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e-ISSN 2528-8075/VOL 6/No. 2/MAYO AGOSTO/2021/pp. 40-46
Unidad de Cooperación Universitaria. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo. Ecuador
El psicólogo clínico y la resiliencia de sectores vulnerables afectados por catástrofes
naturales
The clinical psychologist on the resilience of vulnerable sectors affected by natural catastrophes
“Leonor Alexandra Rodríguez Álava”
1
*
“Mariela Concepción Navarrete Vera”
2
“Anicia Katherine Tarazona Meza”
3
Resumen
Después de una catástrofe natural la población queda vulnerable ante situaciones que afectan la salud mental y requiere atención
inmediata, no solo para recuperar las pérdidas materiales sino para la estabilidad psicológica; para ello, profesionales de diversas áreas
contribuyen al logro de este cometido, uno de ellos es el psicólogo a través de su intervención, para lo cual requiere de competencias que
le permitan no solo asistir a otros en ese proceso, sino también mantener su estabilidad emocional. Este artículo planteó como objetivo:
identificar las acciones que desarrolla el psicólogo clínico en la intervención psicológica y promoción de la resiliencia en sectores
vulnerables por catástrofes naturales en el contexto ecuatoriano; estudio de tipo descriptivo que utilizó a nivel teórico los métodos
inductivo -deductivo, análisis-síntesis, y en el nivel práctico entrevista semiestructurada a 50 psicólogos en ejercicio de la profesión tanto
en el sector público como privado de varias localidades del país; entre los resultados se destaca que la población ha sido afectada con
trastornos como ansiedad y estrés postraumático, y que para hacer frente a este tipo de emergencias, el psicólogo requiere conocimientos
sobre primeros auxilios psicológicos e intervención en crisis tanto individual como grupal, manejo de herramientas, así como de
cualidades personales y profesionales como la inteligencia emocional, empatía, alianza terapéutica, escucha activa y el desarrollo de la
resiliencia para fortalecer al individuo y comunidades a enfrentar situaciones adversas y minimizar las problemáticas sociales latentes.
Abstract
After a natural catastrophe, the population is vulnerable to situations that affect mental health and require immediate attention, not only
to recover material losses but also for psychological stability; for this, professionals from different areas contribute to the achievement of
this task, one of them is the psychologists through their intervention, for which they require competencies that allow them not only to assist
others in that process, but also to maintain their emotional stability. The objective of this article was to identify the actions carried out by
the clinical psychologist in the psychological intervention and promotion of resilience in vulnerable sectors due to natural disasters in the
Ecuadorian context; a descriptive study that used at the theoretical level the inductive-deductive, analysis-synthesis methods, and at the
practical level semi-structured interview to 50 psychologists practicing the profession in both the public and private sectors of several
localities of the country; among the results it is highlighted that the population has been affected with disorders such as anxiety and post-
traumatic stress, and that in order to face this type of emergencies, the psychologists require knowledge about psychological first aid and
crisis intervention, both individual and group, tools management , as well as personal and professional qualities such as emotional
intelligence, empathy, therapeutic alliance, active listening and the development of resilience to strengthen the individual and communities
to face adverse situations and minimize latent social problems.
Palabras clave/Keywords
Resiliencia; acción profesional; catástrofes naturales; vulnerabilidad/Resilience; professional action;natural catastrophe, vulnerability
*Dirección para correspondencia: alexanroa32@hotmail.com
Artículo recibido el 08 - 05 - 2019 Artículo aceptado el 27 - 04 - 2021 Artículo publicado el 22 - 10 - 2021
Conflicto de intereses no declarado.
Fundada 2016 Unidad de Cooperación Universitaria de la Universidad Técnica de Manabí, Ecuador.
1
Docente de la Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales, Universidad Técnica de Manabí, Ecuador, Doctora, alexanroa32@hotmail.com, https://orcid.org/0000-0002-
3034-1311
2
Egresada de psicología clínica de la Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales, Universidad Técnica de Manabí, Ecuador, marynv7@yahoo.es, https://orcid.org/0000-
0003-3006-9925
3
Docente de la Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales, Universidad Técnica de Manabí, Ecuador, Doctor, atarazona@utm.edu.ec, https://orcid.org/0000-0002-5126-
3439
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El psicólogo clínico y la resiliencia de sectores vulnerables afectados por catástrofes naturales
Rodríguez Álava, Navarrete Vera, Tarazona Meza
Unidad de Cooperación Universitaria. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo.
