habilidades o competencias, propias de
determinadas estrategias que constituyen también objetivos de la carrera.
Es importante promover la integración de los conocimientos adquiridos en el
aula y en el entorno, adoptar una actitud crítica y constructiva a favor del
desarrollo de valores éticos fundamentales y dotar a los estudiantes de
capacidades necesarias para conocer e interpretar la realidad y para poder
actuar sobre ella.
El currículo, según Addine (1995) “es un proyecto educativo integral con
carácter de proceso, que expresa las relaciones de interdependencia en un
contexto histórico - social, condición que le permite rediseñarse
sistemáticamente en función del desarrollo social, progreso de la ciencia y
necesidades de los estudiantes, que se traduzca en la educación de la
personalidad del ciudadano que se aspira a formar” (p.6).
En resumen, se necesita formar profesionales que sean capaces de:
Crear nuevos conocimientos a través de la investigación y el
procesamiento de información.
Con capacidad de resolver problemas de manera reflexiva.
Con una disposición crítica y autocrítica.
Identificándose especialmente con los problemas cotidianos que enfrenta
en la sociedad.
Los componentes educativos del currículo han recibido diferentes
denominaciones, entre ellas:
Programas directores
Ejes transversales
Estrategias curriculares
Componentes del proceso docente educativo
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Los llamados programas directores tienen su génesis en el Plan de Estudio B, y
son delineados y complementados en el Plan de Estudio C y posteriormente en
sus modificaciones.
Inciarte (2002) dice que: “Los programas directores son una estrategia
curricular que permiten insertar a lo largo del plan de estudios objetivos
educativos de unidades curriculares básicas, especificas o profesionales,
logrando así un desarrollo integral del individuo, al poder complementar los
conocimientos habilidades y destrezas profesionales” (p.19).
Es importante destacar que estos programas directores están dentro de la
concepción de transversalidad curricular, inspirada en el nuevo enfoque de
Educación Integral fundamentado en la incorporación al currículo de elementos
educativos tanto académicos tradicionales como de otros aspectos que
contribuyan al desarrollo integral de los educandos, propiciando la adquisición
de habilidades prácticas, actitudes y valores, de manera que se preparen para
enfrentar los disímiles problemas de su entorno de forma crítica y activa.
Al referirse a la formulación de los Programas Directores, se dice que:
La universidad se plantea el diseño e instrumentación de
estrategias innovadoras que promuevan la formación integral del
estudiante, estrategias como Programas Directores los cuales
traen consigo una enseñanza de calidad, siendo este un elemento
de planificación curricular cuyo objetivo es concretar la
articulación horizontal y vertical de objetivos educativos de
diferentes unidades curriculares. (Inciarte, 2002, p.19)
En el tercer perfeccionamiento del subsistema de Educación General en Cuba,
el término programas directores ha sido reemplazado por el de componentes del
contenido de la educación, ellos son:
1- Educación patriótica.
2- Educación ciudadana y jurídica.
3- Educación científica y tecnológica.
4- Educación para la salud y la sexualidad con enfoque de género.
5- Educación estética.
6- Educación politécnica, laboral, económica y profesional.
7- Educación para la comunicación.
8- Educación ambiental para el desarrollo sostenible.
9- Educación para la orientación de la proyección social.
Ejes transversales:
“La transversalidad es un concepto que surge con las reformas educativas para
“atravesar el currículum” desde una dimensión transdisciplinar que cruza a
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todos los componentes del mismo, acentuando la dimensión procedimental,
actitudinal y axiológica del componente educativo” (Redón, 2007, p.1).
La transversalidad del currículum, es un concepto que encierra la idea de
diversidad, de presencia en varios lugares de penetración en contenidos o
materias, es plantear el enfoque de lo plural y la connotación de
multipresencialidad e interdisciplinariedad, según el diccionario de la lengua
castellana: vocablo transversal adjetivo que indica aquello que se halla o
extiende atravesado de un lado a otro.
Según Ferrini (1997), la transversalidad del currículum, es ante todo un
enfoque axiológico dentro del discurso curricular, mediante el cual, los
estudiosos de las ciencias de la educación tratan de centrar tres
planteamientos actuales:
• Cambio sociológico de la humanidad.
• Cambio epistemológico.
