La designación de un docente por cada semestre de estudiantes como
interfase directa en el proceso de comunicación para la formación
profesional, ha desempeñado el papel de facilitador comprometido que
genera confianza y credibilidad en los estudiantes ante un proceso para el
cual no estaban psicológicamente preparados.
El proceso docente se concibió para discurrir de una manera
asincrónica, de modo que los participantes en el mismo no estén obligados
a permanecer conectados a la red de redes como única opción de
participación. Esto ha permitido que estudiantes y docentes ganen
confianza en el manejo de las tecnologías y los códigos comunicativos
que esa modalidad impone.
En fecha tan temprana, respecto al avance de la pandemia en Ecuador,
como los primeros días del mes de junio, ya se ejecutó la apertura del
curso académico en las nuevas condiciones. Este proceso estuvo
acompañado de una amplia labor de comunicación institucional. La
información que se hizo pública a los estudiantes continuantes y a los que
recién comenzaron sus estudios universitarios se concibió desde la lógica
de la pertinencia de cada acción.
Una comunicación personal on line del Rector a los estudiantes dejó
inaugurado el curso académico, en la cual la máxima autoridad de la
institución explicó en detalles a la comunidad universitaria las nuevas
características del proceso y las facilidades y apoyos que se concibieron
para alcanzar el objetivo común de que todos transiten exitosamente por
las diferentes materias docentes y puedan al final del periodo recibir la
notificación de ACREDITADO.
Se trata de todo un sistema de trabajo creado en la Universidad
Técnica de Manabí, sobre la base de la experiencia institucional
acumulada, de la preparación del claustro y los avances tecnológicos por
los que se había transitado en los últimos años, y que ha permitido dar
pasos sólidos para el inicio del periodo docente.
4. Discusión
Un punto de partida imprescindible para comprender los procesos que
se suceden en la Facultad de Ingeniería Agrícola a partir del reinicio de
las actividades docentes en condiciones de no presencialidad y hacerlo
con éxito, ha sido la comprensión de la pandemia como un hecho social
total, en el que se han fundido en un haz impactos negativos no sólo en la
salud, sino además y a la vez en las economías en todas las escalas
posibles, en las dinámicas del empleo, en la vida familiar y comunitaria,
en el transporte, la energía, y por supuesto, en la actividad académica
universitaria.
Las prácticas para la conversión de la vida académica universitaria a
ambientes digitales en exclusivo vinieron de la mano de asumir los
ambientes tecnológicos de las redes como escenario para echar a andar los
procesos formativos e investigativos universitarios vistos como procesos
que de la mano configuran el todo de la vida académica en la actualidad
pandémica e incluso postpandemia COVID-19.
Las instituciones de educación superior que habían desplegado
políticas hacia la informatización de sus procesos como camino al
desarrollo se vieron mejor preparadas para responder a los desafíos de la
pandemia, siempre que en sus políticas hayan desplegado la capacidad de
comprender la crisis como oportunidad, y no como amenaza, en
consonancia con la noción de “trabajar integrando” (Costamagna, 2020,
p. 14).
En este sentido los autores consideran que en el grupo de las primeras
se encuentra la Universidad Técnica de Manabí por la respuesta ante los
retos que ha impuesto la situación de la covid-19
A modo de conclusiones, se muestra que el incremento de ingreso de
estudiantes a la Facultad de Ingeniería Agrícola constituye el resultado del
trabajo coherente y en ascenso que ha desplegado la institución, y en
particular la Facultad, desde el año 2009. El efecto de un empeño
académico de esa naturaleza se ha podido apreciar justo en el período tan
difícil que ha vivido en Mundo y específicamente Ecuador, con la
pandemia de la COVID-19 que aún continua su expansión por la nación
hasta el momento en que se termina la redacción de la presente
contribución.
El trabajo de comunicación institucional basado en la gestión del
conocimiento y la innovación dirigido principalmente a los jóvenes acerca
de qué es la Ingeniería Agrícola y qué significa para la provincia Manabí
que es eminentemente agrícola y conclave de una importante tradición de
producción de alimentos para el país, donde uno de sus reglones
fundamentales de la economía es la agricultura, ha logrado promover una
mayor inclinación de los jóvenes hacia estas carreras, demostrado en el
incremento sustancial de matrículas que ha llegado a ser la más grande,
aún en el período que coincide con la pandemia.
Un aspecto relevante lo constituye también la capacidad previsora de
las autoridades universitarias expresada desde sus cimientos epistémicos
y hecha realidad a través de sus políticas académicas que crearon
condiciones previas en la institución para afianzar su pertinencia, alcanzar
una visibilidad en el escenario territorial y preparar respuestas rápidas y
seguras a los desafíos de distanciamiento social que la COVID-19 impuso.
Se trata de prácticas que apuntan hacia los debates más actuales sobre
el papel de la universidad para el desarrollo (Arocena & Sutz, 2016 y De
Souza, 2018), desde las propuestas elaboradas a tenor con el Congreso
Regional de educación superior (Vessuri, 2008).
La Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad, identificó
tempranamente los efectos nocivos que las prácticas asumidas en los
meses de marzo - abril para enfrentar los efectos de la COVID-19 podrían
incidir sobre las matrículas de los futuros estudiantes del periodo
comprendido entre mayo - octubre de 2020. A tono con esa visión
previsora pudo diseñar las acciones referidas para consolidarse como polo
de atracción juvenil para los estudios universitarios en la provincia.
Finalmente, entre esas acciones, se destaca por su incidencia la
designación de un docente por cada semestre de estudiantes como
interfase directa en el proceso de comunicación para la formación
profesional. Esto incorporó un enfoque personalizado para la atención de
los estudiantes, asumiendo el docente el papel de facilitador
comprometido, lo que generó confianza y credibilidad en los estudiantes
ante un proceso para el cual no estaban psicológicamente preparados, y su
reacción evidentemente se demuestra que fue positiva.
Referencias bibliográficas
Alburquerque, Ll. F. (2020). Reflexiones ante el coronavirus desde los
territorios: Lineamientos para la discusión de una agenda de
reconstrucción económica, social, ambiental e institucional.
Desarrollo y Territorio, (7), 20-33.
Arocena, R., & Sutz, J. (2016). Universidades para el desarrollo.
Uruguay. UNESCO.
Bárcena, A. (2020, abril). El desafío social en tiempos del COVID-19. En: