
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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INTRODUCCIÓN
Dentro del ámbito del turismo, la calidad es algo consustancial a la esfera íntima de la persona,
consiste en un proceso de actuaciones encadenadas técnicamente solventes, donde el cliente es
quien establece el nivel de satisfacción volviendo a comprar. Es dar al cliente lo que quiere al menor
coste posible, lo que supone la orientación de la organización hacia él; y realizar una gestión ecaz,
competitiva y rentable. Así entendida, la calidad es al mismo tiempo: una herramienta de trabajo, un
modelo de gestión empresarial, y un potente instrumento de marketing (Organización Mundial del
Turismo, 2015).
Cuando la gestión en el hotel asegura que las actividades se piensen, diseñen y ejecuten
en el marco de un proceso, los empleados reconocen que sus actividades individuales son parte de
algo mayor, y se proyectan hacia metas comunes en la prestación de un servicio de calidad. Negrín
(2002) señala que la gestión por procesos es una forma de gestionar la organización basándose en
los Procesos, siendo denidos estos como una secuencia de actividades orientadas a generar un
valor añadido sobre una entrada para conseguir un resultado, y una salida que a su vez satisfaga
los requerimientos del cliente. Esta forma de gestión representa una secuencia ordenada y lógica de
actividades repetitivas realizadas en la organización por una persona, grupo o departamento, para
conseguir un resultado lo más cercano a lo planicado, destinado a satisfacer las necesidades de
clientes externos o internos.
En las organizaciones de hospitalidad los procesos pueden clasicarse en tres categorías
fundamentales estratégicos, operativos o clave y de soporte (INEN. 2008). Los estratégicos, permiten
analizar las necesidades y condicionantes de la sociedad, del mercado y de las empresas. Los operativos
o clave, tienen contacto directo con cliente, y a partir de los cuales el consumidor percibirá y valorará
la calidad. Los de apoyo, sirven de sostén a los anteriores. Los subprocesos, forman parte de un
proceso, e incluye varias operaciones y actividades, donde los resultados están asociados al proceso
al que pertenece. Aunque no todas las entidades de alojamiento tienen estrictamente estructurados los
procesos referidos, el de alimentos y bebidas es clave, si lo incluye.
El obligado consumo de alimentos y bebidas por todos los seres humanos y con mayor razón
por los visitantes que pernocten o no en los destinos turísticos, determina el estatus de este proceso.
Por un lado, como necesidad siológicas y por otra como parte de expectativas y experiencias que
desea vivir el consumidor. El disfrute de este servicio, se convierte frecuentemente en el eje de
atracción y criterio de percepción para emitir un juicio nal de satisfacción. Inciden en este ámbito: la
elaboración de los alimentos, higiene, rapidez, ambiente acogedor, amabilidad y atención, entre otros
aspectos. Al respecto numerosos autores han enfocado sus investigaciones: Negrín (2002); Libonati
(2006); Correia y otros (2012); Ávila (2014); Guzmán y Cárcamo (2014), García Pulido, Y. A. y
otros. (2016), Fernández-Sánchez y otros (2017); Kido y otros. (2018).
En la entidad objeto de investigación, se ha detectado la falta de precisión de los procesos
y subprocesos al momento de prestar un servicio de calidad asociado a la carencia de personal
capacitado en esta área, problema expuesto por los clientes, mediante quejas y sugerencias y por
la dirección del área de alimentos y bebidas, que reconoce forman parte del proceso con mayores
debilidades en la entidad. Por tanto, los resultados de la investigación se convierten en una guía
para la evaluación y mejora del servicio de alimentos y bebidas en la empresa estudiada, y no solo,
también para otros hoteles de Manabí.
El problema que se debe resolver se enmarca en la interrogante: ¿Cuáles son los principales
problemas que existen en el proceso de alimentos y bebidas a considerar en la mejora de la calidad de
los servicios anes en el hotel? Se plantea como objetivo evaluar la calidad del servicio en el proceso
alimentos y bebidas de un hotel en la ciudad de Manta, para la contribución de su mejora. Se omite el
nombre de la entidad para garantizar la ética empresarial.
Un aspecto interesante que destaca la investigación, es que se involucra al prestador de
actividad, a través de la inducción hacia la compresión de las falencias clave a resolver respecto a la
calidad del servicio en el proceso alimentos y bebidas del hotel. Ellos autoevalúan los procederes a
____________________________________________________________________________________________Mabel Font, Gilberto Blanco