Índice de pulsatilidad del Doppler de las arterias uterinas para predecir preeclampsia: revisión de literatura
Conza, Chamba, Chiliquinga
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Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador
Introducción
Se define como preeclampsia (PE), a el trastorno hipertensivo que se encuentra asociado con el
embarazo y que se desarrolla a partir de las 20 semanas de gestación; se caracteriza por cifras
tensionales por encima de los valores normales, provocando una presión arterial sistólica ≥ a 140
mmHg y una presión diastólica ≥ a 90 mmHg
1
, sumada a la presencia de proteinuria (más de 300
mg/l de proteína en orina, recogida en un período de 24 horas)
2
.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 830 mujeres mueren diariamente
a nivel mundial debido a complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto
3
. Entre las
principales causas de mortalidad materna se encuentran los trastornos hipertensivos del embarazo,
los mismos que en América Latina y el Caribe, producen el 26 % de muertes; de estas cifras, del 10
al 15 % corresponden a PE
4
. La incidencia de PE varía entre el 2 y 10 % del total de embarazos, y su
prevalencia aumenta siete veces más en los países subdesarrollados (2,8 % de los nacidos vivos) que
en los países con mayor flujo económico (0,4 % de los nacidos vivos)
5
.
En el Ecuador a lo largo del año 2021 se registraron 128 muertes maternas (MM) (89,44 %), de las
cuales 34 (26 %) fueron causadas por trastornos hipertensivos
6
, ocupando la provincia de El Oro el
tercer puesto después de Guayas y Pichincha con 10 MM (7,81 %). Dentro de los trastornos
hipertensivos se destaca a la PE, la cual aparece en el 8,3 % de los embarazos y representa el 14 %
de muertes neonatales
7
; por lo que en nuestro medio constituye la primera razón de mortalidad
materna (RMM) responsable del 80 % de los resultados perinatales adversos
8,9
.
Estas cifras demuestran la importancia de investigar métodos actualizados a través de los cuales se
pueda predecir, vigilar y detectar tempranamente la PE como una causa prevenible de MM, dentro de
los cuales sobresale la ecografía Doppler de las arterias uterinas (AtU) como un tipo de técnica no
invasiva que permite estudiar los cambios en la resistencia al flujo de las AtU y la circulación a nivel
útero placentario
10,11
.
El Doppler de las arterias uterinas se introdujo por Campbell en 1983 como una herramienta para
estimar el riesgo de PE, el cual permitía visualizar a color y en tiempo real ondas Doppler anormales
12
.
Alrededor del año 2000, Otero et al.
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propusieron un enfoque más preciso para la interpretación de
las alteraciones en la flujometría Doppler a través de la medición del índice de pulsatilidad (IP) o el
índice de resistencia (IR) de las arterias uterinas con la presencia del “notch” protodiastólico bilateral
(muesca o escotadura que se produce al final de la diástole y se evidencia en las ondas sonoras de la
ecografía Doppler).
En ese mismo año Martínez et al.
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establecieron que para obtener un valor más objetivo del índice
de pulsatilidad de las arterias uterinas (IP-AtU) se realizará la medición del promedio del IP de las
ondas de velocidad de la arteria derecha e izquierda durante la realización de la ultrasonografía (USG)
Doppler obteniendo de esta forma el IP medio (IPm)
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. Esta onda de velocidad de flujo de las AtU en
mujeres con preeclampsia se caracteriza por una elevada aceleración al final de la diástole y un flujo
constante sobre la misma, lo que lleva a un aumento de la resistencia y la velocidad sistólica máxima
reflejada en el IP-AtU
16
.
La medición del IP tiene mayor sensibilidad cuando la ecografía se realiza por vía transvaginal;
razón por la cual en el transcurso del primer trimestre, entre las semanas 11 a 13 de gestación el eco-
Doppler se efectúa mediante la vista sagital del cuello uterino en donde se visualiza el canal cervical
y el orificio cervical interno
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, posteriormente se angula lateralmente el transductor del ultrasonido
con el Doppler a color, pudiéndose reconocer ambas arterias uterinas a la altura del orificio cervical
interno. Una vez identificadas las arterias uterinas se usa el Doppler pulso para medir la velocidad de
las ondas de flujo sanguíneo
2
.
En el segundo y tercer trimestre se realiza por vía transabdominal, puesto que la observación del
orificio cervical interno es más difícil dado a las modificaciones anatómicas que se sufre en el curso
del embarazo por lo que se debe distinguir a las arterias uterinas a nivel del cruce que existe con la
arteria ilíaca externa, en este punto se utiliza el Doppler de onda pulsada con un volumen de muestreo
de 2 mm y con el ángulo de insonación menos de 30°
17
. Para la correcta medición se recomienda