QhaliKay. Revista de Ciencias de la Salud. Publicación arbitrada cuatrimestral. ISSN 2588-0608 / Enero-Abril 2023;7(1):61-72
Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador
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obstétricas: diabetes mellitus gestacional, preeclampsia, restricción del crecimiento intrauterino,
aborto y parto pretérmino) o de mayor prevalencia en ellas (enfermedades autoinmunes y a la
depresión) y factores ambientales como el estrés relacionado con el trabajo y sicosociales como la
ansiedad
23
.
En pacientes cubanos se ha identificado un alto riesgo atribuible a los hábitos nutricionales
inadecuados
11
, siendo la dieta por tanto uno de los FRCV modificables más importante a evaluar. El
cambio de los patrones alimentarios puede ser difícil pero los beneficios de dietas equilibradas y
variadas son múltiples en la salud y la calidad de vida. De manera general se recomienda
24
que el
aporte energético de los nutrientes sea: 50-55 % de hidratos de carbono, 15 % de proteínas y 30-35
% de grasa; consumir 20-30 g de fibra, no más de 6 mg de sal ni 300 mg de colesterol al día. En este
sentido, la dieta mediterránea se ha tomado como un patrón de referencia para el abordaje de diversas
patologías pues tiene múltiples efectos benéficos para disminuir los índices de obesidad y síndrome
metabólico, impactando positivamente en la salud cardiovascular y como protección ante distintos
tipos de cáncer
25
.
La Tabla 2 muestra que el aporte de energía y macronutrientes de las dietas usuales de los
trabajadores fue excesivo independientemente del sexo o grupo etario. Atendiendo al sexo, existieron
diferencias significativas en la energía total (p= 0,029), las proteínas (p= 0,036) y los carbohidratos
(0,016), mientras que los lípidos solo fueron diferentes según grupo etario (p= 0,019).
Tabla 2.
Aporte de energía y macronutrientes de las dietas.
Energía y
adecuación
35-44 años
45-54 años
55-65 años
F
M
F
M
F
M
Energía (kcal)
2854,75
3366,71
1636,39
2801,944
2357,37
2429,11
Adecuación (%)
143,6
138,43
82,31
115,21
118,58
97,28
Proteínas (g)
81,28
91,77
51,37
84,636
71,87
69,83
Adecuación (%)
135,46
125,71
85,62
115,94
119,78
93,19
Lípidos (g)
98,32
72,66
48,83
72,43
67,89
52,034
Adecuación (%)
223,46
134,56
110,97
134,13
154,3
94,03
Carbohidratos (g)
404,84
554,33
241,38
436,5
360,02
379,338
Adecuación (%)
119,78
134,22
71,41
105,69
106,51
89,23
Es pertinente incluir alimentos ricos en potasio, calcio, flavonoides y antioxidantes en sentido
general, ácidos grasos omega-3, bajo sodio y reducción de los lípidos
24
, sin embargo, en la muestra
evaluada se aprecia el incumplimiento de las mismas, en correspondencia con la tendencia del cubano
de priorizar la satisfacción las grasas, proteínas y azúcar, por encima de opciones sanas como
vegetales y frutas, aun cuando se tenga la posibilidad de acceder a estas
26
.
La valoración de las dietas usualmente consumidas mostró que existieron diferencias entre la
energía total en los sexos teniendo los hombres un mayor aporte de energía en su dieta y un consumo
excesivo de macronutrientes de manera general. El grupo etario 35-44 años tuvo los peores resultados,
coincidiendo con ser el que más problemas de obesidad refleja (25 % preobesos y 2,5 % con obesidad
grado I), demostrando el impacto de la alimentación en la salud. Si bien las recomendaciones
dietéticas según las edades y sexos son diferentes, cuando la ingesta energética supera el gasto de
energía, el excedente se almacena como triglicéridos en el tejido adiposo y la grasa corporal excesiva
se asocia con un aumento de la morbimortalidad.
La Tabla 3 muestra algunos nutrientes de interés por su relación con las ECV. El consumo de
colesterol estuvo por encima de las recomendaciones en todos los casos, hubo exceso de azúcares y
sodio y defecto de algunas vitaminas y calcio.