ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
119
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO
MAYOR A PARTIR DE LA INTERVENCIÓN Y EL DESEMPEÑO PROFESIONAL DE
LA ENFERMERÍA
AUTORAS: Lilia Sánchez Choez
1
Carmen Guaranguay Chaves
2
Agustina Tapia Mieles
3
Miriam Chávez Vélez
4
DIRECCIÓN PARA CORRESPONDENCIA: lsanchez84@uleam.edu.ec
Fecha de recepción: 5 de septiembre 2017
Fecha de aceptación: 31 de octubre 2017
Resumen
El presente estudio se realizó con el objetivo de describir,
mediante un enfoque cualitativo, las implicaciones éticas y
sociales que desempeñan profesionales de enfermería en la
atención a los adultos mayores. En este contexto, los avances
tecnológicos en el campo de la salud, demuestran que el
profesional de enfermería debe tener incorporado en su ejercicio
profesional principios éticos, visión humanística, conocimientos
básicos de las leyes y un sentido de responsabilidad que lo
capaciten para prestar una atención integral adecuada. El
análisis ético debe comenzar con una valoración cuidadosa del
estado del paciente y de la naturaleza de su enfermedad, las
preferencias del enfermo, sus juicios de valor y su realidad
social, cultural y económica. Es necesario que en el quehacer
cotidiano de los profesionales de la salud se vuelva a dar
1
Profesora Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
2
Profesora Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
3
Profesora Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
4
Profesora Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
120
prioridad al servicio del individuo, su familia y su comunidad,
ya que en el medio hospitalario actual se tiende a poner mayor
énfasis en el avance tecnológico y científico y en los aspectos
técnicos o políticos del trabajo. De esta forma, el presente
trabajo se realizó con el propósito de aportar nuevos
conocimientos que puedan servir como base para mejorar la calidad
del cuidado al adulto mayor en el ámbito de la salud.
Palabras clave: Implicaciones éticas; Enfermería; Calidad de
vida; Adulto mayor; Atención integral.
ETHICAL AND SOCIAL IMPLICATIONS IN THE QUALITY OF LIFE OF ADULT
HIGHER FROM INTERVENTION AND PERFORMANCE OF NURSING PROFESSIONAL
Abstract
The present study was carried out with the objective of
describing, using a qualitative approach, the ethical and social
implications that nurses care for older adults. In this context,
technological advances in the field of health, show that nursing
professional should have incorporated in their professional
ethical principles, humanistic vision, basic knowledge of the
laws and a sense of responsibility that you enable it to provide
adequate comprehensive care. The ethical analysis must begin with
a thorough assessment of the status of the patient and the nature
of his illness, the preferences of the patient, his judgments of
value and its social, cultural and economic reality. It is
necessary to again to give priority to the service of the
individual, their family and their community, since in the
current hospital setting tends to place greater emphasis on
scientific and technological progress and the aspect in the daily
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
121
work of health professionals I technical or political work. Thus,
the present work was carried out with the purpose of providing
new knowledge that can serve as a basis for improving the quality
of care to the elderly in the field of health.
Keywords: Ethical implications; Nursing; Quality of life; Older
adult; Comprehensive care.
Introducción
El envejecimiento poblacional no es un fenómeno exclusivo de las
sociedades modernas, ha estado presente en todas las etapas del
desarrollo social. En América Latina ha habido en las últimas
décadas un envejecimiento importante de su población;
demográficamente este proceso ha tenido diferentes implicaciones,
entre ellas el carácter humano y ético que debe estar presente
en el cuidado de los adultos mayores, especialmente en
profesionales de la salud y en el ámbito de la enfermería.
Durante la atención de enfermería se presentan escenarios que
implican derechos, deberes y obligaciones del profesional, tanto
para sus pacientes, colegas y público en general. Identificar las
implicaciones éticas que tienen estos profesionales permitirá
orientar o reforzar la información que estos manejan sobre el
aspecto anteriormente mencionado. El concepto de profesional
incluye responsabilidad legal y moral en cuanto a los actos que
realicen.