Ecuador
1. Introducción
Cuando la naturaleza se manifiesta en su máxima expresión, muchas
debilidades y fortalezas se evidencian en los individuos, comunidades, en
las políticas existentes, así como en la capacidad de afrontamiento. En el
año 2016, la población ecuatoriana, especialmente de las provincias de
Manabí y Esmeraldas tuvo que hacer frente a la reconstrucción no solo de
infraestructura física, sino también de la salud mental e interacción social,
surgidos como estragos del desastre natural denominado 16A (terremoto
del 16 de abril de 2016 de 7.8 en la escala Richter ocurrido al noreste de
Ecuador) que tomó por sorpresa a todo un país, y que, a pesar de las
acciones desarrolladas aún siguen latentes. El abordaje de los efectos
psicológicos dejados por este terremoto no ha tenido mayor interés y
relevancia, pese a sus derivaciones psicopatológicas y efectos duraderos
que deja en la salud mental de los sobrevivientes (Reyna et al., 2017).
En este contexto Silvela (2020) afirma que las crisis humanitarias
crean diversos problemas a nivel de la persona, de la familia, de las
comunidades y de la sociedad. Las emergencias, además de destrozos
físicos y ecológicos, generan desplazamientos forzosos, pérdidas del hogar,
de la gente querida, de los medios de vida, de los lazos afectivos y de las
redes de apoyo; también manifiesta que quienes son afectados por una
catástrofe no tienen por qué ser víctimas pasivas, que es necesario entender
que la gente tiene una experiencia previa, un pasado, una identidad, por lo
que hay quienes reaccionan aumentando la cohesión, poniendo de
manifiesto recursos insospechados, por lo que quienes desplieguen algún
tipo de ayuda, deben comprenderlo para desarrollar una intervención
efectiva, atendiendo sobre todo la dignidad humana, para lo cual se resalta
la promoción de la resiliencia, ya que el desarrollo de esta fomenta las
soluciones y el mejoramiento de las situaciones adversas.
Paralelamente, obtiene importancia la Psicología de la Emergencia,
como campo del saber especializado en el estudio del comportamiento
humano frente a eventos traumáticos, que permitirá la aplicación de los
Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) y la intervención en crisis,
resaltando la importancia del apoyo social y la promoción de comunidades
resilientes, como estrategias de afrontamiento eficaces en el abordaje de
estos eventos, para lo cual los equipos de emergencia que se despliegan
deben estar preparados para atender oportunamente a la población
disminuyendo así el riesgo de aparición de estrés postraumático, entre otras
patologías que inciden en la salud mental al corto, mediano y largo plazo
(Sandoval, O. y Sandoval, D., 2020).
Por lo general, los eventos de gran magnitud involucran una
perturbación psicosocial que en la mayoría de los casos excede la capacidad
de manejo y afrontamiento. Por tal razón, se pronostica incremento de la
incidencia de manifestaciones emocionales y trastornos mentales
(Organización Panamericana de la Salud, 2002). Es necesario resaltar que
no todos los signos y síntomas presentes se transformarán en un trastorno
de salud mental; muchos serán reacciones normales ante una situación
excepcional y ante la que aún existe mucha incertidumbre respecto a su
abordaje y tratamiento (Sandoval, O. y Sandoval, D., 2020). Frente a estas
circunstancias, ciertos países, como es el caso de Ecuador, cuando este tipo
de eventos no se han presentado en mucho tiempo, los profesionales, de
manera concreta, los psicólogos, requieren contar con ciertas competencias
personales y profesionales que se pongan de manifiesto en acciones y
estrategias que emprendan, cuyas repercusiones se verán en el futuro, ya
que, en cierta medida, experimentarán lo aprendido en la teoría, en otros
casos, recién sentirán la necesidad de capacitarse en este campo, lo que no
ocurre en países como Chile, donde la población y los profesionales están
experimentados en este campo, siendo esto una necesidad para Ecuador.
En este ámbito, existen numerosas aportaciones, así, la Universidad
del País Vasco, manifiesta que el psicólogo para desarrollar la resiliencia
en contextos desfavorables se debe centrar en el fortalecimiento de las
partes sanas de las relaciones interpersonales, como es la familia y amigos
o cualquier grupo inmediato; se deben generar experiencias educativas que
cuiden y estimulen habilidades de afrontamiento frente a lo desmesurado
(Uriarte, 2005). En torno a lo descrito, Tarazona et al. (2018) en su artículo
“La resiliencia ante los efectos de un terremoto, determinan que la
ocurrencia de los desastres naturales puede anular años de desarrollo en
pocas horas o incluso segundos, ya que una catástrofe es capaz de modificar
la vida de un individuo de forma drástica. De la misma manera Figueroa et
al. (2010) en un estudio relacionado con el apoyo psicológico ante
desastres, aseveran que el psicólogo debe integrarse en el sistema global de
respuesta ante catástrofes, regulado por las instituciones competentes, y
debe hacerlo desde distintos ámbitos profesionales, ya que el impacto
puede variar tanto en función de la capacidad de las víctimas para
reaccionar de manera adecuada, como de la capacidad técnica, y por los
recursos que se tengan para compensar la crisis.
