
_____________________________________________________________ Roberto Portuondo Padrón, Adolfo Díaz Sardiñas
Revista ECA Sinergia. Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. U.T.M. Año 4 Vol. 4 Página 113
INTRODUCCIÓN:
El desarrollo de la informática está jugando un papel decisivo en el desarrollo social,
aunque la aplicación de la ciencia y la tecnología parezca en casos contradecir dicho
desarrollo, lo cierto es que la ciencia es teórica y no conoce de instrumentos que mentes
perversas saquen de ella y mucho menos que la apliquen en una dirección contraria al
desarrollo humano.
Además, la sociedad ha incorporado tanto a la informática en sus procesos, que es
posible llamar analfabeto funcional a aquellas personas, que teniendo nivel
universitario, no tienen ni la menos idea de esta ciencia y no pueden emplear los medios
digitales, con lo cual no podrían hacer transacciones bancarias, inclusive, compras por
internet, así como no podría enterarse de fenómenos sociales, que silencian los grandes
medios masivos de comunicación al servicio del mal.
Pero aún más, el desarrollo de la informática juega un papel decisivo en posicionarse en
el mercado, que está regido por los países del primer mundo y que no ceden ni un ápice
de conocimientos a los países subdesarrollados, como Cuba.
Cuba hoy, está apostando al desarrollo de la industria de la informática como vía de
desarrollo. Industria que en general hay que crear y desarrollar dado el grado de
insipiencia de la misma en el país. En tales condiciones, las macro tendencias
socioeconómicas exigen el desarrollo de la industria informática, lo que se ha
convertido en una exigencia social expresada en la misión de la Universidad de las
Ciencias Informáticas (UCI); “Universidad innovadora de excelencia científica,
académica y productiva que forma de manera continua profesionales integrales
comprometidos con la patria, soporte de la informatización del país y la competitividad
internacional de la industria cubana del software” (López, 2008).
Para lograr el cumplimiento de la misión antes apuntada, es imprescindible que el
egresado revele en su desempeño los modos de actuación para los cuales fueron
formados. Sin embargo, desde el 1976, que se dio apertura a la primera carrera del área
de informática, se evidenció una contradicción entre las exigencias del proceso
productivo y las exigencias del proceso formativo, ya que este profesional no colmaba
las expectativas de los productores.
En los albores de la apertura de la carrera de Ingeniería en Ciencias Informáticas (ICI)
surgieron una serie de interrogantes ya que no se reportaba en la teoría de Diseño
Curricular una base teórica que fundamentara currículos con un alto por ciento de horas
en la actividad profesional, que sobrepasaba lo estipulado para la práctica pre
profesional. Además existió cuestionamiento del título de la carrera y algunos
especialistas se apegaban a una ingeniería y otros a una licenciatura. Todo lo anterior
evidenciaba un vacío teórico en Diseño Curricular, de forma tal, que los diseños
curriculares que se han aplicado, tienen como centro la formación académica.
En el curso 2002-2003 se inaugura la Universidad de las Ciencias Informáticas, su
currículo fue elaborado en condiciones de alta incertidumbre, soportado en el currículo
de las carreras existentes en el país, cuyo centro coincidía con lo académico y con
tiempo insuficiente para poder hacer las profundas transformaciones que exige el nuevo
escenario de la formación de profesionales de la Informática en Cuba. Como parte de la
estrategia trazada por la Comisión de Carrera de la Universidad de las Ciencias