1. Introducción
Los métodos cuantitativos y cualitativos, entre ellos los
econométricos, se han destacado como unas de las herramientas
científicas más adecuadas en la toma de decisiones administrativas
(Andrea, 2019; Cabrera y de León, 2018; Peguero, 2012; Rodríguez,
2017), pues proporcionan una vía objetiva y lógica para analizar los
sistemas empresariales, permiten definir y planificar la política
económica financiera, validar teorías e ideas económicas y predecir el
futuro de múltiples variables. Los modelos econométricos son útiles para
el análisis estructural y entender cómo funciona la economía, la
predicción de los valores futuros de las variables económicas, para
simular con fines de planificación distintas posibilidades de las variables
exógenas y simular con fines de control valores óptimos de variables
instrumentales de política económica y de empresa (Gujarati, 2020). De
ahí que este autor considere que los pronósticos son una parte importante
del análisis econométrico, y para algunas personas constituye el área
más importante.
A pesar de que estos modelos de pronósticos son conocidos desde
principios del siglo XX, el pronóstico empresarial como herramienta de
planificación no está suficientemente documentado, ni actualizado, y
existen pocos autores que se han preocupado por conocer su estado al
interior de las empresas (Cadena, 2015). Fernández (2018) plantea que la
disfuncionalidad que se presenta en la base y el rechazo a los temas
relacionados con el plan y el presupuesto suceden - entre otras causas-
por incoherencias conceptuales, que anulan el carácter científico de la
planificación, obstaculizan su verdadera comprensión y, por lo tanto,
obstruyen su desarrollo como proceso consciente.
Para Pozo et al. (2014) existe una serie de limitaciones en la
planificación empresarial en Cuba; entre estas el que no constituya un
medio para la toma de decisiones eficientes y responsables y que sea
conformada, muchas veces, más por la entidad a la cual se subordina que
por la propia empresa, lo que en consecuencia, según las investigadoras,
repercute en que este proceso no esté favorecido por una sólida
argumentación científica que, para el caso de la planificación económico
financiera, puede encontrar en la aplicación de las técnicas
econométricas y su utilidad para pronosticar una solución a esta
situación.
El poco conocimiento sobre la aplicación de métodos de pronóstico
ya sean cuantitativos o cualitativos, como apoyo para el
perfeccionamiento de la planificación, conlleva a una insuficiente
utilización de técnicas científicas para la estimación de indicadores en
los planes económicos.
Durante la revisión bibliográfica sobre el uso de los pronósticos para
la planificación empresarial se estudiaron un total de 30 investigaciones
de diferente naturaleza entre los años 2002 y 2020, de las cuales las tesis
representan el 87 % del total. El 46 % son de procedencia
centroamericana e igual cantidad de América del Sur, el 4 % provienen
de Europa y Asia respectivamente. Respecto a las áreas de conocimiento
los estudios están relacionados en su mayoría a materias de Gestión de
procesos y cadenas de suministro con un 23.33 % y Matemática aplicada
e Ingeniería del factor humano con un 16.67 % y 13.33 %
respectivamente.
Ibarra (2021) constató que en el orden metodológico procedimental
existen diferentes propuestas de cómo integrar los métodos cuantitativos
de pronósticos económicos a la gestión empresarial, en particular a la
planificación. Respecto al uso del análisis de regresión se destacan
Hernández-Contreras (2006); Laffita (2013); Macías (2007); Rivas
(2017), en las series de tiempo como el Alisamiento exponencial
Delgadillo-Ruiz et al. (2016); Laffita (2013); Pérez (2017); Usuga
(2014) y la Metodología Box-Jennkins Delgadillo-Ruiz et al. (2016); Ho
et al. (2002); Laffita (2013); Lazo (2019); Macías (2007); Marroquín y
Chalita (2011); Ortiz de Dios (2012); Pérez (2017); Ráez (2012), sin
embargo son pocas las herramientas que indiquen cómo realizar
adecuadamente la predicción y más aún en el caso de los indicadores
económicos, a excepción de las dadas por Laffita (2013) y Pérez (2017).
En estas los autores definen por fases los objetivos y técnicas que se
deben emplear para pronosticar y hacer más objetivo el plan económico,
no obstante, carecen de la integración de técnicas administrativas que
faciliten el empleo de las técnicas estadísticas y matemáticas por parte
del personal inexperto en su uso, lo que dificulta y provoca limitaciones
en la aplicación de los pronósticos para la planificación.
Por otro lado, según Ibarra (2021) en el período 2002-2020, en el
73.33 % de los estudios analizados se utilizaron técnicas de series de
tiempo para el análisis de la información como el Alisamiento
exponencial y la Metodología Box-Jennkins. El 46.67 % emplearon la
modelación ARIMA (Arteaga, 2010; Ayala y Samillán, 2019;
Delgadillo-Ruiz et al., 2016; Ho et al., 2002; Laffita, 2013; Lazo, 2019;
Macías, 2007; Marroquín y Chalita, 2011; Ortiz de Dios, 2012; Pérez,
2017; Ráez, 2012; Vásquez y Gamonal, 2019) y el 26,67 % el
Alisamiento Exponencial (Delgadillo-Ruiz et al., 2016; González-Díaz
et al., 2012; Laffita, 2013; Opazo, 2016; Pérez, 2017; Rochina, 2013;
Usuga, 2014). Es de destacar que solo el 30 % de los autores consultados
proponen procedimientos o metodologías para realizar pronósticos y de
ellos solo el 22.2 % lo hacen para indicadores económicos.
1.1. Sobre los modelos econométricos
En general existen solo dos tipos de modelos de pronóstico
cuantitativos: los denominados de relación causal o regresión y los de
series de tiempo. Los primeros explican el comportamiento de una
variable, denominada dependiente, en función de otra u otras
denominadas independientes; los segundos pronostican una variable en
función de su propio pasado. Es común encontrar que dichos modelos se
complementen y se usen de forma combinada. Cadena (2015) además
considera que tanto el análisis de regresión como el análisis univariado
de series de tiempo son técnicas válidas y útiles en el tema de la
previsión económica, financiera y empresarial.
Gujarati (2020) asevera que siempre que se va a hacer un análisis
integral de la validez de un modelo econométrico se supone que se debe:
contrastar la significación estadística de las estimaciones realizadas,
establecer una medida de la bondad a priori y su validación a posteriori,
contrastar la validez de los supuestos sobre la que se ha basado la
construcción del modelo para de incumplirse valorar sus consecuencias
y posibles soluciones al problema. Como también considera que en la
práctica surgen dos tipos de problemas importantes al aplicar el modelo