
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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que permitan el acceso a otras fuentes de bebidas. El agua, en este sentido, constituye un importante
sustituto ya que no contiene elementos que afecten la salud de la población. En Ecuador el 70% de la
población tiene acceso a una fuente óptima de agua para beber, en las zonas rurales este porcentaje
llega solo al 51% (INEC, 2017). Es, por tanto, importante la ampliación de su provisión, así como
programas de educación, para que pueda convertirse en un sustituto de las bebidas gaseosas. Es
por ello que, es de vital importancia la administración de la recaudación tributaria de forma que con
programas de intervención y educación se enfrenten los problemas de obesidad y sobrepeso en la
población, de forma integral.
CONCLUSIONES
Aunque el consumo de bebidas azucaradas en Ecuador no es alarmante, como en otros países de la
región, y por lo tanto no se pueda atribuir las crecientes tasas de obesidad y sobrepeso únicamente a
su consumo, sí se puede catalogar como uno de los contribuyentes a la mala dieta de los ecuatorianos
que de forma global afecta directamente al peso de la población y a su salud en general. Por esta
razón, la ENSANUT (2013) plantea políticas regulatorias sobre estos consumos. En este trabajo se
halló que una política de tipo impositiva podría ayudar a combatir este consumo nocivo dado que
se encontró que su demanda es elástica. Esto, asumiendo otros factores constantes. Sin embargo, la
política no tendría resultados positivos si la disminución del consumo de gaseosas es compensada
por un traslado del consumo hacia a otras fuentes de azúcar, incluyendo bebidas y alimentos. En este
sentido, es importante ampliar la investigación en este campo a la estimación de la demanda de una
canasta de bienes más amplia de forma que abarque otros bienes en la dieta del ecuatoriano promedio
y, esto a su vez, permita observar otras relaciones de complementariedad o sustituibilidad, además
de las halladas en este trabajo. Dados los patrones de consumo de bebidas azucaradas aquí descritas,
es primordial la educación nutricional para disminuir su demanda sobre todo en los sectores de
población de menor ingreso, debido a que su consumo se halló menos sensible que el de la población
de alto ingreso. La educación nutricional, y además la ampliación de la provisión de fuentes óptimas
de agua potable se identican como estrategias de suma importancia para regular el consumo de
bebidas azucaradas en la población. Finalmente, para avanzar en el análisis del potencial de una
política de tipo impositiva, es necesario completar el análisis con información sobre el porcentaje
de traslación de impuesto y, con ello, llevar a cabo estimaciones de la variación en el consumo de la
población.
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____________________________________________________________ Joselin Segovia; Mercy Orellana; Juan Sarmiento