En este orden de ideas, este trabajo intenta caracterizar las
implicaciones éticas y sociales en la calidad de vida del adulto
mayor a partir de la intervención y el desempeño profesional de
la enfermería. Por ello, la enfermería se reconoce socialmente
como una profesión de servicio, orientada netamente a ayudar,
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
122
servir y cuidar la salud de las personas; se puede decir que las
enfermeras han representado la esencia del sistema de atención a
los adultos mayores.
Desarrollo
Hacia una concepción
social de la enfermería
La enfermería es el conjunto de actividades profesionales con un
cuerpo de conocimientos científicos propios, desarrollados dentro
de un marco conceptual destinados al cuidado de la salud del
individuo, familia y comunidad, tomando en cuenta la promoción de
la salud y calidad de vida, la prevención de la enfermedad y la
participación de su tratamiento, incluyendo la rehabilitación de
la persona, independientemente de la etapa de crecimiento y
desarrollo en que se encuentre, debiendo mantener al máximo, el
bienestar físico, mental, social y espiritual del ser humano.
Según Aguirre (2009), los cuidados de enfermería son la base
principal para la recuperación de la salud de los pacientes que
se encuentran aquejados por alguna enfermedad; no solo se basa en
la administración de medicamentos, sino también en el trato que
recibe el paciente , la empatía por parte del personal de salud y
el respeto hacia su cultura, por ello la investigación tuvo como
propósito determinar la percepción de los adultos mayores hacia
los cuidados recibidos por parte de la enfermera y de esa manera
poder medir los resultados obtenidos en las encuestas, mediante
nuestros indicadores que fueron favorable, medianamente favorable
o desfavorable. “El envejecimiento es un proceso complejo del ser
humano con componentes fisiológicos, psicológicos y
socioculturales” (Abad, 2010).
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
123
Por lo cual experimenta una amplia gama de necesidades y
problemas, que requieren una comprensión y cuidado por parte de
la enfermera para promover la salud, bienestar y la recuperación
ante la enfermedad, toda vez que es susceptible y vulnerable a
accidentes y caídas derivados del proceso de remisión, progresiva
de sus funciones físicas, psicológicas y socioculturales que lo
hace vulnerable a adquirir enfermedades crónico degenerativas que
requieren de cuidados preventivo recuperativos.
La intervención de enfermería en el manejo de los cuidados de los
adultos mayores se divide en las medidas generales que deben ser
aplicadas con todos los pacientes y las medidas específicas de
acuerdo con el cuadro clínico que tengan estas personas.
Principios éticos en la
práctica de enfermería
En el curso de la historia de la humanidad nunca se había
registrado un avance tecnológico científico tan importante como
el que se ha observado en el siglo pasado y en este principio de
milenio. Se puede decir que el actual es un período único de la
humanidad, en el que han adquirido nuevos y fascinantes poderes
sobre la vida y al mismo tiempo se ha entrado a un mundo fértil
en nuevos conceptos de las ciencias de la vida y la moral, los
cuales exigen un cambio en los paradigmas de la práctica de las
profesiones de la salud (Sánchez, 2014).
En este contexto, la enfermería es un trabajo que requiere la
posesión de conocimientos técnicos, gran cantidad de
conocimientos formales, capacidad de comunicación, complicidad
emocional y otras muchas cualidades, por lo que se considera
también como “un complejo proceso de pensamiento que lleva del
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
124
conocimiento a la técnica, de la percepción a la acción, de la
decisión al tacto y de la observación al diagnóstico” (Perrenoud,
2014).
