
MARÍA PIEDAD ORMAZA, WLADIMIR PALACIOS ZURITA
Junio2015|ISSN1390‐6623|AÑO6VOL.6|Sinergia|31
INTRODUCCIÓN
El trabajo es una competencia legal y una libertad creadora en la que el individuo
realiza esfuerzo físico, transformación, creación de valor y utilidad, aportando
desarrollo a una sociedad; en este sentido a toda persona se le faculta el derecho a
laborar en un ambiente adecuado y propicio, que garantice su salud, integridad,
seguridad, higiene y bienestar (Asamblea Nacional, 2008).
La organización del trabajo en las instituciones públicas se ajusta a variables de
desconcentración y descentralización procurando que las personas trabajen juntas con
ordenamiento y uso racional de los recursos, esto incluye la integración con la
tecnología, herramientas y materiales, mediante procedimientos con niveles que
aseguren la calidad del producto o servicio (Bernal y Ramos, 2012). También se ha
de considerar al hombre como elemento esencial del sistema empresarial, al que se lo
debería mantener libre de estrés o insatisfacción para reducir el absentismo, la
conflictividad y baja productividad de la organización (Cabaleiro, 2010). Por ello
toda actividad laboral en centros de trabajo, debe considerar la prevención,
disminución o eliminación de los riesgos y el mejoramiento del ambiente laboral
incluyendo su organización (IESS, 2011).
Kanawaty (2010) para el estudio del trabajo utiliza dos elementos; el estudio de
métodos a través del registro y examen crítico de los modos de realizar las
actividades, para efectuar mejoras; y, el estudio de tiempos aplicados como técnica
para medir los lapsos de ejecución y ritmos de trabajo, agrega Vargas (2011), que
esto ha de considerar los horarios establecidos en la normativa referente al régimen
de trabajo y descanso. Gómez (2010) señala que la organización del trabajo está
orientada a garantizar la CVL, respondiendo a la necesidad de los trabajadores(as)
con base en indicadores múltiples; Huerta et al. (2011) dice que algunos de estos son:
satisfacción, reconocimiento de los resultados alcanzados, relaciones con el grupo,
salario percibido, ambiente psicológico y físico de trabajo.
De esta manera las medidas o acciones que se tomen para contribuir a lo indicado
anteriormente, debe establecerse en un programa de mejoras que según González
(2010) se elabora en base a la naturaleza de la organización, y a partir de éste mejorar
las estrategias y formas de operar el trabajo. Para Espiñeira et al. (2012) este
programa debe apoyarse en una filosofía de gestión que destaque el papel de las
personas como eje de las instituciones en la ejecución de procesos y logro de sus
resultados, además de la ética y responsabilidad ante los ciudadanos; promoviendo el
dinamismo y la mejora continua.
En las UDIV de la carrera de Agroindustrias, se detectó que la estructura de la
jornada laboral en cuanto a la división de tareas y la determinación científica de
tiempos de trabajo y descanso constituyen potenciales debilidades, situación que
demanda un procedimiento para diagnosticar los indicadores referentes a la
organización del trabajo, para en una instancia superior establecer un programa de
mejoras con medidas preventivas y correctivas capaz de garantizar la CVL de los
trabajadores(as) en las diferentes actividades laborales.
METODOLOGÍA
El estudio consideró el método inductivo, deductivo, holístico y analítico, aplicados
en la observación, registro, clasificación, descomposición y análisis de los elementos
de la organización del trabajo como el estudio de métodos y el estudio del régimen de
trabajo y descanso.