En relación con las competencias que deben evidenciar los
profesionales que directa e indirectamente intervienen en estos escenarios,
desde siempre la universidad ha manifestado preocupación; así, la Unión
Europea en 1998 propuso que todas las universidades presenten un mismo
modelo de titulación en las carreras que oferten, esto ayudó a que los
profesionales cuenten con competencias óptimas para sus profesiones y las
necesidades específicas de la sociedad (Amador et al., 2018). Por su parte,
en México, con el propósito de analizar el ajuste entre las competencias del
psicólogo y las necesidades de sus perfiles en cuatro grandes áreas: salud,
educación, justicia y trabajo, plantean que, para evitar las grandes tasas de
desempleo, se deben valorar las necesidades de la comunidad que pueden
dar pautas para una especialidad y el desarrollo de competencias y
capacidades que ofertaran a los profesionales, sumado al enfoque en
investigación y resolución de problemas, priorizado en las últimas décadas
en la oferta universitaria de estas carreras (Zanatta y Camarena, 2012).
En Ecuador, el enfoque social del psicólogo para el desarrollo de la
resiliencia proviene esencialmente del Plan Nacional del Buen Vivir (CNP,
2017), expresando este tipo de guía el generar capacidades que promuevan
una población resiliente, que den paso a entornos comunitarios y seguros.
Estas capacidades se promueven y fortalecen en el ámbito educativo, donde
los encargados de impartir dicha educación se vuelven figuras que influyen
en el comportamiento de las personas y modelos de sintonía afectiva
significativa (Pinargote et al., 2018). El ambiente social es otro aspecto que
se debe considerar en los perfiles de los psicólogos, su aprendizaje,
promoción y educación en lo referente a la resiliencia frente a desastres
naturales (Moreira y Muñoz, 2018).
Los antecedentes descritos demostraron la necesidad de llevar a cabo
este estudio, en el que se definió como objetivo identificar las acciones que
desarrolla el psicólogo clínico en la intervención psicológica y promoción
de la resiliencia en sectores vulnerables por catástrofes naturales en el
contexto ecuatoriano.
1.1 El psicólogo clínico en la promoción de la
resiliencia
Para llegar a la identificación de las acciones que desarrolla el
psicólogo en situaciones de emergencia, de acuerdo al criterio de las
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Rodríguez Álava, Navarrete Vera, Tarazona Meza
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Ecuador
autoras, resulta necesario revisar qué es un perfil, los componentes que
implica y de qué forma y en qué momento se ponen en evidencia, así, un
perfil es un resumen de las características generales que corresponden a
una persona, que facilita la descripción y creación de grupos o
clasificaciones, describe las competencias genéricas y específicas que se
deben formar desde un enfoque social, facilita la búsqueda de empleo y la
selección de empleados, y permite concretar la relación entre la sociedad y
la universidad (Varea y Varela, 2009).
En relación con lo descrito, la profesión de psicología requiere de
competencias y responsabilidades únicas y pertinentes al soporte social,
que puedan aportar a la salud en general de una población determinada, y
a la salud mental en concreto. Las funciones de este profesional se ven
influenciadas por las áreas de acción a las que accede según su perfil
profesional. Se resalta unas de las competencias genéricas que contempla
el Proyecto Tunnig, relacionadas con el psicólogo: las actitudes que se
evidencian frente a catástrofes, siendo el enfoque de actuación eficaz en
momentos determinados (Cedeño et al., 2017; Vera et al., 2018a).
La Universidad Técnica de Manabí en el perfil del profesional de
Psicología, declara, que este debe ser competente, capaz, investigador e
innovador, contribuir al desarrollo sostenible en procesos psicosociales y
en el desarrollo humano, con una formación basada en un proceso teórico-
práctico, que busque el bienestar de la comunidad desde una perspectiva
humanista integral y promueva la salud integral para lograr el
autocuidado y modificación de la conducta de los individuos y o grupos
hacia hábitos de vida saludable, en los diferentes escenarios donde se
desempeñe (Universidad Técnica de Manabí, 2011).
La literatura consultada, establece tres áreas principales de
competencias del profesional de psicología, siendo la clínica, la educativa
y la social, en esta última se incluye la psicología laboral u organizacional.