La relación entre enfermera y persona (enferma o sana) no ha sido
abordada ni estudiada de la misma forma que la relación médico-
paciente, pero se sabe que es un aspecto de esencial
trascendencia para lograr los objetivos y propósitos de salud. Es
una relación interpersonal en la cual ambos, la enfermera y la
persona se encuentran para llevar a cabo en conjunto una serie de
acciones dirigidas a mantener o recuperar la salud. También es
una relación ética, donde los valores de cada uno deben ser
conocidos y considerados de igual importancia, lo que exige del
personal de enfermería un comportamiento práctico moral. Cuando
un paciente presenta complicaciones se originan dilemas éticos,
ante los cuales lo primero es determinar qué se pretende lograr y
si esto realmente va a beneficiar al enfermo.
De acuerdo con Berechel (2011), la enfermera o el enfermero de
nuestros tiempos no sólo amerita una preparación fundamentada en
los conocimientos científicos que exige el avance tecnológico
moderno, sino que también debe desarrollar la sensibilidad frente
al dolor y un humanismo genuino que se interese por los problemas
del ser humano. Corresponde al personal de salud crear un
ambiente en el que los valores, costumbres y creencias del
individuo sean respetados y se ayude al enfermo a mantener,
desarrollar o adquirir autonomía personal y autodeterminación,
bajo la guía de criterios profesionales.
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
125
Ética en el profesional de enfermería
Un dilema que se vive en el ámbito de la salud es “enfrentar la
muerte”, para lo cual es indispensable diferenciar entre
eutanasia, dignidad de la muerte y ensañamiento terapéutico y que
se puede discernir, no solamente a través del conocimiento
profundo de la bioética, sino también de la más recta conciencia.
Pérez (2005) sostiene que es preciso imponer siempre un límite a
la actuación y decisiones de enfermería en su interacción con el
usuario y este límite implica el respeto a la libre decisión del
paciente y a la expresión de su personalidad en todos sus
aspectos; el usuario tiene derecho a aceptar o rechazar cualquier
tratamiento que se le sugiera y al profesional de enfermería sólo
le corresponde explicar y justificar la necesidad del
procedimiento y, si el caso lo requiere, advertir de los riesgos
de rechazarlo.
Ejemplos de dilemas éticos son los siguientes: ¿Es correcto
decirle a una mujer embarazada que espera con ansias su primer
hijo, que el resultado de su ultrasonido indica que el embrión
presenta serias malformaciones incompatibles con la vida? ¿Es
correcto informarle a un paciente que le quedan pocas semanas de
vida debido a un mal en etapa terminal? ¿Es correcto sugerirle a
un usuario que la única oportunidad de vida que le queda es que
acepte un órgano trasplantado cuyo donante es un animal? ¿Es
éticamente correcto aceptar que una madre se embarace con el
único fin de lograr células para trasplantárselas a otro hijo que
padece de leucemia? Todas estas interrogantes, y muchas más,
enfrenta diariamente el personal de enfermería de todo el mundo,
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
126
porque se mantiene en estrecha relación con el paciente y conoce
cada caso de manera personal e íntima.
Desde la perspectiva de Cabrera (2008), las enfermeras tienen
cuatro responsabilidades fundamentales: promover la salud,
prevenir las enfermedades, restaurar la salud y aliviar el
sufrimiento. La necesidad de cuidados de enfermería es universal
y el respeto por la vida, la dignidad y los derechos del ser
humano son condiciones esenciales de la enfermería, que no hace
distinción alguna de nacionalidad, raza, religión, color, edad,
sexo, opinión política o posición social. La primera
responsabilidad de la enfermera es la consideración a las
personas que necesitan su atención profesional; al
proporcionarles atención, la enfermera crea un medio en el que se
respetan sus valores, costumbres y creencias.
La enfermera mantiene reserva sobre la información personal que
recibe y juzga juiciosamente cuándo ha de compartirla con
alguien. Explica Castro (2010), que la enfermera o el enfermero
tiene responsabilidad legal por las acciones, decisiones y
criterios que se aplican en la atención de enfermería directa o
de apoyo, considerando que enfermería es una profesión
independiente, que contribuye con otras profesiones afines a
proporcionar los cuidados de salud necesarios.