• Cambio axiológico. (p.2)
“En el ámbito educativo, entonces, la transversalidad se refiere a una estrategia
curricular mediante la cual algunos ejes o temas considerados prioritarios en la
formación de nuestros estudiantes, atraviesan todo el currículo, es decir, están
presentes en todos los programas, proyectos, actividades y planes de estudio”
(Velásquez, 2009, p.36).
Diferentes autores se han referido a los rasgos esenciales de un enfoque
transversal del currículum, se asumen por los autores de este artículo los
expresados por (Ferrini, 1997, p.5).
Gráfico 1. Rasgos esenciales de un enfoque transversal del currículum
Fuente: elaboración propia (2020)
Rasgos
esenciales de
un enfoque
transversal del
currículum
Dimensión
intencional
Están abiertos
a una
evolución
histórica y a
incorporar
nuevas formas
de educar
Responden a
situaciones
socialmente
problemáticas
Ayudan a
definir la
identidad del
centro
Impulsan a
la relación
de la
escuela con
el entorno
Apuesta por
una
educación
en valores
Contribuyen
al desarrollo
integral de la
persona
Están
presentes en
el conjunto
del proceso
educativo
Dimensión
humanista
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Existen características que son atribuidas a los temas transversales que sirven
para facilitar su comprensión y aplicación en el currículum de las diferentes
materias, en este sentido se han pronunciado Celorio (1992), Gavidia (1996),
Ureña (1996), Orsini Puente (2004) y Alcalá del Olmo (2005). En general
reflejan una preocupación por los problemas sociales, se enmarcan en la
educación en valores, intentan promover visiones interdisciplinares, reconocen
la importancia de conectar con elementos de la vida cotidiana y permiten
adoptar una perspectiva social crítica frente a los currículos tradicionales, entre
otros aspectos.
A continuación, se exponen las características sobre los temas transversales en
la enseñanza, apuntadas por Orsini Puente (2004), teniendo en cuenta que a
consideración de los autores son las más abarcadoras, ellas son:
La formación en valores éticos, que lleven a solucionar los
problemas o necesidades detectados, está muy ligada a los temas
transversales.
Han de ser trabajados desde la interdisciplinariedad, utilizando
estrategias para la consecución tanto conceptual, procedimental y
actitudinal.
Llevan a una educación integral, debido a que están dirigidos al
área cognoscitiva, afectiva y biológica.
Facilitan que el currículum escolar se aproxime a la vida y a las
problemáticas actuales.
Deben de llevar al cambio de conducta, a la transformación del
entorno y al compromiso con el cambio social.
En el trabajo de los temas transversales no sólo deben estar
implicados todos los profesores y alumnos, sino también los
padres y madres de familia para que realmente se de un cambio
cualitativo de la persona y la sociedad.
Para el correcto trabajo de los temas transversales, se debe
vivenciar el problema, reconocerlo y sentirse comprometido con el
cambio.
Es muy importante tener en cuenta el currículum oculto
transmitido por los docentes. (Corrales, 2010, p. 7)
A continuación, se hace referencia a las definiciones brindadas por algunos
autores:
“El enfoque transversal no niega la importancia de las disciplinas, sino que
obliga a una revisión de las estrategias aplicadas tradicionalmente en el aula al
incorporar al currículo en todos sus niveles, una educación significativa para el
estudiante a partir de la conexión de dichas disciplinas con los problemas
sociales, éticos y morales presentes en su entorno” (Salinas, 2012, p.4)
O.Lemus Cosme, G.Rodríguez Rosabal, E.Prado Lemus, C.Fuentes Hernández, G.Ramírez Peláez, J.Prado Rosales
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Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Universidad Técnica de Manabí. ECUADOR.
“Los ejes transversales no son ninguna materia ni asignatura, sino que son
líneas teóricas que atraviesan, impregnan, vinculan y conectan todas las
asignaturas del currículo y, por tanto, favorecen una visión de conjunto”
(Mateo, 2010, p.1)
Conjunto de características que distinguen a un modelo
curricular cuyos contenidos y propósitos de aprendizaje van más
allá de los espacios disciplinares y temáticos tradicionales,
desarrollando nuevos espacios que en ocasiones cruzan el
currículum en diferentes direcciones, en otras sirven de ejes a
cuyo alrededor giran los demás aprendizajes, o de manera
imperceptible y más allá de límites disciplinares impregnan el
plan de estudio de valores y actitudes que constituyen la esencia
de la formación personal, tanto en lo individual como en lo
social. (Moreno, 2004, p.10).