En el área clínica las habilidades encontradas son orientación psicológica,
entrevistas, diagnósticos clínicos, tratamientos, interconsultas, redacción
de informes, intervención en crisis y emergencia, trabajos en grupos
interdisciplinarios, la investigación en procesos que relacionan el ambiente
físico-sociocultural-fenómenos naturales con la salud mental de las
personas. En el área educativa están las habilidades de orientación de los
miembros de comunidad educativa, evaluación del proceso de aprendizaje,
informe, teorías del aprendizaje e intervención en crisis en el área
educativa. El área social comprende el desarrollo de programas, servicios
de inclusión social con priorización de grupos vulnerables, asistencia
psicológica. Por último, el área organizacional o laboral posee
competencias como la elaboración de perfiles de puesto, evaluación con
técnicas psicométricas y proyectivas, programas de capacitación trabajo
con grupos interdisciplinarios y la redacción de informes (Amador et al.,
2018).
En el campo de la resiliencia, de manera específica, el psicólogo tiene
una misión preponderante, considerando que, se convierte en el profesional
de apoyo de individuos y comunidades, donde debe reforzar los
mecanismos y factores resilientes protectores de los grupos vulnerables;
para ello, es necesario que propicie en los otros mecanismos de autocontrol,
de comunicación asertiva, reconocimiento de problemas y alternativas de
solución, mediante acciones psicoeducativas que preparen al individuo
para enfrentar de manera autónoma las adversidades.
1.2 La resiliencia en grupos vulnerables y factores
asociados
La resiliencia es resultado del individuo a una situación fuerte o
traumática en un momento determinado o ante situaciones prolongadas a
lo largo de la vida; las personas demuestran resiliencia en esos momentos
donde han atravesado situaciones desfavorables, que afectan directa e
indirectamente la salud mental. Es una de las herramientas primordiales
que se debe trabajar antes, durante y después de la crisis, con la finalidad
de crear entornos saludables, estar preparados, dar respuesta oportuna a
eventualidades y no centrarse en los reveses resultantes.
Autores como Wolin, J. & Wolin, S. (2013), proponen definiciones
sobre la resiliencia en el ámbito de la Psicología como la capacidad humana
de superar una situación desfavorable generando procesos internos que
fortalecen las capacidades del individuo, condición humana en la que las
personas superan y sobrellevan circunstancias adversas y hostiles; aspectos
que permiten determinar que la resiliencia no es parte de las características
con las que se nace, sino más bien, una capacidad que se adquiere por los
procesos anteriormente mencionados, relacionada con vulnerabilidad y
riesgo, lo que otorga al medio externo y a los factores que este ofrece un
papel dominante para el resurgimiento de quien se ha encontrado en
situación de vulnerabilidad, desde un enfoque positivo de la intervención
social, que conlleva una movilización de las fortalezas y oportunidades que
pueden facilitar el progreso de personas, familias y comunidades hacia una
vida más digna y saludable (Velezmoro y Salazar, 2018; Padilla et al.,
2015).
En relación con la vulnerabilidad, esta se aplica a aquellos individuos
que, por su condición de edad, sexo, estado civil, origen étnico o cualquier
otro se encuentra en condición de riesgo, impidiendo acceder a mejores
condiciones de bienestar. El grado de vulnerabilidad está determinado por
su exposición a los factores de riesgo y su capacidad para afrontar o resistir
situaciones problemáticas, un sector se considera vulnerable por
afectaciones provocadas por desastres naturales como los huracanes y
terremotos, donde la población sufre alteraciones emocionales siendo un
resultado frecuente de esto el estrés postraumático o aquellos eventos de
pequeño impacto, pero que logran afectar de igual forma a dichos sectores,
como sequías e inundaciones, que provocan una serie de manifestaciones
físicas y psicológicas (Moreira et al., 2018; Vera et al., 2018b).
El desarrollo de la resiliencia sea en sectores vulnerables o no, se
encuentra influenciada por factores extrínsecos e intrínsecos. En cuanto a
los intrínsecos, se destaca el optimismo activo para la toma de decisiones;
la actitud moral, como factor basado en el honor, integridad, lealtad y el
comportamiento ético, la tenacidad infatigable y determinación, el apoyo
interpersonal que no es otra cosa que rodearse de personas con intensiones
positivas. Entre los factores externos, se resalta el nivel socioeconómico, el
acceso a la educación y el ambiente familiar, como aquel microsistema con
capacidad de fomentar el desarrollo de capacidades para el logro del éxito
(Everly et al., 2016).
