1. Introducción
Los objetivos del milenio, que rigieron la estrategia ambiental para el
desarrollo en el período 2000 - 2015, dieron paso a los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) (2015 – 2030), quedando resumidos en 17
objetivos y 39 metas. Los 17 objetivos se basan en los logros de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio, aunque incluyen nuevas esferas
como el cambio climático, la innovación, el consumo sostenible, entre
otros muy importantes para el desarrollo de la sociedad (Duque, 2017).
La salud y bienestar; agua limpia y saneamiento; acción por el clima;
producción y consumo responsables; y vida de ecosistemas terrestres, son
parte de estos ODS.
El Plan Nacional de Desarrollo (2017-2021), establece que Ecuador
asumirá plenamente su protección y la garantía de los derechos de la
naturaleza. Esto incluye: el manejo responsable de los recursos naturales
para beneficio colectivo de la sociedad, la protección de la diversidad
biológica, la prevención de la degradación del suelo y la implementación
de una respuesta adecuada al cambio climático, que promueva la
resiliencia de las comunidades, y sostiene que los esfuerzos por
profundizar la equidad y avanzar en la garantía de derechos implican
generar las condiciones materiales para consolidar una red policéntrica de
asentamientos inclusivos, sostenibles y resilientes, que posibiliten el
desarrollo de las oportunidades y capacidades humanas considerando el
ambiente como una variable de derechos (Gerard, 1999).
En este contexto, esta política nacional se propone varias metas para el
año 2021, de las cuales se mencionan las siguientes:
- Mantener el 16 % de territorio nacional bajo conservación o manejo
ambiental.
- Incrementar del 70,3 % al 80 % los residuos sólidos no peligrosos
con disposición final adecuada.
- Reducir al 15 % la deforestación bruta con respecto al nivel de
referencia de emisiones forestales.
- Reducir y remediar la contaminación de fuentes hídricas.
- Incrementar el porcentaje de aguas residuales con tratamiento
adecuado.
- Incrementar el número de municipios que depuran las descargas de
agua antes de verterlas al ambiente.
- Reducir el índice de vulnerabilidad de alta a media, de la población,
medios de vida y ecosistemas, frente al cambio climático.
La ingeniería ambiental está muy relacionada con la ingeniería
sanitaria, a quien algunos la consideran como su precursora (Glynn &
Heinke, 1999 y Gómez, D. & Gómez, M., 2013). La ingeniería sanitaria,
concebida en un principio para preservar la salud del género humano, fue
redefinida como el “arte de asegurar, por las técnicas de la ciudad, el
control del hombre sobre su medio ambiente, con vistas a favorecer su
salud” (Heller, 1997).
Por otra parte, el concepto de ingeniería de higiene del medio (basado
en la ingeniería sanitaria tradicional) la considera como: “La aplicación,
modificación o adaptación de los factores físicos, químicos y biológicos
del medio en beneficio de la salud del hombre y su bienestar material y
social” (Horwitz, 1986 y OMS, 1967). No quedan dudas que acepción
constituye una visión antropocéntrica al considerar a la naturaleza al
servicio del ser humano.
Sin embargo, la ingeniería ambiental amplía el campo de acción de
ambas, incorporando un nuevo enfoque con una visión integral del
medioambiente con la atención a otros nuevos campos (Ordoñez, 2000 y
Paiva, 2000): gestión ambiental, educación ambiental, restauración
ambiental, medioambiente global (físico, biológico, socioeconómico,
cultural, entre otros), necesidad de enfoque transdisciplinar para entender
el complejo mecanismo ambiental, degradación ambiental relacionada con
la praxis inconsecuente con el desarrollo, necesidad de realizar evaluación
de impacto ambiental (EIA) de los proyectos y actividades para la
prevención (PNUD, 2015), y las mediciones para mitigar los efectos
producidos por la generación de residuos líquidos, sólidos y emisiones
gaseosas (Rodríguez, 2016).
La ingeniería ambiental es una ciencia en desarrollo que va más allá
de lo estrictamente sanitario para preservar la salud del hombre y más allá
de lo puede prever la higiene del medio; estudia tales aspectos entre otros,
vinculándolos con los aspectos ambientales relacionados con la gestión de
los recursos naturales y en la comprensión del compromiso profesional y
ético en la solución (SENPLADES, 2017).
El objetivo del presente trabajo es analizar la pertinencia sobre la
oferta académica de un programa de postgrado en ingeniería ambiental en
la provincia de Manabí, Ecuador; contrastando las competencias,
habilidades y requerimientos, que la sociedad demanda de los graduados
de ingeniería química, ingeniería civil y carreras afines al tema ambiental,
con las que éstos últimos disponen y utilizan en aras de un buen
desempeño profesional.
2. Materiales y Métodos
Para lograr el objetivo se desarrolló una investigación no experimental
descriptiva, documental y de campo. La metodología utilizada se
corresponde con un estudio de la opinión de profesionales encuestados,
con el fin de caracterizar la demanda laboral de la provincia de Manabí y
los que trabajan en los sectores del medioambiente. El instrumento
diseñado contempló la medición del interés por la formación de cuarto
nivel como maestría en ingeniería ambiental en la modalidad de
investigación, y permitió determinar los contenidos por los cuales los
aspirantes pueden tener interés.
Para el diseño de la encuesta se utilizaron preguntas cruzadas en
algunos casos, y complementarias en otros, enfocada a tres núcleos
fundamentales: la investigación científica, la gestión ambiental y la
prevención de la contaminación, y el tercer núcleo dirigidos a intereses
asociados a la identificación de fuentes contaminantes y el tratamiento.
La técnica de muestreo utilizada fue de tipo no probabilística,
seleccionando profesionales vinculados con las actividades de la
ingeniería ambiental en el sector público y privado. Se divulgaron las
encuestas entre una población de aproximadamente 1 000 personas, entre