Como se puede notar en el concepto anterior, la transversalidad supera el
currículo asignaturista y permite el abordaje de temas y problemas necesarios
en el proceso formativo de todo ser humano.
Los ejes transversales se constituyen, entonces, en fundamentos
para la práctica pedagógica al integrar los campos del ser, el
saber, el hacer y el convivir a través de conceptos,
procedimientos, valores y actitudes que orientan la enseñanza y
el aprendizaje. Hay que insistir en el hecho, que el enfoque
transversal no niega la importancia de las disciplinas, sino que
obliga a una revisión de las estrategias aplicadas
tradicionalmente en el aula al incorporar al currículo en todos
sus niveles, una educación significativa para el estudiante a
partir de la conexión de dichas disciplinas con los problemas
sociales, éticos y morales presentes en su entorno. (Salinas,
2012, p.4)
La introducción de temas transversales en el currículo constituye una
propuesta que permite la construcción de un pensamiento social y ecológico
producto de la interrelación de diferentes temas transversales fundamentales
que apoyan una ética para la convivencia y la calidad de vida (Inciarte, 2002).
Como se aprecia, las características de transversalidad, permiten ampliar el
escenario educativo más allá de los contenidos académicos clásicos al
incorporar oportunamente temas de la realidad cotidiana y problemas actuales
de la sociedad que no es posible incluirlos en las áreas disciplinarias.
Los diferentes autores consultados, coinciden en plantear que los ejes
transversales no son ninguna materia ni asignatura, sino que son líneas
teóricas que atraviesan, impregnan, vinculan y conectan todas las asignaturas
del currículo y, por tanto, favorecen una visión de conjunto. Es por ello que, su
tratamiento ha de ser necesariamente multidisciplinar, pues es imposible
ubicar los contenidos necesarios para la formación integral del estudiante en
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un área o materia concreta del currículo. Los docentes deben estar preparados
para transmitir los contenidos definidos como ejes transversales, reforzando de
esta forma los contenidos actitudinales.
El análisis de todo problema transversal solamente tiene sentido hacerlo desde
un punto de vista sistémico. Según Mateo (2010) “Los contenidos conceptuales,
procedimentales y actitudinales se han de trabajar simultáneamente; no se
puede esperar a que un aumento en el campo de los conocimientos
conceptuales comporte siempre un cambio en las actitudes o en los
comportamientos, ni viceversa” (p.7)
La alta presencia de contenidos actitudinales en los temas transversales, junto
al hecho del carácter prescriptivo de las actitudes y valores, como componentes
de los objetivos generales de cada etapa y contenidos de áreas curriculares,
convierte a estos temas en un elemento esencial del desarrollo curricular.
Otro término utilizado es el de temas transversales y son varias las definiciones
que los autores brindan, algunos de ellos citados por Corrales (2010):
Yus (1998) refiere que es un conjunto de contenidos educativos y ejes
conductores de la actividad escolar que, no estando ligados a ninguna materia
en particular, se puede considerar que son comunes a todas, de forma que,
más que crear disciplinas nuevas, se ve conveniente que su tratamiento sea
transversal en el currículum global del centro.
Por otro lado, Lucini (1994) dice que su incorporación supone formalizar una
educación en valores y actitudes no de forma esporádica sino constante a lo
largo de cada curso. Es importante ser conscientes que los valores no se
pueden imponer de forma autoritaria, sino que son un cúmulo de actitudes
auto-impuestas por la propia voluntad.
Para Pujol y Sanmartí (1995) educar en la transversalidad implica un cambio
de perspectivas mucho más amplio, que afecta a la misma visión del mundo y
de la ciencia y, en consecuencia, a la selección de contenidos y su
jerarquización y estructuración.
