Pancreatitis aguda y óptimas medidas del soporte nutricional
Navas, Cercado, Pin, Bermello, Pico, Moreira
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Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador
El cribado o valoración nutricional es un método que ayuda en la identificación de factores que
predisponen al paciente a situaciones de riesgo nutricional. Incluso la ASPEN y la ESPEN utilizan
este método en forma sistemática y precoz para diagnosticar algún grado de desnutrición en los
pacientes recién hospitalizados y que la terapia nutricional se inicie precozmente (24-48 h) en los
enfermos comprometidos o en riesgo
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Tras la evaluación de la información queda establecido que el diagnóstico de la pancreatitis aguda
es clínico y complementado con estudios de imagen, sin embargo, el diagnóstico puede hacerse sin
la necesidad de acudir a los estudios complementarios. Por lo tanto, la reanimación con líquidos es
uno de los pilares del tratamiento inicial y debe lograrse utilizando parámetros hemodinámicos
óptimos compatibles con el estado clínico del paciente; por consiguiente, se considera que las
complicaciones vasculares que podría presentar el paciente, estarían asociados al buen manejo y
conocimiento que se tenga en la actuación de la reanimación con líquidos.
La evidencia actual demuestra que, en las etapas leves, la alimentación oral debe iniciarse
temprano, tal vez incluso con una dieta baja en grasas. En casos severos, el inicio temprano de soporte
nutricional se ha asociado con una mejor morbilidad y mortalidad. Sin embargo, faltan datos que
confirmen que el manejo nutricional a través de la sonda nasogástrica es tan efectivo como el uso de
la vía nasoyeyunal parenteral.
Aún sigue vigente la discusión sobre cuál de sus dos vías de administración (gástrica o yeyunal)
puede ser más eficaz a la hora de disminuir la secreción pancreática. La vía yeyunal es la que menos
estimula la secreción enzimática al eliminarse las fases cefálica y gástrica de la misma. De hecho, en
2006 la ESPEN recomendó con un grado C que la NE se debe infundir en yeyuno, con bomba de
perfusión continua durante 24 h. Igualmente, y con el mismo grado de recomendación, insiste en que
en caso de cirugía, se debe realizar una yeyunostomía intraoperatoria. Sin embargo, se recomiendan
los accesos nasogástricos frente a los nasoyeyunales, ya que estos son más fáciles de colocar y se
consideran seguros en los pacientes. En comparación con la ASPEN, que en sus guías señalan que en
pacientes con un grado de recomendación B el soporte nutricional no debe emplearse de rutina en
caso de pancreatitis aguda leve-moderada. Además, insiste con un grado de recomendación también
B, que los enfermos con pancreatitis están en riesgo nutricional y se les debe realizar siempre un
cribado para detectar quiénes necesitan una valoración posterior y un soporte nutricional
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Basado en esta revisión bibliográfica se propone el manejo nutricional enteral durante las primeras
48 h del postoperatorio en el diagnóstico de pancreatitis aguda, ya que se asocia con un menor riesgo
de fallo multiorgánico, complicaciones gastro-pancreáticas y muerte, por lo que la Asociación
Americana de Dietética y la Federación Europea de Asociaciones de Dietistas recomiendan el uso
temprano de esta nutrición, incluida la alimentación nasogástrica.
Conclusiones
La pancreatitis aguda se presenta de manera común dentro de las patologías gastrointestinales, por
lo cual es de suma importancia que dentro del manejo clínico estos pacientes presenten un buen
soporte metabólico y nutricional, considerándolo como un manejo terapéutico debido a los beneficios
que se observan en estos pacientes, como lo son la disminución del riesgo de desnutrición teniendo
en cuenta que dentro del manejo clínico los pacientes con pancreatitis aguda son sometidos a ayunos
prolongados. Otros de los beneficios es la dominación de las complicaciones presentes en esta
patología, incluyendo la disminución de la tasa de mortalidad. De esta forma, se debe considerar que
para cada paciente se debe individualizar el manejo farmaconutricional tomando en cuenta los
antecedentes y la evolución del paciente realizando estrategias de intervención nutricional temprana.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.