Además, el profesional de enfermería debe mantenerse informado
sobre nuevos estudios y planes de acción para detectar las
consecuencias perjudiciales que el medio ambiente ejerce sobre el
ser humano e, igualmente, sobre los planes de conservación de los
recursos naturales, la magnitud de los problemas relacionados con
el hábito de fumar y el control del uso de estupefacientes, con
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
127
el objeto de ayudar a la comunidad y autoridades sanitarias en
sus esfuerzos por fomentar y conservar salud de la población. Los
valores expresados con s frecuencia en la acción de los
profesionales de enfermería son: dignidad, vida, salud física,
psicológica y espiritual, relación solidaria con los demás,
ejercicio responsable de la autonomía, confidencialidad,
bienestar individual y social, unidad y participación de la
familia, veracidad, rectitud, honradez, buen juicio en la toma de
decisiones, empeño por actualizar conocimientos y mantener la
competencia, buen uso y aprovechamiento de los recursos y
desarrollo de un ambiente laboral seguro, cálido, respetuoso y
que favorezca el trabajo en equipo.
La ética de la enfermería
con los adultos mayores
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, un adulto
mayor es aquella persona que tiene de 60 años a más,
clasificándolos de la siguiente manera: de 60 a 74 años son de
edad avanzada, de 75 a 90 años son ancianas y mayores de 90 años
son grandes viejos. El adulto mayor requiere de una atención
integral y multidisciplinaria. La adaptación al envejecimiento no
es tarea fácil para los adultos mayores y requiere que los
profesionales que participan en su cuidado se caractericen por
una muy especial vocación y amor al trabajo con este grupo
etáreo, lo que se traduce en una actitud que trasunta valores
como: el respeto por el otro, la autonomía y la compasión para
brindar cuidados humanizados al adulto mayor y que se extiende
también a su grupo directo de cuidadores.
A criterio de Castel (2007), el cuidado en el ámbito de la
enfermería relacionado con los adultos mayores debe ser efectivo
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
128
por las características y situación de los adultos mayores en la
familia y sociedad. Cuidar implica conocer a cada persona,
interesarse por esa persona. Interesarse implica,
paradójicamente, desinteresarse de uno mismo, lo cual es algo
difícil.
La perspectiva sanitaria ha dejado de ser únicamente asistencial
y hoy comprende también la promoción, prevención, rehabilitación
y la educación. La formación y el desarrollo de competencias en
la profesión de la enfermería permite la intervención oportuna ya
que aporta no solo con un conjunto de conocimientos apropiados y
las habilidades y destrezas, sino también la capacidad de saber
responder a problemas que enfrenta la población adulta mayor,
garantizando la calidad de atención, potenciando el desarrollo
social.
Según Estrella (2013), el adulto mayor, en razón a su edad, debe
enfrentar situaciones difíciles como son: la disminución de sus
sentidos, su incapacidad para mejorar su rendimiento y su
producción, así como los esfuerzos de dominio de la voluntad para
lograr superar las deficiencias en su organismo, muy propias de
su edad; a medida que envejecen las personas, es propio de esta
etapa, que las actividades físicas y respuestas psicológicas se
realicen con mayor lentitud; los sistemas orgánicos funcionan con
una capacidad reducida, se observa una menor velocidad de
respuesta y, a nivel social, el ritmo de las actividades suele
disminuir.
El Código de ética para enfermeras del Consejo Internacional de
Enfermería (CIE), revisado recientemente en 2006, es una guía
para la acción basada en los valores y necesidades sociales; este
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
129
código ha servido de norma para las enfermeras de todo el mundo
desde su adopción, en 1953, y se revisa periódicamente para
responder a las realidades de la enfermería y de la atención de
salud en una sociedad cambiante. El código establece claramente
que el respeto de los derechos humanos, incluyendo el derecho a
la vida, a la dignidad y a ser tratado con respeto, es inherente
a la enfermería.
