
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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crecimiento; analiza que al existir un crecido aumento de las obligaciones de servicio de la deuda,
se espera un resultado de desalentar aún más el ahorro público y debilitar el crecimiento económico.
Desde la visión de (Clements, Bhattacharya, y Nguyen, 2003) la deuda tiene un efecto negativo en las
tasas de crecimiento después que los países en vías de desarrollo alcanzan el auge esperado estimado
(50% PIB), sin tomar en cuenta las medidas necesarias para evitar este repunte decitario.
Durante la segunda mitad de la década del setenta los mercados nancieros conraron con un
exceso de liquidez, producto del abultado saldo de cuenta corriente de los EE.UU. y lo superavits de
los países productores de petróleo,. Los países de América Latina, muchos de ellos al borde de crisis
polítias, tomaron los créditos que se les ofrecía a costos bajos, una parte se destinó a los proyectos
de industrialización, pero parte de los desembolsos fueron malgastados por los gobiernos de tuno.
Brasil, México y Argentina fueron destinos favoritos de estos capitales (Lazzari y Rapoport, 2012).
Los desequilibrios comerciales asociados a los países latinoamericanos, no podían explicar la elevada
dependencia del nanciamiento externo, creando décits en sus cuentas corrientes y el desempeño
inestable de las economías (Aguiar, 2011).
Flores, Fullerton & Andrade (2007) analizaron la relación entre deuda externa y crecimiento
económico en México durante los años 1980 y 2003, dado el escenario de una posible curva Krugman
sobre endeudamiento, se concluye que México no experimenta un sobreendeudamiento internacional.
En este contexto, la tasa de crecimiento máxima ocurre cuando la deuda externa es igual a 9.63% del
PIB, en ese punto, la tasa de crecimiento del PIB alcanza un ritmo de 7.54%. Otros expertos (Were,
2001; Pattillo, Poirson, y Ricci, 2002) recomiendan que reducir el nivel de deuda externa puede
generar mayor eciencia económica en las naciones.
La crisis de la deuda externa en las regiones ha provocado desequilibrios externos e internos
en cada país que los obliga a reestructurar políticas macroeconómicas para controlarlas en función
de la estabilidad del crecimiento económico, la actividad económica de México, tiene su historia y el
contexto económico de los años de estudio basado en el endeudamiento internacional, es así que la
CEPAL (2002) maniesta que la economía Mexicana creció en 1.2% en el 2002, por debajo de la meta
planteada, llevando a un virtual estancamiento productivo, afectando a los ingresos por habitante.
Según (Banco de México, 2002) la deuda externa aumentó en 0,69% sobre PIB, con respecto a la cifra
de 2001, parte de las acciones gubernamentales para el manejo de la deuda externa, fue sin duda, la
amortización anticipada de los Bonos Brady. Para el siguiente año 2003, el crecimiento económico en
México aún era modesto, el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo registros de 1.3%, la inación general
anual de 3.98% y al nalizar el año tuvo una tendencia de aumento en la tasa de desempleo abierto
en los sectores urbanos. El ambiente económico global estuvo rodeado de incertidumbre e inestables
presunciones de la política derivada por la guerra en Irak. Otro aspecto con el mercado se debió al
desendeudamiento entre sector público y banca comercial (Banco de México, 2003).
El proceso de recuperación global en la economía Mexicana, estuvo sujeta a un impacto
regularmente favorable, en el caso del PIB en términos reales alcanzó el 4.4% de inación general
anual y el efecto en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) por consecuencia de las
fuertes presiones en las cotizaciones de los bienes en los mercados (Banco de México, 2004). Para el
2005, el PIB mexicano decreció en 3%, la inación general anual a 3.3%, la tasa de desocupación a
nivel nacional tuvo una tendencia a decrecer para ese año. Las uctuaciones de la oferta incidieron
negativamente en la economía para el 2004, repercutiendo en el año 2005 por las acciones en materia
monetaria, las conversaciones continuaron para el desendeudamiento con el exterior del sector
público y de la banca comercial (Banco de México, 2005).
En México, durante 2006 el Producto Interno Bruto, registró un porcentaje real anual de
4.8%, superior al planteado a inicios de año y el más elevado desde el 2000. Este resultado positivo
obedeció a la fortaleza del consumo, dinámica de la inversión y el favorable movimiento de la
demanda externa. Esta dinámica generó un aumento signicativo en la creación de empleos en
el sector formal de la economía, reduciendo en dos puntos porcentuales la tasa de desempleo. La
inación general cerró con 4.05% y la deuda externa en 1.01% más arriba que el 2005 (Banco de
México, 2006). Más adelante, el 2007 fue un año de gasto interno atenuando el crecimiento anual,
Deuda externa y crecimiento económico de México, período 2002-2014________________________________________