
FÉLIX SIXTO PILAY TOALA
70|Sinergia|ISSN1390‐6623|AÑO6VOL.6|Junio2015
INTRODUCCIÓN
En el mundo moderno la sociedad del conocimiento está encaminada a que los
gobiernos provinciales, municipales, parroquiales y a nivel de Gobierno Central,
previo a elaborar su presupuesto, pongan en práctica los principios del presupuesto
participativo, que es un sistema reconocido en la conferencia sobre: “Habitat II “(II
sobre los asentamientos humanos, HABITAT II, 1996)”, organizado por la ONU,
como una de las 42 mejores prácticas de gobierno.
De las investigaciones realizadas en literatura especializada se determina que el
presupuesto participativo, surge en Porto Alegre, Brasil, como la puesta en práctica
de una promesa de gobierno del partido de los Trabajadores que llegó al poder
administrativo y político, mediante el voto popular y universal.
Surge esta opción política de izquierda, a la que se le llamó en su momento como
la “[…] Administración Popular […]” (Harnecker, 1999) y perseguía que la
ciudadanía intervenga de forma directa en el quehacer público, así, lograr que la
ciudadanía se comprometa, se empodere y sea parte de la solución del problema, y no
como había sido en el pasado, el problema. Su aplicación buscaba y busca en los
actuales momentos, ya que ahora más que nunca se encuentra al orden del día una
gran discusión, en donde se persigue que haya una participación ciudadana, en la
toma de decisiones, vía efectiva para la democratización de las decisiones
gubernamentales.
La investigación que se pone a consideración surge como una respuesta, ante el
relativo abandono de los gobiernos locales en toda la patria y porque el tema
del presupuesto participativo si bien lo recoge la Constitución de la República
del Ecuador aprobada en el 2008, el COOTAD, Código Orgánico de Planificación y
Finanzas Públicas, la Ley Orgánica de Participación Ciudadana entre otras, no ha
sido objeto de estudio profundo que permita a los GAD´s contar con un
instrumento apropiado.
Con su aplicación de manera adecuada permitirá que la mayoría de las
provincias, cantones y parroquias del Ecuador que evidencian marcadas
necesidades en lo que se refiere a los servicios básicos como agua potable,
energía eléctrica, telefonía fija, Internet. Además de su infraestructura básica
limitada, tales como, alcantarillado, canalización, vías de comunicación, puentes
peatonales y carrozables, centros de salud, hospitales, escuelas, colegios y
universidades, se verían satisfechas.
El Presupuesto participativo es un mecanismo para hacer efectiva la
participación ciudadana, es un modelo que recoge experiencias de algunos países y
pasos fundamentales para la construcción de un sistema en donde las
organizaciones sociales y la ciudadanía en su conjunto, haciendo uso legítimo de lo
estipulado por las leyes, participe activamente en la elaboración, ejecución,
evaluación y rendición de cuenta del presupuesto participativo.
En el Ecuador pese a que, ha pasado más de una década en que se empezó a
enfatizar en este tema, salvo algunas excepciones, no se avizora a corto plazo que
tanto los Prefectos (provincial), Alcaldes (cantonal) y Presidentes de juntas
(parroquiales), evidencien sus esfuerzos para hacer posible que este instrumento
que busca mejorar la relación Estado-Sociedad y permite la construcción del buen
vivir y de una sociedad con alto nivel de justicia e igualdad se concrete.
La investigación revela, que varios países en América del sur como Brasil,
Argentina, Colombia, Perú, Uruguay, Chile, Venezuela han experimentado
importantes avances en el tema presupuesto participativo, también en el Ecuador