El personal de enfermería debe mantener la confidencialidad de
toda información personal y utilizar discreción al compartirla;
esto es vital para mantener un vínculo de confianza entre el
paciente y el profesional de la salud, de lo contrario se podría
perjudicar los intereses del paciente y la relación terapéutica
y, en algunos casos, se podría poner al paciente en situación de
riesgo.
En cambio, el Código Deontológico de Enfermería encierra un
conjunto de deberes, derechos, normas éticas y morales que debe
conocer el profesional de enfermería para aplicarla a la práctica
diaria, que son de obligatorio cumplimiento para los
profesionales de enfermería en su vida pública y privada.
Sostiene Moreno (2010) que la máxima defensa de los profesionales
es el bienestar social, implícito en el fomento y preservación de
la salud, en el respecto a la vida y a la integridad del ser
humano. Para esto deben mantenerse actualizados mediante
asistencia a jornadas, talleres, seminarios y congresos. Cumplir
sus funciones con elevado espíritu de responsabilidad tomando en
cuenta lo específico en el Código Deontológico de Enfermería.
La relación enfermera-paciente estará fundamentada en el respecto
a la dignidad humana, como son la responsabilidad y el secreto
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
130
Profesional, como lo estipulan las normas y condiciones morales
que acompañan la actividad que realizan los Profesionales de
Enfermería y deben ejercer con libertad las normas y criterios
científicos que le permitan precisar la atención adecuada en cada
tipo de enfermo. “Sin discriminaciones personales colectivas,
religiosas o políticas”, según García (2014).
Funciones de la enfermería en
el cuidado del adulto mayor
Dentro de la atención integral al adulto mayor, asegura García
(2014), el profesional de enfermería debe desempeñar varias
funciones que lo enmarcan en diferentes roles, tales como:
Rol gestor-administrativo: los recursos, tanto humanos como
físicos, son siempre limitados, luego, es importante cuidarlos,
aprovecharlos y sacar el mayor rendimiento de ellos y, en este
aspecto, el Profesional de Enfermería juega un importante rol.
Rol social: la estadística sanitaria nos indica que nuestra
sociedad va envejeciendo y sin embargo los recursos sociales
siguen gestionados por la población activa. La función social de
enfermería hay que entenderla como el enlace entre los adultos
mayores y el resto de la población para obtener recursos que
faciliten la atención de calidad a dicho grupo poblacional.
Rol docente: el saber, los conocimientos, la práctica y las
habilidades, es algo que se debe transmitir para avanzar y
mejorar la calidad asistencial. En este sentido, la función
docente de enfermería tiene dos campos de acción que están
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
131
ligados y se retroalimentan mutuamente: la investigación y
formación profesional.
Rol asistencial: se debe enfocar en ayudar al adulto mayor, sano
o enfermo, a conservar o recuperar la salud para que pueda llevar
a cabo las tareas que le permitan el mayor grado de independencia
posible. La atención integral por parte de la enfermería
geriátrica, tiene gran relación con el cuidado holístico que
exalta las tendencias de la disciplina, la corriente de la
transformación o simultaneidad persona/entorno.
Hernández (2008) afirma que la enfermería se preocupa por los
aspectos biológicos, espirituales, psicoló- gicos y sociales de
las personas, centrándose en las respuestas que se relacionan con
el entorno, la situación social y dinámica familiar, lo cual
implica que el Profesional de Enfermería debe dar un tratamiento
integral en cualquier ámbito en que se desempeñe: comunitario,
ocupacional, gerencial y clínico.
Se destaca la necesidad de una reorientación de los programas de
formación básica y post-básica de enfermería hacia la promoción
de la salud, con el objeto de enfatizar el rol de la enfermera
como educadora y mediadora entre el adulto mayor y su familia.