Blanco y Escamilla1 (996) y expresan que es el conjunto de contenidos referidos
a sectores de conocimiento caracterizados por su alta relevancia social (están
vinculados a la fuente sociológica del currículo) y por su relación con la
educación en valores. (pp. 4-5)
En la enseñanza universitaria, la transversalidad, como estrategia de actuación
docente, es un medio para conectar el aprendizaje de los contenidos
universitarios con el aprendizaje de los procedimientos y estrategias para
aprender más y mejor. Para Fernández (2003), “Sólo mediante el
establecimiento de puentes de unión entre el aprendizaje académico y el
aprendizaje natural podremos conseguir que nuestros alumnos universitarios
aprendan de una forma más eficaz y por consiguiente conseguir una mayor
calidad educativa” (p.61).
O.Lemus Cosme, G.Rodríguez Rosabal, E.Prado Lemus, C.Fuentes Hernández, G.Ramírez Peláez, J.Prado Rosales
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Para este autor resulta relevante la relación entre el aprendizaje académico y el
aprendizaje natural, entendido este último como el proceso a lo largo de la vida
donde cada persona adquiere y acumula conocimientos, habilidades, actitudes
y criterios a través de las experiencias cotidianas y de su relación con el medio.
El docente debe ser capaz de respetar, en la medida de lo posible, los procesos
naturales de aprendizaje con el propósito de conservar aquellas características
que lo hacen valioso y vincularlo con el aprendizaje académico, teniendo
presente que la realidad del entorno cambia de manera vertiginosa acompañada
de problemáticas cada vez más complejas y que requieren de conocimientos,
habilidades y actitudes que solo se pueden adquirir cuando el estudiante tiene
contacto con la realidad, dotando de significatividad y sentido el aprendizaje.
Con la aplicación de los temas transversales, el rol del profesorado es muy
importante debido a que, debe ser capaz de crear situaciones estimulantes de
aprendizaje, que inciten a investigar, indagar y aprender, y en las que éste
pueda manifestar rasgos de afectividad, sensibilidad e interés hacia las
dimensiones tratadas.
Los temas transversales se insertan en la línea de formar estudiantes que sean
capaces de transformar y crear nuevos conocimientos a través de la
investigación y el procesamiento de información, de la capacidad de resolver
problemas de manera reflexiva, con una disposición crítica y autocrítica,
ligándose especialmente con los problemas cotidianos que enfrenta en la
sociedad. La enseñanza no puede entenderse aislada sino en mutua
dependencia de lo social, de lo cultural y de lo personal.
Los contenidos transversales como refieren los diferentes autores, hacen
referencia a los problemas y conflictos de gran trascendencia social, política,
económica, humana y didáctica, que se producen en la época actual, y frente a
los que es urgente una toma de posición personal y colectiva: ante problemas
como la violencia, el subdesarrollo, las situaciones injustas, el consumismo y
despilfarro, el hambre en el mundo y las enfermedades, la degradación
ambiental y el cambio climático, los hábitos que atentan contra la vida
saludable, como el tabaco, las drogas, el alcohol, entre otros.
Universalmente, en los diferentes sistemas educativos tanto de Europa como de
Latinoamérica se definen e instrumenta en los planes de estudios; estrategias
curriculares, pueden definirse con otras acepciones como: Ejes transversales,
temas transversales, etc., pero, desde el punto de vista didáctico tiene objetivos
similares a los de las estrategias curriculares de los planes de estudio cubanos.
Esos objetivos son:
Trabajar aspectos que desde el punto de vista educativo hacen
hincapié en el mejoramiento humano y profesional, para dotar a
los estudiantes de capacidades para asimilar las
transformaciones que en materia de Ciencia y Tecnología se
producen de manera acelerada, a la vez que estos conocimientos
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les permitan transformar la sociedad y autodesarrollarse.
(Batista, 2005, p.3)
Las estrategias curriculares en la educación superior cubana; surgen durante
el diseño del Plan C, primero como programas directores, el enfoque que ha
caracterizado su instrumentación es el tratamiento desde lo curricular.
Las estrategias curriculares son definidas por Batista (2005) como: “Un sistema
de saberes culturales de gran repercusión social que complementan la
formación integral de los profesionales y coadyuvan al desarrollo de las
competencias profesionales en los diferentes modos de actuación y campos de
acción del profesional” (p.4).
Las estrategias curriculares constituyen marcos propicios y complementarios
en el proceso formativo de los estudiantes porque posibilitan que el proceso de
aprendizaje adquiera un mayor significado e impacto en los estudiantes,
aunque estas por solas no representan un instrumento de aprendizaje
valorativo si no se logra una adecuada articulación y tratamiento multi, inter y
transdisciplinario con los contenidos de las asignaturas que se identifican con
los rasgos que caracterizan el modo de actuación profesional.