El estudio de la resiliencia es muy importante para saber el papel que
deben asumir los profesionales destinados a ayudar a las personas, de ahí
que sea un tema que debe ser tratado en lo cotidiano, pues son muchos los
problemas cotidianos que enfrentan hoy los individuos en lo personal, así
como en el entorno laboral, familiar y social.
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Rodríguez Álava, Navarrete Vera, Tarazona Meza
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2. Materiales y Métodos
La investigación que se desarrolló es de enfoque cuantitativa, de tipo
descriptiva, se utilizó como métodos teóricos análisis-síntesis, inducción
deducción, y la técnica de la entrevista con un cuestionario
semiestructurado, el mismo que fue sometido a un proceso de validación
en dos momentos:
Primer momento:
Consulta directa a especialistas (10) en psicología con experiencia en
situaciones similares que ofrecieran sugerencias en el contenido del
cuestionario sobre los indicadores que valoran las acciones del psicólogo
en estos casos (se utilizó un cuestionario).
Consulta directa a especialistas (5) en metodología de la investigación
que ofrecieran sugerencias sobre la estructura del cuestionario en relación
con los objetivos planteados en la investigación (se utilizó un cuestionario).
Segundo momento:
Se realizó una prueba piloto, que consistió en entrevistar a 10
psicólogos docentes de la Carrera de Psicología de la Universidad Técnica
de Manabí, quienes al finalizar la misma daban sus apreciaciones sobre el
tipo de preguntas y la manera de llevar la entrevista por las investigadoras,
así como la consideración del tiempo de la entrevista.
La población participante estuvo compuesta por 50 psicólogos en
ejercicio de la profesión del sector público y privado de varias localidades
del Ecuador; como criterio de inclusión se consideró que este profesional
haya tenido experiencia directa o indirecta en situaciones de catástrofes
naturales, aspecto que permite obtener resultados confiables. El proceso de
selección de la muestra se realizó por conveniencia; cnica usada con
mucha frecuencia, que consiste en seleccionar una muestra de la población
accesible y de interés sin un criterio estadístico (Hurtado y Toro, 2007).
3. Resultados
En la investigación se pudo conocer desde la apreciación de los
psicólogos en ejercicio y con experiencia en la atención a pacientes después
de una catástrofe natural, las principales afecciones psicológicas por las
que atraviesa la población y que son motivos de consulta, los
requerimientos que debe saber este profesional; es decir, aquellos
conocimientos esenciales que debe dominar , a como las estrategias,
técnicas, herramientas y todos aquellos elementos que puede utilizar en
estos casos; y algo muy importante cómo debe ser, las características que
debe poseer como persona y profesional en esta área para la intervención
efectiva y oportuna que permita el restablecimiento de la salud mental de
los individuos que acuden a él, estas se presentan en la tabla 1.
Tabla 1
Requerimientos de los psicólogos para intervenir en afectaciones
por catástrofes naturales
No
Alternativas
F
1
Intervención en crisis
43
2
Primeros auxilios psicológicos
38
3
Contención emocional
14
4
Intervención terapéutica grupal-individual
33
5
Intervención en situaciones de duelo
20
Fuente: Elaboración propia.
En la Tabla 1 se presentan cinco requisitos indispensables que debe
contemplar el psicólogo, para abordar afectaciones generadas por
catástrofes naturales, considerando que este tipo de intervenciones tienen
sus propias características, siendo la principal la intervención en crisis.
Los conocimientos en primeros auxilios psicológicos, también se ponen
de manifiesto entre los saberes del psicólogo como respuesta. Uno de los
aspectos con menor porcentaje fue la contención emocional, que las autoras
infieren que para poder realizar con éxito una intervención en crisis tanto
individual como grupal, se requiere el manejo de las emociones y que son
parte de la formación de este profesional. Los profesionales consultados
expresan que la intervención en situaciones de duelo es parte de los
requerimientos que debe conocer y dominar el psicólogo, considerando que
frente a situaciones de este tipo como las catástrofes naturales siempre se
presentan pérdidas de todo tipo.
En la Tabla 2 se presentan, en orden descendente, las principales
alteraciones psicológicas que puede enfrentar la población, después de una
catástrofe y que son motivos de consulta. Los psicólogos que
proporcionaron información concuerdan que, una vez atravesado algún
tipo de catástrofe natural, el mayor porcentaje de la población atendida se
enfrenta al trastorno de ansiedad, debido a la característica impredecible de
este tipo de situaciones, seguido de trastorno de estrés postraumático y de
estas se desprenden las otras; es decir, que tanto la depresión como el estrés
pueden generar trastornos del sueño ya sea a manera de insomnio o de
largas horas de sueño, así como la depresión que se puede manifestar de
muchas maneras y niveles.
