
QhaliKay. Revista de Ciencias de la Salud. Publicación arbitrada cuatrimestral. ISSN 2588-0608 / Enero-Abril 2021;5(1):8-20
Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador 15
artritis reumatoide. En este tipo de patrones, usualmente no hay tiempo para que se presente un
aumento importante de las gamma globulinas y en los casos que se presenta es mínimo. Esto ha sido
confirmado por Álvarez de Cienfuegos et al.
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quienes mencionaron que estos patrones también
aparecen como respuesta hormonal secundaria a trastornos que afectan a la hipófisis y las glándulas
suprarrenales o tras la administración de ACTH o corticosteroides, por la intervención del eje
diencéfalo-hipófisis suprarrenales, tales como los mecanismos osmóticos, sobre todo en los casos en
los que hay hipoalbuminemia como respuesta al descenso de la presión osmótica y, por ende, existe
aumento de algunas de las alfa-1-globulinas, sobre todo la alfa-1-glicoproteína ácida, que tiende a
compensar homeostáticamente el descenso de la presión oncótica del plasma.
La presencia de aumento de la alfa-1 y 2-macroglobulina como respuesta específica secundaria a
embarazo, lactancia y neoplasias donde el ascenso es de causa mixta y compleja y que cualquiera de
estas causas produce manifestaciones de dos tipos, aunque de diferente intensidad que pueden ser
locales (en forma de vasodilatación, edema, aflujo leucocitario, agregación de plaquetas y fibrina en
las zonas afectadas, liberación de quininas vasoactivas, serotonina, histamina, prostaglandinas,
enzimas lisosomales o sistémicas: en forma de fiebre, dolor, leucocitosis, alteración del espectro
proteico)
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En cuanto a la elevación o disminución de algunas de las fracciones aisladas de la electroforesis,
que no incluyeron alteraciones de la albúmina ni de las gamma globulinas y que en esta casuística fue
del 17 % del total de ELP patológicas, Álvarez de Cienfuegos et al.
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plantearon que existen múltiples
factores que modifican el proteinograma y que están en su mayoría relacionados con la fase
preanalítica de la extracción de sangre, como son: la diferencia de hemoconcentración entre sangre
venosa y arterial, la aplicación del torniquete que si es prolongada se obtienen valores proteicos
ligeramente elevados, las oscilaciones posturales, por ejemplo, el decúbito favorece la hemodilución
y, por tanto, el descenso de las proteínas totales y de las diferentes fracciones, las
hiperlipoproteinemias por hiperquilomicronemias, sin mencionar que la turbidez típica del suero,
puede hacer que se observe en la electroforesis un pico agudo próximo a la fracción gamma. Además,
pueden afectar las muestras hemolizadas, pues las alteraciones se deben a la hemoglobina y las
proteínas del estroma eritrocitario no hemoglobínicas, la presencia de inmunocomplejos que
producen en la electroforesis una zona más densa que puede imitar una paraproteína monoclonal, la
extracción después de la administración de contrastes yodados y otros medicamentos que producen
descenso de la albúmina y ascensos de las gammaglobulinas o de la administración de diuréticos que
ocasionan elevaciones de la proteinemia y de las diferentes fracciones proteicas por
hemoconcentración. Otros factores que afectan son los nutricionales y étnicos relacionados con los
hábitos alimentarios y con las infecciones endémicas, el ejercicio físico intenso y el estrés modifican
las proteínas plasmáticas por acentuación del metabolismo.
En la Figura 7 se pueden observar las enfermedades asociadas a las 91 GM (14 % de las ELP
patológicas) que se observaron en esta investigación. El intervalo de edad para esta enfermedad osciló
entre de 15 a 90 años y el 27 % de los pacientes tenía una edad menor a 60 años. La GM predominante
fue el mieloma múltiple (MM) con el 33 % de casos, seguido de las GM sin diagnóstico en las
historias clínicas con el 29 % de casos; las GM de significado incierto secundarias presentaron el 27
% de casos, la leucemia linfoide crónica y linfoma no Hodgkin con el 7 % de casos, y con un menor
porcentaje el lupus eritematoso sistemático y hepatitis autoinmune con 4 % de casos. Dentro de las
GMSI secundarias se encontraron las siguientes enfermedades en el diagnóstico clínico: cáncer de
columna, próstata, tiroides, testículo, pulmón, páncreas, leucemia mieloide, esplenomegalia,
neumonía, septicemia, trombocitopenia, pénfigo y fascitis.