Revista de Ciencias de la
Salud
promovida por el director de un proyecto dado el enorme potencial creativo que la
autoorganización propicia.
Desde la visión actual que desarrolla la política de salud pública cubana, se puede considerar la
necesidad de intencionar el paso del principio de la intersectorialidad a la transectorialidad, el cual
no solo constituye una de los pilares fundamentales de la dirección organizacional en este sector,
sino que también se puede convertir, mediante la dinamización de las relaciones entre las
entidades, organizaciones y actores sociales, así como de sus correspondientes disciplinas
científicas, en el motor principal de la gestión más efectiva de proyectos de investigación en salud.
Además, hoy como se sabe ya existen sistemas de vigilancia basados en este principio
48
.
V.
La formación de valores para los equipos de investigación transdisciplinarios.
Los valores desarrollan virtudes que desplegadas diariamente en nuestro ambiente benefician a
nuestro entorno y a la sociedad en general, dentro del pensamiento filosófico existe un punto
central que es cómo queremos llegar a ser en el futuro, en un estado mejor. Para poder pasar de
un estado actual a un mejor estado es necesario que se comprenda primero que para hacer
mejoras tenemos que fundarlas en ciertos puntos claves. La estrategia transdisciplinaria
contempla una serie de principios generales de la dirección organizacional, que han fruto del
proceso de integración del saber, así como enfatiza la necesidad de su revisión desde la
perspectiva de los estudios sobre los valores en el proceso de dirección, por ello es preciso
asumir que se debe:
-Lograr unidad, cohesión y cooperación en el proceso de dirección del grupo y del equipo, el logro
del consenso a partir de las opiniones discutidas, colegiadas y compartidas.
-Alcanzar la relación dialéctica entre el liderazgo y la subordinación, mediante la delegación
sistemática y responsable de funciones en los demás miembros del grupo de investigación y del
equipo de dirección.
-Dirigir las acciones para lograr el espíritu y trabajo eficiente en equipo, en el que se logre alta
empatía psicológica y comunicacional, así como cooperación, complementariedad, confianza
mutua, diálogo, discusión, debate y conversación creativa
21
, mediante el uso de los tipos y estilos
de pensamiento, así como del pensamiento divergente, que utiliza diferentes enfoques y
aprovecha las inteligencias múltiples (tipos de inteligencias) de todos los protagonistas del
proceso de dirección
18,49,50,52
.
-Trabajar en función de lograr una relación dialéctica entre la centralización y la autonomía, que
permita la comunicación fluida y transparente, así como la coordinación, libertad y creatividad en
los diferentes niveles de dirección, es decir, subordinación y desarrollo, a la vez, del interés
personal en el colectivo.
-En cuanto al comportamiento, alcanzar una disciplina consciente, espontánea y comprometida,
que no sea impuesta desde arriba como establece el estilo de ordeno y mando, es decir, elevado
sentido de la responsabilidad, que permita el paso del compromiso a la implicación personal y
colectiva
53
.
-Trabajar en función de la división del trabajo o especialización, pero sin perder el perfil amplio,
que permita la complementariedad, conexión e integración de todas las áreas de conocimientos,
es decir, el paso de la multi, a la inter y de estas a la transdisciplina
54
.
-Mostrar lealtad a la organización, pero sin obediencia ciega y sin perder el espíritu auto-reflexivo
y crítico-constructivo para mejorar la excelencia en el desempeño del equipo de investigadores.
-Comprensión del proceso de dirección como un proceso de autoorganización del sistema
55
.
-Relación dialéctica entre las zonas de dirección y de creatividad en el sistema de dirección.
Qhalikay. Revista de Ciencias de la Salud 3 (2017) 133-149
145