Tabla 2
Alteraciones psicológicas en afectados por catástrofes naturales
Fuente: Elaboración propia.
En la Tabla 3, se observa la apreciación sobre las capacitaciones que
todo psicólogo debe fortalecer a través de la actualización; entre los más
relevantes, los conocimientos de primeros auxilios psicológicos que se
corresponde con la intervención en catástrofes naturales; también la
necesidad de preparación en técnicas generales de intervención, ya que,
ante estos acontecimientos, por lo general, se debe atender a grupos y en
lugares improvisados como albergues.
Alternativas
Observación
Trastorno de ansiedad
Presente en todos
los pacientes que
asisten a la consulta
Trastorno de estrés postraumático
Presente en por lo
menos un 80 % de
los pacientes que
asisten a la consulta
Alteración del sueño
Presente en por lo
menos la mitad de la
población que asiste
a la consulta y que
está relacionada con
otros trastornos
como ansiedad y
estrés
Depresión
Presente en un
porcentaje de al
menos el 20 % de
los pacientes que
asisten a la consulta
después de eventos
traumáticos
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Tabla 3
Capacitaciones requeridas para atender emergencias
psicológicas frente a desastres naturales
No
Alternativas
F %
1
Técnicas generales de intervención
22
2
Capacitación en primeros auxilios psicológicos
43
3
Intervención en crisis en situaciones de emergencia
13
4
Apoyo psicosocial en emergencias y desastre
18
5
Psicosomática de urgencia
10
Fuente: Elaboración propia.
En la Tabla 4 en cada alternativa se manifiesta, desde la perspectiva de
los psicólogos, el desarrollo de la resiliencia, específicamente después de
una catástrofe natural. Los informantes concuerdan que esta es
indispensable en las personas que han atravesado situaciones difíciles. Uno
de los indicadores que destacaron como necesidad, es resistir, afrontar y
superar adversidades; además manifiestan que la resiliencia es necesaria
para la adaptación a las nuevas situaciones traumáticas que permiten
sobrellevar el duelo ante las pérdidas de diferentes tipos que se dan en estas
circunstancias y que afectan la salud mental.
Tabla 4
Necesidad de desarrollar la resiliencia después de una catástrofe
natural
No
Alternativas
F %
1
Ayuda a mantenerse estable
11
2
Sobrellevar esta situación de duelo
37
3
Resistir, afrontar y superar situaciones traumáticas
45
4
Restructurar la parte emocional
23
5
Adaptación a situaciones traumáticas
40
Fuente: Elaboración propia.
En la Tabla 5 se observa que los psicólogos encuestados destacan la
importancia de la intervención en casos de catástrofes, la misma que radica
en la minimización de problemáticas sociales, producto de las afectaciones
psicológicas que puedan estar afectando a la población en sus diversos
entornos: familiar, comunitario, laboral, amigos. Así mismo se recalca que
esta permite el paso a la intervención secundaria, que va de la promoción y
prevención de salud a un nivel de diagnóstico y tratamiento.
Tabla 5
Importancia de la intervención psicológica inmediata en casos
de catástrofes naturales
No
Alternativas
F %
1
Facilidad de abordaje en personas en crisis
14
2
Minimización de problemáticas sociales
46
3
Para evitar problemáticas posteriores
28
4
Facilita el paso a la intervención secundaria
30
Fuente: Elaboración propia.
La Tabla 6 presenta un listado de cualidades personales que los
psicólogos consideran relevantes para el ejercicio de la profesión en
situaciones complejas como las catástrofes naturales. En el grupo de las
cualidades personales se resalta la empatía y la inteligencia emocional,
aspectos comprensibles, ya que el profesional que ofrece apoyo al otro
debe controlar primero sus emociones, lo que no significa que no le
afecte, así como el ponerse en el lugar del otro para un mejor
entendimiento de lo que está viviendo.
En el ámbito profesional se resalta la escucha activa, cualidad que
fomenta no solo en el profesional sino también en la persona afectada un
proceso de resiliencia, aspecto con el que concuerdan los psicólogos
entrevistados. Otra cualidad profesional que se destaca es la alianza
terapéutica que debe existir entre paciente, grupo y psicólogo para el
logro de resultados favorables, sin descuidar la ética profesional que
debe estar presente en todo momento y circunstancias.
Tabla 6
Cualidades personales y profesionales del psicólogo para la
resiliencia en afectados por catástrofes naturales
No
Cualidades
Alternativas
F %
1
Personales
Buen sentido del Humor
6
2
Creatividad
25
3
Amabilidad
43
4
Simpatía
49
5
Inteligencia emocional
50
6
Empatía
50
7
Liderazgo
29
8
Profesionales
Ética profesional
43
9
Alianza terapéutica
47
10
Escucha activa
49
Fuente: Elaboración propia.
