
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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INTRODUCCIÓN
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dene al salario mínimo o básico como “el precio
mínimo de remuneración que un empleador está obligado a pagar a su trabajador por el trabajo
realizado durante un periodo determinado de tiempo, sin perjuicio a ser rebajado ni en virtud de
un contrato colectivo o un acuerdo individual”. La nalidad del salario mínimo es proteger a los
trabajadores de los salarios de precariedad y de la explotación laboral. En la actualidad, casi todos los
países del mundo han implementado una política de salario mínimo o básico legal y Ecuador, donde
la desigualdad salarial ha sido un problema grave históricamente (Acosta, 2001; Messina y Silva,
2019), no ha querido quedarse atrás.
En una economía de libre mercado, lo ideal es que los salarios se jen mediante la ley de la
oferta y la demanda con el n de evitar distorsiones en los precios de mercado, pues resulta difícil
valorar en la misma cuantía un trabajo que requiere más esfuerzo físico que mental y viceversa,
especialmente cuando el salario mínimo se ja en un nivel superior a la productividad marginal del
trabajo (Krugman et al., 2008). Sin embargo, bajo esta misma premisa los salarios también pueden estar
por debajo de la productividad marginal, lo que provocaría dos problemas: de desempleo voluntario,
ya que las expectativas de salarios altos no se cumplirían; y de pobreza, porque los trabajadores no
podrían cubrir sus necesidades básicas. Esto lleva a los gobiernos a diseñar programas de ayudas
sociales como subsidios y subvenciones de bienes y servicios para los sectores más vulnerables de la
sociedad ya que de no hacerlo, el costo social sería muy elevado (Groisman, 2013; Adams, 2019).
La idea de establecer un salario mínimo por ley está en el supuesto de que éste asegura no
solo el acceso a la adquisición de bienes y servicios más básicos para trabajador y su familia, pero
también el progreso social y económico de los individuos (Morariu, 2016). Pero una ley de salario
mínimo también puede dicultar los aumentos progresivos de los sueldos y la equiparación salarial
siempre será a la baja porque las empresas reducirían sus expectativas de contratar más trabajadores,
o remunerar con salarios más altos a trabajadores poco productivos por lo que la tasa de retorno o
ganancias para ellos disminuiría (Cahuc y Laroque, 2014).
Considerando que el mercado laboral ecuatoriano es vulnerable, con una alta tasa de
informalidad o empleo no adecuado (Del Valle, 2009; Villacís y Reis, 2016) y unos salarios por
debajo de los valores de la canasta básica según información estadística del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INEC), la política de salario mínimo ha sido preponderante en los últimos años
para controlar e incluso disminuir los niveles de pobreza y desigualdad, así como la informalidad
del empleo en el país. De hecho, en el año 2009 el Gobierno presenta el Plan Nacional para el Buen
Vivir elaborado por la Secretaría Nacional de Planicación y Desarrollo (SENPLADES) y uno de sus
objetivos es el establecimiento de remuneraciones justas sin discriminación alguna (Senplades, 2009).
Según los datos del INEC, la desigualdad de ingresos, medida por el coeciente GINI, entre los años
2010 y 2015 se ha reducido en aproximadamente 4 puntos y los indicadores macroeconómicos han
mejorado notablemente. De acuerdo a estudios realizados por Wong (2019) y Tamayo et al. (2018),
esto se debe, entre otras cosas, a la política de salario básico establecida por el Gobierno Central.
En este contexto, el cantón Santa Ana de la provincia de Manabí es uno de los que
presenta mayor nivel de pobreza a nivel nacional, según datos del Censo del 2010 del INEC, con
aproximadamente el 85% de su población viviendo en condiciones de pobreza. Cabe señalar que la
población económicamente activa (PEA) del cantón está empleada, en su mayoría, en actividades del
sector agropecuario. De acuerdo a Weller (2016) y otros autores, los salarios en el sector agropecuario
son más bajos que en otros sectores lo que hace más difícil la disminución de la brecha de pobreza
y desigualdad, sin embargo, se ha hecho avances importantes en los últimos años, por lo que resulta
interesante realizar esta investigación, para estimar los posibles efectos que ha podido tener la política
Salario básico unicado y el nivel socioeconómico de santa ana en el período 2007–2017________________________________