
QhaliKay. Revista de Ciencias de la Salud. Publicación arbitrada cuatrimestral. ISSN 2588-0608 / Septiembre-Diciembre 2020;4(3):28-36
Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador 29
Introducción
Al caracterizar la superación de los recursos humanos en la región latinoamericana antes del año 2000
es reconocido que, a pesar de los avances logrados, no se alcanza la necesaria elevación de la calidad
de la formación, lo que actúa como un elemento limitante en los logros de la capacitación, superación
o mejoramiento profesional
1
. En este sentido, el educador, concebido como maestro o profesor, tiene
la misión de coordinar todas las influencias para la educación de la personalidad de acuerdo al ideal
social actual y futuro, a la vez que es educado a sí mismo como profesor.
Algunos trabajos
2
señalan que este nuevo interés surge porque nacen nuevos planteamientos ante
la problemática de la calidad de la educación, que conlleva una reconsideración de la figura del
profesor como elemento sustantivo en la relación didáctica.
Otros estudios
3,4
plantean que la transformación profesional exige mayor integración de la
universidad en un sistema de formación continua asociada a la organización laboral (institución o
empresa), sin despojar de su papel coordinador al profesor en la universidad, donde las relaciones
interpersonales favorezcan esa integración con todos los niveles del entorno.
En las discusiones de la UNESCO, a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, se
determinó al profesor universitario como sujeto que debe recibir formación continuada en el
postgrado, particularmente en el contexto latinoamericano a inicios de los años 2000. De manera que
la preocupación por la preparación de profesionales para la Educación Superior constituye un reto
para cualquier país en el siglo XXI.
Deviene una necesidad compartida por los sistemas educativos contemporáneos
5,6
en un momento
de clímax del desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, donde se
posicionan investigadores de la Educación Avanzada como teoría pedagógica cubana
7,8
. En sintonía
con el Reglamento de Categorías Docentes de la República de Cuba, donde hace referencia a que la
educación de postgrado a la vez que atiende demandas de capacitación que el presente reclama, se
anticipa a los requerimientos de la sociedad, creando las capacidades para enfrentar nuevos desafíos
sociales, productivos y culturales.
Cuba, en franca consonancia con la preocupación internacional por la formación docente del
profesor universitario, en los documentos normativos como el Reglamento de trabajo docente y
metodológico
9
y Reglamento de categoría docentes
10
, ambos del Ministerio de Educación Superior,
así como en opiniones recogidas en la literatura internacional
11,12
y nacional
13-18
referidas a la
preparación del docente universitario, se declara la necesidad de preparar en Pedagogía a estos
profesionales, conscientes de que como escribió José Martí “…la educación tiene en estas tierras un
trabajo mayor: es la educación, el estudio que el hombre pone en guiar sus fuerzas; tanto más trabajosa
será su obra, cuantos sean potentes y rebeldes las fuerzas que quiere conducir y encaminar”
19
.
El desempeño docente en Cuba ha sido estudiado
20-26
por profesores investigadores desde hace más
de 30 años y sus aportes constituyen antecedentes en este trabajo.
Entre los primeros estudios desarrollados en Cuba, dirigidos a la superación de los profesores
universitarios, destaca uno que constituyó el punto inicial de la Educación Avanzada y Teoría
Educativa cubana encaminada al Mejoramiento Profesional y Humano
27
. En dicho trabajo se dirigió
la acción sobre los presupuestos teóricos de que el hombre puede transformar su entorno en diversos
grados de calidad (profesionalidad), en la medida que se interrelaciona con el mismo y con los demás,
definiendo el desempeño docente del profesor graduado de carreras no pedagógicas como:
"Actuación real que permite identificar el nivel de profesionalidad de los profesores, donde deben
mostrar a través de su reflexión, la interrelación sistémica entre el dominio de determinado campo de
saber, la forma en que asume la docencia en su identidad profesional y las estrategias pedagógicas,
generalmente de reciente incorporación, para orientar, tutorar, controlar y evaluar los
comportamientos de las personas a las que educa y de sí mismo en el contexto de actuación en que
ejecuta la docencia, en función de los procesos académicos, investigativos, laborales y de extensión
universitaria con ética, precisión, pertinencia, originalidad, profundidad y proactividad”
28
.
La formación y superación permanente de profesores universitarios en universidades no
pedagógicas es un proceso simultáneo a su desempeño docente. Estos profesionales graduados de
carreras no pedagógicas, como los médicos, enfermeros, ingenieros, artistas, agrónomos, sociólogos;