En la Tabla 7, dentro de las herramientas de abordaje para intervenir ante
catástrofes naturales, se observa que del listado la preferencia se acentúa
por la logoterapia seguida por la dinámica grupal, que facilitan a las
personas en situaciones de vulnerabilidad la superación de crisis a nivel
personal y emocional, vistas también a manera de contribución social, ya
que después de una catástrofe natural, por lo general, las personas se deben
agrupar en lugares destinados para este fin.
Tabla 7
Herramientas de abordaje psicológico para catástrofes naturales
No
Alternativas
F %
1
Logoterapia
49
2
Dinámica grupal
47
3
Ludoterapia
42
4
Entrevista
44
5
Observación clínica
39
6
Nivel diagnóstico
13
Fuente: Elaboración propia.
Otra herramienta que alcanza alto porcentaje en la tabla 7 es la entrevista,
no solo en la estructura del instrumento, sino en la capacidad de abordaje
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del psicólogo para obtener la mayor cantidad de información confiable sin
afectar al otro que, comúnmente, se encuentra muy sensible en estas
circunstancias.
La Tabla 8, hace referencia a las competencias del psicólogo que se
deben evidenciar en este tipo de intervención, ya que no es lo mismo
realizar consultas e intervenciones en un consultorio a una sola persona que
a varias que han atravesado o siguen padeciendo situaciones traumáticas,
se destacan las relacionadas manejar una adecuada intervención individual
y grupal, donde se debe fomentar la resiliencia y todos aquellos aspectos
que permitan hacer frente a la situación y evitar complicaciones
posteriores.
Tabla 8
Competencias del psicólogo frente a las catástrofes naturales
No
Alternativas
F
1
Fomentar resiliencia
50
2
Psicoeducación
46
3
Intervención individual y grupal
50
5
Salud integral biopsicosocial
16
Fuente: Elaboración propia.
4. Discusión
La mirada exhaustiva de los resultados obtenidos permite dilucidar que
los procesos de intervención psicológica frente a catástrofes naturales
requieren de una preparación especial por parte del profesional en la salud
mental, que va más allá de la formación de grado, que contribuya a la
superación de traumas post desastres y con ello mejoras en la calidad de
vida de los individuos, grupos y comunidades, así como del bienestar del
mismo profesional. Los trastornos de ansiedad son los primeros en salir a
flote después de haber sufrido estos acontecimientos, debido a la
incertidumbre que generan. Cernuda (2012), producto de sus
investigaciones, indica que la prevalencia de ansiedad posterior a seis
meses de estos sucesos suele ser del 6 % en la población afectada, aspecto
que, independientemente del contexto, lo padece cualquier ser humano que
haya vivido esta experiencia.
Otra de las afecciones que se destaca en la investigación, es lo
concerniente al estrés postraumático, aspecto que concuerda con los datos
oficiales del Ministerio de Salud Pública donde se reveló que cerca de
19912 atenciones psicológicas fueron reportadas de 15 cantones de Manabí
y cinco localidades de Esmeraldas, como consecuencia del terremoto
ocurrido el 16 de abril del 2017 (OPS/OMS, 2016). De la misma manera
se evidencia en la población alteraciones del sueño y depresión, estos
últimos se pueden considerar signos y síntomas de los trastornos descritos
anteriormente, como se observa en los resultados de este trabajo y que
deben ser considerados en la capacitación permanente de cómo atenderlos
por parte de los profesionales de psicología.
En relación con los requerimientos específicos del psicólogo para
poder intervenir con eficiencia, eficacia y pertinencia en casos concretos
por catástrofes naturales resalta el dominio en intervención en crisis, dato
que concuerda con Cedeño et al. (2017) referente a la preparación
profesional del psicólogo sobre la importancia del perfil profesional que le
permita desarrollar su ejercicio en los diferentes niveles de intervención en
salud, tal como lo determina la normativa del Ministerio de Salud Pública
(Congreso Nacional, 2017), en la Ley Orgánica de Salud, artículo 14,
donde se establece que los psicólogos tienen como obligación generar y
ejecutar programas en grupos vulnerables. Los conocimientos en primeros
auxilios psicológicos también se ponen de manifiesto entre los saberes del
psicólogo como respuesta a la gran cantidad de problemas sociales en
aumento, y el tiempo que posee el psicólogo a nivel de la salud blica para
atender los casos y así se mantenga enlazado a los recursos de ayuda en
busca de una atención superior (Pardo et al., 2016).
