
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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industriales, para elaborarse en los propios laboratorios.
A las relaciones entre la ciencia y la tecnología, hay que añadir la de “sociedad” y a estas, la
de “información”. Esta última tiene un impacto considerable en las relaciones económicas, políticas,
sociales y culturales. Desde los inicios de la sociedad, la información se encuentra presente en todos
sus aspectos y dimensiones. Esto ha sido destacado por varios cientícos, entre los que se encuentra
el fundador de la cibernética, Norbert Wiener, el cual la dene como el conjunto de datos que son
objeto de intercambio con el mundo externo, mientras nos ajustamos a él y hacemos que él se ajuste
a nosotros (Wiener, 1989).
La denición de información está estrechamente ligada a la de dato. ¿Son los mismos?,
¿Hay diferencias? El dato es una representación simbólica de condiciones, hechos, situaciones que
tienen un signicado parcial y aislado. Al mismo tiempo, un conjunto de datos relacionados entre sí,
pero que además son signicativos y pertinentes, forman lo que se conoce como información.
Sin duda alguna, en los últimos años, los sistemas de información han mejorado la capacidad
de generar y mejorar elementalmente la información desde sus rasgos físicos, hasta procesarla,
analizarla y convertirla en conocimiento, mediante complejos procesos cognitivos. Tanto así que
desde la perspectiva de la ciencia de la dirección, el conocimiento pudiera considerarse como “la
capacidad de solucionar problemas, el saber qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo, dónde hacerlo
y para qué hacerlo” (Blanco, 2011, pág. 33).
Por su lado Ferrell y Hirt, indican que la información “comprende los datos y conocimientos
que se usan en la toma de decisiones” (Ferrell, Hirt, & Ferrell, 2009, pág. 121). Es una denición
que, aunque no nos satisface totalmente, avala el criterio casi tautológico de que, sí una persona
se encuentra bien informado sobre un aspecto, seguramente su decisión al respecto podrá ser más
acertada que una persona que no tenga tal información.
Sociedad de la información y conocimiento e interoperabilidad en el gobierno.
Para comprender mejor el concepto de sociedad de la información, debemos remontarnos hasta los
nales de los años setenta y ochenta del siglo XX, cuando un grupo de autores destacaban el inicio
de un período de grandes cambios económicos y sociales, a partir del uso y generación creciente de
la información y el conocimiento como recurso económico y de gestión.
El matemático estadounidense Norbert Wiener, desarrolló una losofía general de la
tecnología, pues se propuso reunir teóricamente y de forma lógica, un conjunto de conocimientos
disciplinarios diferentes, y hasta ese momento aislados entre sí; tras haber realizado sus estudios
y análisis, concluyó que ya sea un ser biológico, articial o mecánico, se le puede denir en base
al intercambio de la información que se produce. Llamó a ese cuerpo de conocimientos, teorías y
consideraciones de carácter cientíco, Cibernética. Los principios desarrollados en la cibernética
destacan los “comportamientos de intercambio de información” (Wiener, 1989, pág. 114). Para él, el
ser humano y la sociedad son entidades compuestas esencialmente de información.
Por otro lado, en 1998, Manuel Castells dene a la sociedad de la información como un
nuevo sistema tecnológico, económico y social basado en “una economía en la que el incremento de
productividad no depende del incremento cuantitativo de los factores de producción (capital, trabajo,
recursos naturales), sino de la aplicación de conocimientos e información a la gestión, producción y
distribución, tanto en los procesos como en los productos”. (Castells , 1998, pág. 137).
En la sociedad de la información y el conocimiento, se produce una participación cada vez
más creciente de las personas y las organizaciones, en el empleo de las TIC, para realizar múltiples
actividades de la vida diaria. En este sentido, la administración pública y el gobierno no han sido una
excepción. Se concluye que el gobierno electrónico es el empleo que la ciudadanía (incluyendo, por
supuesto, además del ciudadano individual, las organizaciones gremiales, estudiantiles, los sindicatos,
el sector empresarial privado, etc.) y sus instituciones, el estamento gubernamental y la administración
pública; hacen de las tecnologías de la información y las comunicaciones; con el objetivo de mejorar
la participación ciudadana en las decisiones de gobierno y estimular el empoderamiento de los
ciudadanos, además que facilita los servicios que la administración pública presta a la ciudadanía y
_______________________________________________________________________________Olger Yaulema, Tatiana Lucio, Lázaro Blanc