
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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Por lo que, siguiendo la misma línea, la formación en competencias emprendedoras en la
universidad debe situar al sujeto como el centro del proceso de aprendizaje, donde lo trascendente es
el saber ser con respecto al contexto, siendo capaz de efectuar transformaciones en él a partir de una
actitud crítica del estudiante/futuro profesional emprendedor frente a su realidad externa (Gómez
Vallejoa & Satizábal Parra, 2011, pág. 125). Orden ECD/65/2015 citado en (Paños Castro, 2017, pág.
38) señala que “las metodologías que mejor favorecen la participación activa, la experimentación
y el aprendizaje funcional para el desarrollo de competencias son: el aprendizaje por proyectos, el
estudio de casos, los centros de interés y el aprendizaje basado en problemas”. Sarasvathy, 2001;
Kirby, 2004; Gibb, 2005; Timmons y Spinelli, 2007 citado en (Gómez Vallejoa & Satizábal Parra,
2011, pág. 126) identican las competencias indispensables en el proceso emprendedor: competencia
para la conformación de redes, competencia para la resolución de problemas, orientación al logro,
competencia para asumir riesgos, trabajo en equipo, creatividad, autonomía e iniciativa.
En universidades como la Universidad Politécnica Salesiana se fomenta poca cultura de
emprendimiento, que permita desarrollar habilidades y destrezas emprendedoras a los egresados
y graduados de la carrera de Administración de Empresas y existe una escasa disponibilidad de
fuentes de nanciamiento que limita la ejecución de proyectos de emprendimientos (Robalino Pozo,
Correa Fajardo, & VizueteI Alarcón, 2014, págs. 176-177). De igual manera la percepción que tienen
los egresados de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad de Guayaquil acerca de los
procesos de estimulación o incentivación del emprendimiento son desalentadores y perciben entre
los factores que marcan el aumento de los índices de emprendimiento el apoyo del gobierno, la
universidad, empresas entre otros y la motivación del emprendedor además de la percepción de
poseer capacidades, habilidades y conocimientos, es decir la seguridad de una formación solida en
emprendimiento (Acosta Zambrano & Cruz Villao , 2017, pág. 79). En la Universidad Europea de
Madrid los estudiantes consideran que debe tener asistencia sobre ampliar la visión de qué se puede
hacer con el título que se obtiene, obtener información sobre oportunidades, todas las aplicativas de
la carrera y referencias de actividades realizadas en otros países sobre la carrera estudiada, además
de la guía de un sujeto que ejerza la profesión y sirva de experiencia en la aplicabilidad de la misma.
Igualmente, no se percibe que exista suciente información sobre los recursos de los que disponen
las universidades para orientar o ayudar a los estudiantes con intención emprendedora y se asevera
la posición de maestro como mentor en el proceso universitario. (Castelao Naval, González Pascual,
Ramos, & Ruiz Pomada, 2015, pág. 197)
En cuanto a la ULEAM, es una entidad que como cualquier otro centro de formación de
educación superior debe poseer la capacidad para desarrollar investigación cientíca y tecnológica; y
en la Facultad de Administración, en la Escuela de Marketing donde se desarrolla el presente estudio,
desafortunadamente el tema se encuentra descuidado por distintos factores, tales como, modelos
de estudio poco prácticos e interactivos, una débil organización de los procesos investigativos, la
desvinculación de los estudiantes en proyectos liderados por docentes, las inconsistentes alianzas
con empresas que contribuyan a la formación profesional de los estudiantes y de este modo ayuden
a esclarecer las problemáticas reales de la sociedad, las cuales puedan convertirse en estudios
trascendentes efectuados por la carrera de mercadotecnia y por su puesto la falta de interrelación con
otras facultades para la realización de investigaciones mucho más prácticas y acertadas.
Innovación en las pymes
La acción innovadora de una empresa está condicionada por una serie de elementos como el entorno,
sector económico, cooperación, tamaño, disponibilidad de recursos, gestión de la empresa, entre otros.
En el caso del tamaño de la empresa Schumpeter (1942) analizó las diferencias cualitativas entre la
actividad innovadora de las empresas de menor tamaño y las grandes, con áreas de investigación y
desarrollo (I+D), estableciendo que la actividad innovadora aumenta más que, proporcionalmente,
con el tamaño de la empresa. (Reyes Islas, 2018 , pág. 7)