Las capacitaciones relacionadas con la intervención en catástrofes
naturales cobraron mayor relevancia en Ecuador a raíz del terremoto del 16
de abril del 2017, anteriormente se le otorgaba más campo de acción a la
intervención familiar y educativa, a diferencia de países como Chile, donde
existe la Sociedad Chilena de Psicología de Emergencias y Desastres, cuya
preparación que lleva años ha permitido que estos profesionales puedan
ofrecer su apoyo en otros contextos como por ejemplo a las víctimas del
huracán Katrina (Figueroa et al., 2010). De la misma manera, Pardo et al.
(2016) resaltan su importancia al considerar que quien se dedica a su
empleo en situaciones o eventos de catástrofes naturales, desarrolla la
capacidad de restablecimiento emocional y por ende la resolución de
problemas. Por otra parte, Organizaciones como World Vision prefieren
que sus voluntarios y profesionales se formen en un modelo de seis pasos
que puede implementarse en refugios que atienden durante la crisis, dicho
modelo se centra en la escucha, interpretación respuesta sistemática que
tienen como fin el restablecer el estado psicológico previo, en la medida de
lo que posibilita la crisis, y que se convierte en un valioso aporte para
futuras investigaciones (World Vision, 2011).
Los psicólogos concuerdan que la resiliencia es un proceso
indispensable en las personas que han atravesado situaciones difíciles. Uno
de los indicadores que destacaron como necesidad es resistir, afrontar y
superar adversidades, consideración afirmada por Tarazona et al. (2018),
planteada como un equilibrio entre factores de riesgo, personalidad de cada
individuo, factores protectores, funcionalidad y estructura familiar. Todo
esto se conjuga y fortalece la capacidad de respuesta ante situaciones
adversas. Mientras que Moreira et al. (2018) manifiestan que no todas las
personas se ven afectadas por las situaciones desfavorables, existen
características propias en cada individuo que explican que exista una mayor
probabilidad a desarrollar un trastorno. Existen procesos como la
resiliencia que impiden o disminuyen el impacto de estos eventos en ciertos
individuos, a través de la adaptación positiva, de la misma manera por parte
del psicólogo; no basta con entender la situación que están atravesando las
personas, también deben sobrellevar la carga emocional que pueden
generarse en ellos, ya que, si no se está preparado para esto, puede llegar a
ser parte de quien requiera tratamiento (Feldman et al., 1998).
El abordaje psicológico, en esos casos, debe atender situaciones
especiales y específicas, ya que las catástrofes naturales no solo afectan de
forma aislada, sino que la afectación se da a nivel de comunidad, por lo que
las redes de apoyo son necesarias y aportan significativamente dentro de la
crisis. Esta misma dinámica grupal ayuda a llegar a mayor cantidad de
personas en menor tiempo, lo que incrementa el tamaño de red de ayuda y
REVISTA RECUS. PUBLICACIÓN ARBITRADA CUATRIMESTRAL. EDICIÓN CONTINUA.UTM - ECUADOR
e-ISSN 2528-8075/ VOL 6/No. 2/MAYO AGOSTO/2021/pp. 40-46
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El psicólogo clínico y la resiliencia de sectores vulnerables afectados por catástrofes naturales
Rodríguez Álava, Navarrete Vera, Tarazona Meza
Unidad de Cooperación Universitaria. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo.
Ecuador
motiva a que estos participen en el proceso de comunidad, lo que refuerza
a la identificación e interacción entre personas que han atravesado por un
mismo trauma o una misma situación. De la misma manera permite el
diseño de actividades que complementen una atmósfera cálida entre los que
atraviesan la crisis, el grupo familiar y cercano, con los cuales se es
fomentando la resiliencia. Se resalta la psicoeducación, indispensable para
los niveles de intervención en salud como prevención y promoción, las que
en mayor o menor medida se interrelacionan en la salud integral
biopsicosocial y son parte de las competencias que se presentan en el perfil
profesional del área (Pinargote et al., 2018).
Ante la experiencia de catástrofe natural vivida en los últimos años en
Ecuador, se evidencia la necesidad de la preparación de los profesionales
en Psicología en técnicas generales de intervención ante estas situaciones,
por el apoyo emocional inmediato que otorga este funcionamiento
psicológico, para lo cual se requiere de inteligencia emocional, empatía,
alianza terapéutica, escucha activa y el desarrollo de la resiliencia, con el
fin de fortalecer al individuo y comunidades a enfrentar situaciones
adversas para minimizar las problemáticas sociales latentes y actuar con
pertinencia de manera especial en los sectores vulnerables.
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