
Odalis Fonseca Guerra, Belkis Rosa Cabrera Vázquez, Luisa María Vázquez Pérez
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Universidad Técnica de Manabí. ECUADOR.
Los verbos que dominan en esta base textual suelen ser verbos que expresan
concepto de voluntad: obtener, lograr; causalidad y consecuencia: ocasionar,
incitar, aportar, causar, hacer, motivar, producir, determinar, comunicar,
inferir, influir, implicar, razonar, exponer, justificar, apoyar, suscitar, derivar; y
argumentativos: admitir, alegar, sugerir, referir, establecer, sostener,
considerar, derivar, asegurar.
Por otra parte, los sustantivos se emplean con un criterio de precisión y los
adjetivos suelen ser pocos y especificativos; no aparecen los valorativos, que
son superfluos o llevan a una carga afectiva que no es propia de esta tipología
textual.
Su base oracional dominante es la oración con verbo ser en presente y un
predicado nominal. Con frecuencia, la modalidad epistémica que más se usa es
la enunciativa afirmativa. Si se expone un contraargumento, el argumentador
se vale de la enunciativa negativa.
Es lógico que en un texto en el que se aducen razones y hay conclusiones,
predomine la construcción hipotáctica, esto es, la sintaxis reflexiva como
construcción argumentativa por excelencia; por ello se prefiere el empleo de las
subordinadas adverbiales de causa, consecutivas, condicionales, finales y
concesivas. Se vale, además, de estructuras oracionales que no dificulten la
comprensión, por eso es frecuente el empleo de oraciones de carácter
explicativo. Sin embargo, esto no supone que la sintaxis emotiva esté
totalmente fuera de esta tipología textual, porque cuando el argumentador
expone con sencillez sus ideas puede utilizarse la coordinación y la
yuxtaposición, e incluso la oración simple.
Dentro de los organizadores discursivo-textuales, los más frecuentes son los
conectores lógico-pragmáticos, recursos lingüísticos que expresan secuencia, lo
que implica establecer una tesis o partir de un problema o situación, acumular
argumentos para demostrarla o refutarla, cuya función consiste en poner las
informaciones y argumentaciones textuales al servicio de la intención
comunicativa de dicho texto. Entre los conectores que caracterizan el texto
argumentativo se encuentran:
- Introductor o índice de presencia de argumento. Dentro de este grupo
aparecen conectores causales que indican la relación entre la causa y un
efecto o consecuencia de la tesis que se demuestra o refuta. De la
causalidad se derivan nociones vinculadas entre sí, como causa, finalidad
y condición. Así, por ejemplo, la causa provoca un efecto o consecuencia,
suelen aparecer conectores causales: porque, pues, por esta causa, debido
a que, puesto que, ya que, en cuanto, en vista de que, de manera que; la
finalidad, se concibe como una causa virtual y voluntaria o intencional,
conectores finales: para, para que, con el propósito de, con la finalidad de,
con el objetivo de, a fin de; la condición equivale a una causa hipotética,
conectores de condición: si, siempre y cuando, en caso de que, siempre
que, con la condición de que, toda vez que, con tal que, en caso de que,
aun cuando; y la concesión, a una causa inefectiva, conectores de