1. Introducción
Los sistemas educativos de América Latina tienen que enfrentar las
luchas que impone el mundo actual, un mundo que se torna unipolar y
que genera efectos negativos y provoca múltiples impactos tanto en el
ámbito económico, político y social como en la esfera de los valores
humanos. Cuba no deja de ser parte de esta realidad. Los cambios que se
producen exigen de una personalidad que mantenga la sostenibilidad del
sistema social, lo que constituye un reto para la escuela. De ahí que los
problemas de la formación del hombre son objeto de estudio importante
de las Ciencias Pedagógicas.
Por otra parte, la dinámica del desarrollo en el campo científico
técnico demanda el perfeccionamiento continuo del sistema educativo
cubano y la formación de valores en los profesionales de la educación es
una preocupación para todos los que de alguna manera están inmersos en
la tarea de educar. Lo afirmado con anterioridad se convierte en un
problema de relevancia para la Pedagogía, que debe ser solucionado
mediante su fundamentación teórica, metodológica y su aplicación en la
realidad socioeducativa.
La formación de valores en la universidad cubana actual como parte
del proceso de formación de los profesionales, evidencia que, aunque
este es un tema estudiado con regularidad, el tratamiento de las
potencialidades de la obra de personalidades con este fin ha sido
insuficientemente tratado. Así es el caso de la obra de Ernesto Guevara y
su relación con el contenido del modelo del profesional del Licenciado
en Educación, Economía, mediante los procesos sustantivos de la
universidad, a partir de la articulación de las asignaturas del currículo y
la utilización de métodos educativos. Esta cuestión es poco esclarecida, a
la que debe prestársele especial atención desde el punto de vista teórico
y metodológico.
El tema de los valores constituye una de las directivas del Ministerio
de Educación Superior (MES). En lo concerniente a la Ciencia
Tecnología e Innovación (CTI) en el período del 2016 - 2021, se plantea
que la interacción de la universidad con el municipio debe propiciar
beneficios concretos relacionados con: “La mejor preparación de los
estudiantes y graduados con valores, habilidades y competencias
relevantes para el desarrollo local” (MES, 2016a, p. 24).
Al revisar la literatura científica en torno al proceso de formación, se
resaltan los trabajos de Fergusson (2016); Rodríguez (2016); Chávez
(2017); Roca (2017); Cabrera (2018) y Ochoa (2018). Estos autores
trabajan la formación a partir de múltiples perspectivas y para diversos
profesionales: competencia de Marketing, competencias profesionales e
investigativas, formación inicial del maestro primario, formación inicial
en carreras pedagógicas, formación profesional. Aunque estas
evidencian como denominador común, la correspondencia con el modelo
de formación universitario, al no ser objetivo de estas investigaciones,
no se particulariza en la formación de valores de estos profesionales, ni
se contextualiza en el modelo de formación del Licenciado en
Educación, Economía.
Con la intención de esclarecer el tema de los valores, diversos
autores han investigado sobre este complejo fenómeno. Su tratamiento
no es privativo de una ciencia, pues de él se ocupan la Filosofía, la
Psicología y la Pedagogía, entre otras, y aunque existe diversidad de
posiciones al respecto, asimismo sucede con el nivel de coincidencia en
relación con la necesidad de influir en su formación. En esta dirección se
destacan las investigaciones realizadas por Báxter (1994); Fabelo
(2003); Bombino (2004); Acebo (2005); Díaz (2007); Batista (2008);
Proenza (2009); Arranz (2009); Ruiz (2010); Ferreiro (2010); Romero
(2013); Gaínza (2016); Martínez (2017); Fresno (2017) y Ramírez
(2018).
Estos autores han trabajado el fortalecimiento, la educación, o la
formación de valores, para diferentes niveles de enseñanzas. Sus
estudios sirven de cimiento para fomentar la formación de valores hacia
diferentes aristas; formación de valores ambientales, valores
profesionales, a partir del potencial geográfico. Las contribuciones
resultan importantes al reconocer aspectos como el enfoque desde una
concepción holística, no obstante, los recursos axiológicos utilizados
presentan limitaciones en la contextualización con la profesión, teniendo
en cuenta las características de los docentes de las ramas técnicas.
En relación con el tratamiento a la formación de valores desde las
potencialidades axiológicas de la obra de personalidades, Domínguez
(2003); Tamayo (2009, 2014) y Thompson (2015), resaltan su
contribución al trabajo educativo en torno a los valores,
fundamentalmente basado en el ideario de José Martí y de Fidel Castro
Ruz. Estas investigaciones han implicado un perfeccionamiento en la
formación de los profesionales, razón relevante porque al influir
positivamente sobre los futuros egresados se contribuye, sobre todo, a
elevar la calidad de la educación. No obstante, resultan insuficientes por
no responder a las particularidades del proceso de formación del
Licenciado en Educación, Economía, al no considerar las exigencias que
imponen los cambios del modelo económico cubano a la universidad en
general y a este especialista en particular.
En los momentos actuales, se requiere de un profesional docente
competente, con conocimientos sólidos de su especialidad. Debe tener,
en el caso de la dirección del proceso pedagógico de la Educación
Técnica y Profesional (ETP), por las exigencias de este, una formación
ética que le permita ser un ente activo en la batalla contra la corrupción,
las ilegalidades y el delito, a raíz de todos los problemas que se dan en
las empresas como son: los desvíos de recursos, el robo y el descontrol.
En consecuencia, con lo anterior existe una carrera universitaria que
forma a los futuros profesionales que deben resolver en las instituciones
educativas de la ETP, los problemas profesionales que se presentan. Este
profesional se desempeña en la dirección del proceso formativo de las
familias Economía, Servicios y Servicios Sociales.
En el Plan de estudios E se destaca, entre las cualidades que debe
distinguir a este profesional: “Compromiso moral con los principios de
la Revolución, con el ideario martiano, el marxismo-leninismo y el
pensamiento de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara (…)” (MES, 2016b,
p. 9). De esta exigencia se infiere la importancia concedida al
tratamiento a la formación de valores mediante la obra de
personalidades.
A partir de estos requerimientos, Ernesto Guevara, cuyo pensamiento
económico es relevante, amerita especial atención por ser una figura
paradigmática, reflejada en ejemplo, acción y concepción acerca del
hombre nuevo. Además, por las contribuciones realizadas en relación
con el sistema presupuestario, el papel del costo, y otros contenidos
económicos componentes del currículo de la carrera.
En esta dirección, Puig (1995) expresa: