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Revista ECA Sinergia
ISSN-e: 2528-7869
https://www.revistas.utm.edu.ec/index.php/ECASinergia
Vol. 13 Núm. 2 (118-128) Mayo - Agosto 2022
revistaecasinergia@gmail.com
Universidad Técnica de Manabí
DOI: https://doi.org/10.33936/eca_sinergia.v13i2.3514
INTRODUCCIÓN
Ecuador es uno de los países que posee una amplia diversidad patrimonial, histórico-cultural, y en especial su gastronomía,
constituida por los hábitos alimentarios, costumbres y tradiciones que contribuyen a la identidad gastronómica de sus habitantes. En
la cual se vincula la fusión de la cultura y la gastronomía, a través del uso y consumo de los productos propios del lugar, creando su
cultura gastronómica, pero a pesar de ello, esta se ha visto devaluada por el consumismo en las franquicias internacionales, cadenas
de comida rápida, y/o comida internacional que existen en la actualidad.
En ese sentido, la cultura gastronómica se enlaza con los conocimientos en métodos y técnicas de cocción de las preparaciones y
elaboraciones que existen en el hábito alimentario culinario, involucrando a la identidad como parte del origen y estilo de relacionarse
entre una comunidad con otra, por lo tanto:
“[…] la cocina juega un lugar esencial en la cultura, ya que a través de esta se representan los sabores, gustos, costumbres, tradiciones,
valores, etc., los cuales se ven inmiscuidos al momento de preparar un alimento, en los utensilios de cocina con sus signicados y
funciones de acuerdo al entorno, en la organización y motivo para su elaboración, y en las distintas costumbres y tradiciones que lo
acompañan. […]” (Leyva & Gómez, 2012, pág. 151).
De esta manera, ha sido parte los hábitos alimentarios que se encuentran vinculados al patrimonio alimentario en el que se presta
“especial atención a aquellos elementos de cultura que constituyen el núcleo de las relaciones sociales, que explican las pertenencias
étnicas y de clase, que constituyen símbolos de identidad” (Henao, 2007, pág. 280). De acuerdo a esto, la identidad se trasmite con
la interacción de las personas, y sus conocimientos en la cultura y la gastronomía en relación a los hábitos alimentarios.
En ese sentido, comprende diversos temas relacionados con las costumbres y tradiciones que se fusionan al patrimonio alimentario,
y la inuencia en la gastronomía ecuatoriana-quiteña, en efecto, al valor inherente de la comida en un lugar patrimonial como es
el centro histórico de Quito. A pesar de ello, ha sido valorado más por su valor histórico como patrimonio de la humanidad, sin
dar relevancia a la alimentación, la cual viene desde inicios de la convivencia, en el que se compartieron tradiciones, memorias,
herencias y cultura durante la ingesta de comida. De acuerdo a esto, la amalgama de períodos y bienes a destacado a la cultura
quiteña por la caracterización en el patrimonio alimentario, constituido desde el origen de la convivencia alimentaria hasta su
preparación gastronómica tradicional (Pazos, 2008).
De acuerdo a esto, el centro histórico de Quito es considerado como patrimonio cultural de la humanidad por las edicaciones
patrimoniales, los hechos y acontecimientos históricos que se manifestaron durante la época de la conquista española con el
imperio incaico, y que ahora constituyen la herencia en la escuela quiteña, las festividades, costumbres y tradiciones, como parte
del conocimiento de la cultura quiteña. Por lo tanto, el desarrollo de la conquista española, fue el “[…] resultado de la interacción
entre la tradición culinaria negra, indígena y española, es decir, a los conocimientos, saberes y prácticas alimentarias resultado de la
convivencia entre culturas diferentes. Las transculturaciones, son resultado de estrategias de imposición por la institución colonial.
[...]” (Unigarro, 2015, pág. 38).
Es por esto que, la cultura gastronómica como el patrimonio alimentario fueron el resultado de una neo-culturización, que formó
parte de la gastronomía de la localidad, con los cambios en los hábitos alimentarios, los procesos históricos y la unión de culturas
en el Centro Histórico de Quito. Así, se relaciona la conceptualización como una nueva cultura emergente a la adaptación de su
localidad que corresponde a su gastronomía. De acuerdo a esto, han surgido nuevas tendencias alimentarias gastronómicas como,
por ejemplo, el comer sostenible, que se relaciona con la conservación del medio ambiente y adquirir alimentos de calidad sin
químicos, totalmente naturales. Por otro lado, se ha optado como una técnica culinaria la cocina de aprovechamiento, la cual se
dene como en utilizar todo el alimento en sí, desde su merma hasta sus residuos, esto con el n de evitar el desperdicio. De igual
forma, se encuentran los alimentos de estilo gourmet, por ejemplo, sándwiches, tapas españolas, quesos y ambres, etc., destacando
su consumo entre horas, conocido como picada trendy (Balanzino, 2019).
Los saberes culinarios han sido trasmitidos mediante la tradición oral de generación en generación, sin embargo, en la actualidad
esta forma de enseñanza aprendizaje se ve afectada por los efectos de la migración y de la globalización, pues el abandono del
campo, la urbanización acelerada de las zonas rurales, la producción industrial de los alimentos, los cambios ambientales del planeta
y el vivir en una sociedad marcada (Rodas, 2013, pág. 40).