Por su parte, Horruitiner (2006) dice que: ellas se relacionan con los objetivos
generales y demandan del concurso de todas las disciplinas y también de las
acciones que se gestionan desde los diferentes escenarios del proceso de
formación profesional. A propósito del tema, este autor las define como sigue:
Las estrategias curriculares incorporan un nuevo aspecto a la
visión de las características del proceso de formación. Este
concepto, denominado también por algunos autores ejes
transversales, expresa una cualidad igualmente necesaria al
concebir el plan de estudio de una carrera universitaria, y está
relacionado con aquellos objetivos generales que no es posible
alcanzar, con el nivel de profundidad y dominio requeridos,
desde el contenido de una sola disciplina y demandan el
concurso adicional de las restantes. (Horruitiner, 2007, p.34).
Es de destacar lo expresado por Lau (2012), Lau y Díaz (2013) y Fraga (2015)
cuando afirman que la implementación de las estrategias curriculares debe
estar sustentada en el trabajo metodológico disciplinar e interdisciplinar;
aunque también precisan el rol del colectivo de carrera y de año en la
proyección de las acciones a realizar para su implementación.
La Resolución No. 2/2018, emitida por el Ministerio de Educación Superior de
la República de Cuba, el inciso g) del artículo 86 plantea:
g) Orientaciones sobre aspectos que favorecen la integración y sistematización
de los contenidos curriculares como: Los vínculos multi, inter y
transdisciplinarios; un adecuado equilibrio entre las actividades académicas,
laborales e investigativas; el trabajo con la disciplina principal integradora y
con las estrategias curriculares.
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En el ARTÍCULO 86, se precisa que: Las estrategias curriculares aseguran el
logro de atributos presentes en los objetivos generales de las carreras que, por
su alcance, rebasan las posibilidades de su cumplimiento por una disciplina, y
por tanto deben ser asumidas por todas o por un grupo de estas durante toda
la carrera. Estos atributos son exigencias derivadas del desarrollo científico-
técnico de la época actual que se recogen en los objetivos como valores
agregados que responden a todo el proceso de formación y no a una disciplina
en particular.
La propia Resolución precisa que las comisiones nacionales de carreras y los
diferentes colectivos metodológicos en correspondencia con las funciones
asignadas, realizarán las acciones que le corresponden para garantizar la
integración de las estrategias curriculares en el contenido de los planes de
estudio. Se definen como estrategias comunes: el empleo generalizado de las
tecnologías de la información y las comunicaciones; el uso de la lengua
materna, la comunicación en el idioma inglés; la formación humanista del
estudiante; la formación económica, jurídica, ambiental, cívica, patriótica y de
Historia de Cuba. Quedan también, bien delimitadas las acciones a desarrollar
en el orden metodológico, así como su evaluación.
Las estrategias curriculares constituyen un sistema de "saberes culturales" de
gran connotación social, que posibilitan la preparación de los estudiantes para
conocer, saber hacer y saber ser, mediante la apropiación de los contenidos en
el proceso de enseñanza aprendizaje, influyendo de manera significativa en la
formación de una conducta ética y en el aprendizaje para toda la vida.
Es importante identificar las potencialidades educativas de los contenidos de
cada asignatura y precisar el vínculo de estos con la práctica, su aporte a la
concepción científica del mundo y a la formación de valores, actitudes y
convicciones. Es por ello, que es de vital importancia diseñar el trabajo con las
estrategias curriculares, tanto desde el accionar metodológico de cada uno de
los colectivos de carrera, como a través de la planificación de las acciones a
incluir en la estrategia educativa de los años, para lograr el cumplimiento de los
objetivos generales.
El proceso de enseñanza-aprendizaje conforma una unidad que tiene como
propósito esencial contribuir a la formación integral de la personalidad del
estudiante.
El proceso de enseñanza-aprendizaje comprende lo educativo. Esta faceta se
logra con la formación de valores, sentimientos que identifican al hombre como
ser social, además, comprende el desarrollo de convicciones, la voluntad y otros
elementos de la esfera volitiva y afectiva que junto con la cognitiva permiten
hablar de un proceso de enseñanza aprendizaje que tiene por fin la formación
multilateral de la personalidad del hombre.
