
Efectos de la percepción de inseguridad en la Sostenibilidad Financiera de MIPYMES en Santo Domingo-Ecuador
Zapata-Barros et al, 2025
revistasinergia@utm.edu.ec
Vol. 16, Núm. 1 (24-33): Enero-Abril, 2025
e-ISNN 2528-7869
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Revista ECA Sinergia
DOI: 10.33936/ecasinergia.v16i1.6872
INTRODUCCIÓN
La principal preocupación de la población en el Ecuador en los últimos años es la seguridad (Comunicaliza Ecuador,
2024). Esta preocupación ha creado un ambiente de desconanza y percepción de inseguridad que afecta las actividades
cotidianas y productivas a nivel nacional. Su inuencia se extiende a diversos aspectos, afectando tanto la calidad de
vida de la población como la operatividad y continuidad de empresas y negocios grandes o pequeños. La percepción
de inseguridad se puede conceptualizar principalmente como el “miedo al delito” (Medina, 2003, p. 2). Esta evaluación
subjetiva analiza la posibilidad de ser víctima de un crimen en un lugar especíco. Esta idea inicial es muy importante para
entender las posibles consecuencias derivadas de la percepción individual de inseguridad en un territorio determinado,
así como para analizar cómo esto puede impactar aspectos como las decisiones de individuos y empresas. El temor a ser
víctima de la delincuencia depende de múltiples factores y en ultimo termino es un aspecto valorativo individual que
incluso puede diferir con los niveles objetivos de crimen que pueden existir en un determinado lugar, de hecho “El miedo
al delito viene estudiándose desde nales de los años 60, encontrándose que, en muchas ocasiones, las tasas objetivas de
delito no concuerdan con la percepción subjetiva de los ciudadanos” (Sanz et al., 2010, p. 2).
El aumento de actividades delictivas en un determinado territorio genera una creciente sensación de inseguridad en la
población y afecta de forma negativa la conanza hacia las instituciones estatales (Ausay Oleas, 2022). En la provincia
de Santo Domingo de los Tsáchilas, se ha evidenciado un signicativo incremento en los niveles de criminalidad (tasas
objetivas) en los últimos años. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2024), se observó un
signicativo incremento en la incidencia de homicidios intencionales, que pasaron de 71 en el año 2021 a 214 en el año
2022. En el año 2022, se evidenció un aumento en las denuncias de delitos de alta incidencia, totalizando 3,238 casos.
No obstante, durante el año 2023, se observó una reducción importante, con un total de 1,519 denuncias registradas.
Esta disminución podría interpretarse como un indicio de mejoría, aunque es plausible considerar que no necesariamente
reeja una disminución en la comisión de delitos. Es posible que esta reducción esté relacionada con una disminución en
la conanza de la población hacia las instituciones vinculadas a la seguridad.
El aumento de la inseguridad, especialmente de delitos como el sicariato y la extorsión, han afectado la percepción de
inseguridad en varias regiones del país, inuyendo directamente en la actividad empresarial y las decisiones de inversión
(Capcha Chuquiyauri, 2024) Así también, actos delictivos perpetrados en distintos centros penitenciarios nacionales han
ocasionado un incremento general en la tasa de criminalidad del país, lo que a su vez ha empeorado la percepción de
inseguridad y las dicultades que las empresas enfrentan en su desarrollo. (Cacierra et al., 2023). En paralelo, la falta de
una respuesta precisa por parte del estado y las complicaciones en la implementación de políticas públicas han contribuido
a la profundización del problema de inseguridad y violencia (Agogbua, Stanley Ndubisi et al., 2022). En este contexto, es
importante determinar cómo la percepción de inseguridad afecta la sostenibilidad nanciera de las MIPYMES en Santo
Domingo. La inseguridad no solo inuye en la seguridad física de las personas, sino que también tiene consecuencias en
el acceso a servicios básicos, actividad productiva y consenso social (Austin-Egole, I. S. et al., 2022).
Varios estudios han mostrado que la criminalidad y la violencia pueden modicar la conanza empresarial y la
disponibilidad de crédito, reduciendo las oportunidades de crecimiento y desarrollo económico (J. Vicente Fruet-Cardozo
et al., 2022) (Lima, 2019) (International Crisis Group, 2017) (López, 2019) (Adair & Fhima, 2014). En la provincia de
Santo Domingo de los Tsáchilas, el 89.5% de los empresarios están preocupados por ser víctimas de algún delito, con
la extorsión percibida como el principal problema (90%). Esta preocupación es particularmente elevada en las grandes
empresas (96%) (Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), 2023, p. 28). Además, entre 2022 y 2023, las
extorsiones aumentaron signicativamente en 18 de las 24 provincias, incluidas Guayas, Pichincha y Santo Domingo de
los Tsáchilas(Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), 2023, p. 19).
La relación entre percepción de inseguridad y decisiones empresariales ha sido explorada por diversos estudios. En
palabras de (Gaviria & Pagés, 2002) la inseguridad y el crimen afectan negativamente la inversión y el crecimiento
económico en América Latina. En esa misma línea (Clarke, 2012) sostiene que la percepción de inseguridad puede llevar
a las empresas a destinar recursos signicativos a medidas de seguridad, reduciendo así la inversión en áreas productivas.
Para (Fajardo & Dantas, 2018) vivir en un entorno inseguro afecta negativamente la disposición de las personas a ahorrar
para el futuro. (Ruggiero, 2022) añade que la incertidumbre económica puede limitar la participación de inversores en
iniciativas a largo plazo, reduciendo la innovación y el crecimiento empresarial. Así mismo (Tarazona & Ríos, 2021)
destacan que la inseguridad económica frena el desarrollo empresarial, incrementando costos y reduciendo la demanda,