Por su parte, Kinerman (2011) afirma que toda práctica
profesional se define socialmente por el dominio de un campo
específico de conocimientos, por espacios ocupacionales asignados
para su intervención y por la construcción de una identidad y una
ética profesional. Señala además que la práctica de enfermería
está conformada por tres funciones básicas que se realizan en
dimensiones y ámbitos sociales diferentes, ellas son: cuidar la
salud, administrar el cuidado de enfermería y los servicios de
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
132
salud, así como educar para la salud, las cuales se conjugan en
su realización. Además, se han considerado como funciones de la
práctica de enfermería, la investigación y la docencia, no siendo
una tarea exclusiva de enfermería sino de toda profesión y
disciplina que requiere producir conocimientos.
Así mismo, Lafortune (2011) señala que las dimensiones sociales
de la práctica de enfermería son la individual y la colectiva; en
ambas se realizan acciones diagnósticas, preventivas,
terapéuticas y de rehabilitación. De tal manera, la enfermería
comprende, tanto una propuesta o perfil acadé- mico, como una
respuesta o perfil ocupacional; así, la formación académica
contribuye a la elaboración de la propuesta; pero es en el
ejercicio profesional donde ésta se confronta con la realidad y
recibe la ubicación que la sociedad le asigna a través del
espacio ocupacional.
La función social de la enfermería
en la atención de los adultos mayores
La función social de la práctica de enfermería ha variado en la
historia; por eso es importante el análisis de los modelos que la
han sustentado y los aportes que se han dado desde esta práctica
para la satisfacción de las necesidades de salud. Así, el modelo
humanitario y cristiano de Nightingale, tuvo su mayor presencia
desde finales del siglo pasado hasta el decenio de los años
treinta. En la medida en que se desarrollaron los hospitales y
clínicas, este modelo técnico buscó sus fundamentos científicos,
entre 1936 y 1955; pero a la vez, se requirió desarrollar
funciones administrativas para lograr la organización de los
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
133
servicios de salud y la función docente para formar los
profesionales.
Explica López (2009), que en los decenios de los años cincuenta y
sesenta, se comenzó a formar personal auxiliar y a delegar
algunas acciones del cuidado profesional para desarrollar
funciones administrativas. En el decenio de los años setenta,
surgió la política de extensión de cobertura para las zonas
rurales y marginales y se comenzaron a fortalecer los enfoques de
enfermería comunitaria.
Las instituciones geriátricas y los roles de enfermería El
cuidado de los adultos mayores que anteriormente era de
obligación familiar, en el presente ha pasado a ser competencia
de muy distintos estamentos sociales como consecuencia de los
cambios que se han producido en los núcleos familiares, cada vez
más dispersos, y por los cambios en el ámbito laboral, que exigen
mayor tiempo y dedicación. Por otra parte, los adultos mayores,
hoy más longevos, representan ya un importante núcleo de
población con necesidades peculiares y específicas, que la
sociedad moderna debe ir atendiendo. Desde el punto de vista
sanitario, también han quedado atrás hospicios y hospitales
psiquiátricos; las instituciones de adultos mayores son las que
ahora forman parte significativa de su entorno social. En esta
evolución y en estos cambios se van involucrando tanto medios
físicos como personal sanitario; es así como hoy se puede hablar
de Enfermería Geriátrica o Gerontológica.
Vallejo (2011) plantea que, en el marco de la atención al adulto
mayor, se espera que los centros de asistencia geriátrica se
constituyan en una respuesta adecuada a los problemas de las
personas de edad avanzada que viven solas, que no tienen soporte
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
134
familiar, que presentan problemas de dependencia física o social
o que deciden vivir en un entorno de estas características.
