
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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Por otra parte se puede constatar que en las dos últimas décadas se presenta un proceso complejo
y multidimensional de reorganización de las estructuras y de las relaciones sociales en el seno del
mundo rural de Ecuador -tanto desde el punto de vista interno de esa/s sociedad/des como desde la
óptica de sus interrelaciones con el resto de territorios y ciudades del país-. Esa reorganización viene
determinada ciertamente por los efectos del proceso global de acumulación, pero también por las
propias y plurales estrategias adaptativas que implementan los moradores rurales, y por los efectos
sobre las estructuras sociodemográcas, el mercado laboral y las formas de acumulación que se
derivan de la emigración internacional masiva y de la llegada de las remesas.
En consecuencia, pese a la importancia de la agricultura su desarrollo enfrenta amenazas,
vinculadas a la cantidad de población económicamente activa rural que emigra o que tiene empleos
no agropecuarios. Revertir tal situación depende de la atención que se preste a toda una serie de
actividades que pueden combinarse con la agricultura para sostener el empleo y el autoempleo en el
campo, y para incrementar los ingresos de las poblaciones rurales entre las que pueden mencionarse
el procesamiento industrial de los productos agrícolas, particularmente en pequeñas y medianas
empresas intensivas en la utilización de mano de obra (ello exige políticas públicas que respalden
la protección contra importaciones baratas y prácticas de dumping);la construcción y cuidado de los
sistemas de riego; la provisión de servicios ambientales, de transporte y de turismo; la protección
de los bosques y fuentes de aguas, y muchas otras actividades rurales que también requieren apoyos
públicos en combinación con sistemas de reglamentación nacional e internacional para convertirse en
viables y sostenibles. (North, 2008)
Los procesos apropiados para sustentar lo destacado anteriormente, implica el acceso a la
educación de buena calidad para las masas rurales, asesoramiento técnico y políticas públicas que
favorezcan un desarrollo rural integral. Para sostener los avances sociales y económicos en el campo,
es necesario la actuación de la organización política, la que debe ser coherente en su accionar y
representativa de las diferentes asociaciones, sindicatos y cooperativas, que deendan sus intereses
frente a agentes privados y públicos.
El desarrollo rural abarca un conjunto de fenómenos sociales, económicos, culturales,
políticos y ambientales, los que principalmente en regiones como América Latina, surgen de procesos
nacionales y fuerzas internacionales que se refuerzan o se contradicen. Para lograr tal desarrollo,
no se trata sencillamente de la tecnicación y modernización de la producción de la agricultura, ni
tampoco del crecimiento y funcionamiento eciente de los mercados, sino de mejorar la calidad y
condiciones de vida la población rural.
Potencialidades productivas
A nivel nacional, los principales y más rentables cultivos son: el banano, el café, el cacao, el maíz, la
papa y el arroz, además de la actividad orícola. La supercie agrícola abarca aproximadamente el
14% del total de la supercie del país. En la costa se cultiva extensivamente importantes productos
de exportación como el banano. En esta región se produce café, cacao, arroz, soya, caña de azúcar,
algodón, frutas y otros cultivos tropicales destinados a satisfacer la demanda de mercados nacionales
e internacionales. Mientras que en la Sierra se encuentra una vegetación seca y condiciones climáticas
propicias para la producción de maíz, cereales y papas fundamentalmente. (Alcivar, 2017)
Especícamente la producción bananera del Ecuador, se ubica en diez provincias: El Oro,
Guayas, Los Ríos, Cotopaxi, Esmeraldas, Cañar, Pichincha, Azuay, Bolívar y Manabí, la que contaba
con una supercie de 127 mil 185,2 hectáreas en el año 1997-según informes del desaparecido
Programa Nacional del Banano-, y que para el 15 de septiembre del año 2001 se incrementa a 148 mil
725,4 hectáreas, de acuerdo con un reporte de la Unidad del Banano de la Subsecretaría Regional del
Litoral Sur y Galápagos del MAG.
Tradicionalmente, la zona de Jipijapa en la provincia de Manabí, ha sido uno de los lugares
preponderantes en los cuales se ha cultivado café. Actualmente, este cultivo se diversicado a
nivel nacional. Según los datos del último censo agropecuario existen 151.900 hectáreas de cultivo
intensivo de café y 168.764 hectáreas de cultivo extensivo y/o asociado. Las supercies por hectáreas
Asimetrias territoriales en el Ecuador: un enfoque desde el espacio rural___________________________________________