El componente es un elemento esencial del objeto, del proceso que, en su
ordenamiento, en relación con otros componentes, conforma su estructura.
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Addine (2006) refiere que la estructura de los componentes del PEA se apoya en
los tipos de contenidos, los que constituyen la base del sistema:
Acción (Hábitos, habilidades, capacidades, modos de actuación)
Conocimiento (Conceptos, principios, juicios, leyes, categorías)
Valoraciones (Convicciones, ideales, intereses, valores)
Experiencia creadora (imaginación, proyección futura, aportes a la
búsqueda, metodología). (p.55)
Componentes del proceso
El problema
El objeto
El objetivo
Contenido
Método
Formas de enseñanza
Medios de enseñanza
Resultados
El contenido que se enseña es el resultado de la cultura, lo que se aprende es
esa cultura traducida en diferentes tipos de contenidos, por ejemplo: el sistema
de conocimientos, de habilidades y hábitos, de relaciones con el mundo y
experiencias de la actividad creadora.
El sistema de relaciones con el mundo, incluye los sistemas de valores,
intereses, convicciones, sentimientos y actitudes; a lograrse en estrecha
interrelación con los otros componentes del contenido de enseñanza.
Para lograr que el contenido tenga un verdadero significado, se requiere de una
participación activa y constructiva del estudiante, que los aprendizajes se
enfoquen hacia los procesos cognitivos de alto nivel y que estos sean de
carácter significativos y relacionados con el contexto y las vivencias, de esta
manera el estudiante toma conciencia de lo que aprende; al ser capaz de
vincular la teoría con la realidad de su vida cotidiana, pero ello requiere que los
docentes sean capacitados en las temáticas que complementan el currículo
para el logro de los objetivos generales propuestos.
Es importante destacar entonces, que la modelación del currículum incluye
una tarea de mucha importancia para el proceso curricular y es la
determinación de los contenidos necesarios para alcanzar los objetivos
terminales. Addine (2006) entiende por determinación de contenidos la
selección de los conocimientos, habilidades y cualidades que deben quedar
expresados en programas de módulos, disciplinas, asignaturas, programas
directores, componentes, de acuerdo al criterio de estructuración que se asuma
O.Lemus Cosme, G.Rodríguez Rosabal, E.Prado Lemus, C.Fuentes Hernández, G.Ramírez Peláez, J.Prado Rosales
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Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Universidad Técnica de Manabí. ECUADOR.
y el tipo de currículum adoptado, precisados al nivel que se está diseñando.
(p.30)
CONCLUSIONES
La incorporación de los programas directores, ejes transversales, estrategias
curriculares o componentes del proceso, según se asuma por cada autor,
constituye un factor fundamental que garantiza el éxito de la aplicación del
currículo, al enfocarse en la necesidad de profundizar en el conocimiento de los
contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que se desprenden de
las diferentes áreas o disciplinas; de modo que estimulen la creatividad y el
desarrollo como uno de los mecanismos de la educación para la vida.
Los autores han utilizado indistintamente diferentes términos para referirse a
los contenidos que deben incorporarse al currículo para cumplir los objetivos
generales propuestos en función de lograr la formación y desarrollo integral de
los profesionales. Ellos son: programas directores como ejes transversales,
programas directores, programas directores son una estrategia curricular,
programas directores están dentro de la concepción de transversalidad
curricular, estrategias como programas directores, transversalidad, la
transversalidad se refiere a una estrategia curricular mediante la cual algunos
ejes o temas son considerados prioritarios, transversalidad curricular,
entendida como una estrategia de actuación docente, eje transversal, el
enfoque transversal, temas transversales, estrategias curriculares y
componentes del proceso docente educativo. Todos estos términos, aunque
diversos, tienen en común la formación humana; no se pude olvidar que el fin
último de la educación es la formación integral de la personalidad, razón por la
cual todas las acciones realizadas en la universidad deben apuntar a este
objetivo.
Independientemente del término que se utilice, todos tienen la misma
intencionalidad, no obstante, en las universidades cubanas, es oportuno
ajustarse al de estrategia curricular que ya ha sido declarado por la Resolución
Ministerial No. 2/2018 de la República de Cuba.
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