Por su parte, Abad (2010) expresa que, debido a que las personas
de la tercera edad constituyen una población vulnerable, tanto en
su salud como en la mayor indefensión ante posibles abusos, es
necesaria una legislación específica que les brinde protección,
así como también asegure la vigencia plena de los derechos
humanos de los internados en instituciones geriátricas. Por lo
tanto, toda institución geriátrica debe contar con suficientes
profesionales disponibles, especialistas para interconsultas y un
sistema de atención de urgencias médicas y traslados. Resalta la
importancia de contar con profesional de enfermería calificado y
suficiente. Añade que estas instituciones deben ser garantes de
la seguridad, cuidado de la salud, alimentación adecuada y trato
digno a los adultos mayores internados; y, que las infracciones a
la ley al respecto, deberían ser sancionadas y dar lugar a las
acciones judiciales originadas en las responsabilidades que se
generen por el incumplimiento de dichas leyes.
Es por eso que el perfil formativo del profesional de enfermería
cobra un papel relevante en la atención a los adultos mayores,
resaltando la importancia de su participación en los siguientes
aspectos que destaca Cabrera (2008):
Proceso de valoración de necesidades: el papel del Profesional de
Enfermería es esencial en la puerta de entrada del usuario al
sistema, pues para medir el nivel de dependencia con que llega,
es necesario conocer la capacidad funcional que tiene para
realizar las actividades básicas de la vida diaria, aspectos muy
vinculados con la enfermería.
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
135
Proceso de atención a la dependencia: las intervenciones de
enfermería deben ir encaminadas a conseguir el mayor grado de
independencia del usuario adulto mayor, con planes de
intervención realistas, interdisciplinares y buscando, en última
instancia, la mejora en su calidad de vida. › Proceso de atención
y tratamiento: en este proceso, el aporte específico de la
enfermería es el plan de cuidados, adherido al plan de
intervención interdisciplinar.
Proceso de prevención de la enfermedad y la dependencia: la
enfermería no sólo trabaja con problemas reales; también lo hace
con alteraciones potenciales que se constatan a través de la
presencia de factores de riesgo. Además de los clásicos programas
de prevención de la enfermedad, la enfermería tiene un rol
fundamental en la prevención primaria y secundaria de la
dependencia, con el objetivo de mantener el máximo nivel de
autonomía del usuario.
Proceso de atención a la agonía y duelo: la enfermería
geriátrica, ante la inminente llegada de la muerte y después de
la misma, con frecuencia tiene que ofrecer un servicio de apoyo
emocional y de acciones administrativas dirigidas al individuo y
a la familia o grupo poblacional cercano. Gestión del
conocimiento: la enfermería debe manejar un activo intangible
fundamental de las instituciones donde se prestan servicios al
adulto mayor: el conocimiento.
En efecto, además de responsabilizarse por su propia
actualización permanente de conocimientos, es la responsable de
velar porque el personal que proporciona cuidado directo,
adquiera conocimientos, actitudes, y habilidades, necesarios para
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
136
proporcionar atención integral y con calidad al adulto mayor. En
cada uno de los anteriores componentes, el Profesional de
Enfermería cumple roles distintos que también son
complementarios.
En la gestión de la calidad, señala Lafortune (2011), la
enfermería ocupa un lugar estratégico, al establecer como meta la
excelencia y la calidad en los cuidados, teniendo como fortaleza
el acompañamiento permanente al sujeto de cuidado. En la gestión
de recursos humanos, por lo regular, enfermería es responsable
directo del equipo, en muchas ocasiones de la totalidad del área
asistencial y con frecuencia, la responsable del equipo
interdisciplinario. Esto le exige participar en el proceso de
gestión del personal en diferentes aspectos, resolución de
conflictos, transmisión de conocimientos, actitudes, habilidades,
medición de cargas de trabajo, ajuste y distribución del
personal, entre otros. En el aspecto del proceso de gestión de
prevención, detección y manejo de riesgos, con frecuencia
enfermería se enfrenta a solucionar conflictos en contextos
socio-sanitarios que requieren la toma de decisiones inmediatas,
que en su mayoría amenazan la integridad de la salud e incluso la
vida del paciente.
