1. Introducción
Lograr eficiencia y competitividad se ha convertido en los últimos años
en una necesidad imperiosa de las empresas que se desenvuelven en un
entorno cada vez más cambiante que condiciona considerablemente su
funcionamiento. La gestión de los proveedores cada vez adquiere mayor
importancia mundial para lograr ese buen funcionamiento de las empresas.
En Cuba, donde los recursos son escasos y hay que buscar diferentes
alternativas o sustitutivos para enfrentar una demanda de clientes cada vez
más exigente considerar la gestión de proveedores se convierte en una
necesidad.
El mayor o menor éxito que logren las empresas según Acevedo (2000)
depende, en gran medida, de la forma adecuada o no en que se relacionan
con el conjunto de elementos externos a la organización que se caracterizan
por ser variables altamente dinámicas: el comportamiento de los mercados,
los costos, las innovaciones tecnológicas, así como los aspectos sociales,
culturales, políticos y legales. Se necesita entonces aprender a interpretar
las señales del entorno para poder establecer las estrategias más adecuadas
de adaptación al mismo.
El entorno actual se caracteriza por una alta competencia, lo que obliga
a que las empresas que quieran mantenerse en el mercado desarrollen
capacidades que le permitan introducirse, mantenerse y crecer en él. Todas
las empresas tanto productivas como de servicios desarrollan su actividad
en un ambiente altamente competitivo y variable que exige una adaptación
dinámica y flexible (Gallardo, 2011).
Continuar la reestructuración del comercio mayorista y el minorista, en
función de las condiciones en que operará la economía se encuentra entre
las prioridades de trabajo de la política económica y social en Cuba. Los
lineamientos 250, 252 y 253 correspondientes a la política para el comercio
plantean continuar perfeccionando el sistema de abastecimiento del país y
aumentar la participación de los productores nacionales a través de un
efectivo control sobre la gestión de compras y de inventarios, para
minimizar la inmovilización de recursos y las pérdidas en la economía
(PCC, 2017). Además se plantea la necesidad de trabajar para desarrollar
un plan logístico nacional que garantice la gestión integrada de las cadenas
de suministro existentes en el país.
En el orden del perfeccionamiento de sistemas y órganos de dirección,
el lineamiento 261 plantea continuar el perfeccionamiento del sistema de
dirección y la gestión de las unidades presupuestadas, adecuándolo a sus
características funcionales, organizativas y económicas, simplificando su
contabilidad (PCC, 2017).
Cada día el término integración adquiere mayor relevancia, y es una
tendencia actual en las organizaciones integrar sus sistemas de gestión con
el objetivo de obtener resultados superiores. Esta visión sistémica le permite
a los directivos tomar decisiones a corto, mediano y largo plazo con mayor
efectividad.
De manera que constituye una prioridad definir las formas de gestión
mayorista que den respuesta a todos los actores de la economía y trabajar
para desarrollar un plan logístico nacional que garantice la gestión integrada
de las cadenas de suministro existentes en el país, respondiendo a los ejes
estratégicos y plan de la nación hasta el año 2030.
En consecuencia, con lo antes planteado se realizó un análisis previo al
plan logístico de la Universidad de Holguín (UHo) donde se evidencia que:
✓ Ha enfrentado dificultades para adquirir insumos para sustentar su
objeto social.
✓ El proceso de gestión de proveedores se ha ejecutado de forma
empírica y sin seguir un criterio uniforme o evaluación de los
mismos.
✓ No existen criterios definidos que permitan evaluar su
comportamiento y por ende brinden elementos para establecer una
negociación más favorable con estos.
Esta problemática demuestra que la UHo se encuentra en condiciones
desfavorables para lograr una mayor satisfacción de sus clientes. El objetivo
de esta investigación consistió en reestructurar el proceso de evaluación de
la gestión de proveedores para garantizar el cumplimiento de su objeto
social en las condiciones actuales de la economía.
1.1 Gestión de proveedores
La palabra proveedor procede del latín, más exactamente de la suma de
tres partículas latinas: el prefijo pro-, que puede traducirse como “adelante”;
el verbo videre, que es sinónimo de “ver”; y finalmente el sufijo –dor, que
es equivalente a “agente”.
Proveedor según Sáez (2008) es la persona o empresa que abastece con
algo a otra empresa o a una comunidad. El término emana del verbo proveer,
que hace referencia a suministrar lo necesario para un fin. Es importante
establecer que básicamente existen dos tipos claramente diferenciados de
proveedores, por un lado, están los de bienes, que son los que aportan,
venden y surten de objetos o artículos tangibles. Por otro lado, están los de
servicios que, como su propio nombre indica, no ofrecen algo material sino
una actuación que permite que sus clientes puedan desarrollar su actividad
con total satisfacción (Vallejo, 2003).
Antes del año 1900, las operaciones de compra eran reconocidas como
funciones independientes de muchas compañías ferroviarias tal cual lo
plantean Acevedo y Gómez (2010), pero poco extendido a compañías de
otras secciones:
✓ Antes de la Primera Guerra Mundial, las operaciones de compra se
consideraban principalmente actos realizados por el clero.
✓ Durante la Segunda Guerra Mundial, la importancia de las
operaciones de compra se incrementó debido a la necesidad
incipiente de obtener materias primas, insumos y otros servicios
necesarios para mantener las fábricas y minas de explotación.
✓ Durante las décadas de 1950 y 1960, las operaciones de compra
siguieron ganando importancia, y con ello las técnicas para realizar
dichas operaciones se hicieron más refinadas y el número de
profesionales capacitados aumentaron.
✓ Durante las décadas de 1970 y 1980, aumentó el énfasis en la
búsqueda de estrategias de compra, como la capacidad de obtener
las materias primas de los proveedores a precios más asequibles y
realistas.
En septiembre de 1983, la revista Harvard Business Review publicó un
artículo pionero de Peter Kraljic sobre la estrategia de compras que es
ampliamente citado hoy en día como el inicio de la evolución del término
"comprar" y lo que ello conllevaba (Kraljic, 1983). Este artículo sirvió como
base para desarrollar tácticas de gestión y adquisición, además de varias
estrategias para negocios.
Durante la década de 1990, el concepto de gestión de suministros,
referido más a la adquisición de suministros según Ballou y de Lemus
(1991), comienza a estar más integrado en la estrategia global de la empresa
y se produce una evolución perceptible en las funciones de los negocios,
impulsado por el desarrollo de software de gestión de suministros que
ayudan a automatizar determinados procesos.
Ya para el año 2000, surge en las empresas un nuevo cargo, denominado
Jefe de Compras o Jefe de Aprovisionamiento. Con la aparición de este
nuevo cargo, surgieron revistas y publicaciones, eventos y páginas web
dedicadas exclusivamente a la promoción y gestión de suministros. Durante