Conclusiones
La ética de enfermería estudia las razones de los comportamientos
en la práctica de la profesión, los principios que regulan dichas
conductas, las motivaciones, los valores del ejercicio
profesional, los cambios y las transformaciones a través del
tiempo. Dentro de sus deberes fundamentales con los enfermos está
el compromiso moral de preservar la vida humana, ya que la
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
137
reflexión ética se basa en el respeto a dos principios
fundamentales: la vida y la autodeterminación de la persona.
La participación de los profesionales de enfermería en el
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y en la valoración
inicial del paciente, junto a otros miembros del equipo de
asistencia, contribuye a identificar los problemas de salud. Las
enfermeras son responsables de practicar muchas de las pruebas
diagnósticas que ayudan a establecer la naturaleza exacta de los
problemas; se encargan de una gran parte de las medidas
terapéuticas, como la administración de medicamentos y en muchas
ocasiones se debe basar en su criterio para establecer acciones
terapéuticas; por ejemplo, cuando se indica “administrar cuando
sea necesario”.
De acuerdo con lo anterior, se evidencia que el Profesional de
Enfermería se constituye en una persona clave en la atención a
las personas de la tercera edad, por tener bajo su
responsabilidad la detección de sus necesidades biológicas,
psicológicas, sociales y espirituales, como aspectos
fundamentales para ofrecer el cuidado integral que garantice su
calidad de vida como ser holístico. No obstante, la percepción
del rol de este profesional en dichas instituciones a menudo es
bastante difusa, tanto para los funcionarios como para los
pacientes y familiares.
Referencias bibliográficas
Aguirre, P. (2007) Calidad de vida del adulto mayor. Madrid:
Alfa.
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
Lilia Sánchez, Carmen Guaranguay, Agustina Tapia y Miriam Chávez
138
Abad. L. (2010). El apoyo social y el cuidado de la salud
humana. Cuidado y Práctica de Enfermería. Bogotá: Manantial.
Berechel, Z. (2011). Implicaciones éticas en la enfermería.
Barcelona: Gedisa.
Cabrera, P. (2008). El rol social de la enfermería. Madrid:
Universidad Pontificia de Comillas.
Castro G. (2010). La ética y la enfermería en el cuidado
geriátrico. Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.
Castel, R. (2007). La calidad de vida del adulto mayor. Buenos
Aires: Paidós.
Estrella, J. (2013) Gestión social de la enfermería en la
atención al adulto mayor. Madrid: Alfaguara.
García, O. (2014). La ética y la enfermería. Murcia: Editum.
Hernández M. (2008). Aspectos sociales e implicaciones en el rol
de las enfermeras. Barcelona, Panorama.
Kinerman, N. (2011). Pensar en el rol de la enfermera: una
introducción al ámbito social. Buenos Aires: Lumen.
Lafortune, M. (2011). Guía ética para la enfermería. Bogotá: Luz.
López, M. (2009) La implicación social de la enfermería en
proyectos con adultos mayores. Bilbao: Omega
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 2,o 2017, No. 3 (Septiembre – Diciembre)
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
IMPLICACIONES ÉTICAS Y SOCIALES EN LA CALIDAD DE VIDA DEL ADULTO MAYOR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
139
Moreno, B. (2010). Principios éticos en el campo de la salud.
Barcelona: Ariel.
Pérez, M. (2005). La formación permanente de las enfermeras con
los adultos mayores. Buenos Aires: Impulsos.
Perrenoud, P. (2014). Diez nuevas competencias para dignificar al
adulto mayor. Barcelona: Grao.
Sánchez, M. (2014). Manual de la enfermería sobre los procesos de
inclusión con adultos mayores. Madrid: Plaza y Valdés.
Vallejo, E. (2011). La defensa de los adultos mayores desde la
perspectiva de la enfermería. Madrid: Abril