
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales e-ISSN 2550-6587
Publicación cuatrimestral. Edición continúa. Año 2018, Vol. 3, No 1. p. 1-16 (Enero-abril. 2018).
Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador 5
Majo (2012) manifiesta que, a lo largo de la historia, la información ha sido almacenada en dispositivos
que eran incompatibles entre ellos (libros, discos, peliculas de fotografías, cintas de videos, etc). Uno
de los grandes logros del nuevo sistema mediático es la unificación a traves de un solo lenguaje y un
solo espacio (Internet), de todas las anteriores formas de comunicación haciéndolas compatibles:
“cuando hemos aprendido a poner todo tipo de contenido informativo en forma de bits, la revolución
técnica informática, combinada con el desarrollo de las redes, ha producido la revolución social de la
comunicación” (Majo, 2012, p. 69).
El nuevo sistema mediático está compuesto por un espacio de comunicación conformado por redes de
telecomunicaciones conocido como Internet y los equipos de captura e interconexión digital como los
dispositivos portátiles inalámbricos tipo tabletas, computadores portátiles, smartphones, etc., los cuales
a decir de Dominick (2014) constituyen el nuevo gran hito del desarrollo tecnológico de la
comunicación.
No obstante, abordar la revolución de la comunicación solo desde el enfoque del desarrollo tecnológico
constituye un punto de vista limitado para analizar el paradigma de la sociedad del conocimiento, para
lo cual se deben considerar las posibilidades que brindan esta creciente generación de tecnologías para
que los individuos participen en la producción y difusión del conocimiento.
En la actualidad la web 2.0 (en camino evolutivo hacia la 3.0) engloba a servicios y aplicaciones de
Internet como las redes sociales; sitios de alojamiento de datos, documentos, videos, música, películas;
wikis, blogs, plataformas e-learning, ofimática, podcasts, etc. En resumen, espacios digitales que
permiten publicar y compartir contenidos generados por usuarios.
Según Alonzo (2013) los medios de comunicación masiva (prensa, radio, televisión) se caracterizaron
por ser unidireccionales, basándose en un modelo donde el productor (emisor) es quien envía mensajes
al consumidor (receptor), el cual tiene pocas posibilidades de participar del proceso comunicacional.
Por otro lado, los medios sociales de Internet han brindado las posibilidades para que el receptor
también pueda producir y emitir contenidos, por lo cual es considerado como el primer espacio donde
se pueden generar libremente actividades de prosumo.
El fenómeno del prosumismo, continúa Alonzo (2013, va más allá de la recepción y producción de
contenidos, porque, aunque su finalidad inicial es compartir, pero el papel que llega a adoptar el
usuario lo implica más ya que no sólo comparte información u opina sobre ciertos hechos, sino que
puede llegar a contribuir a mejorar, modificar o adecuar algo que ya existe e inclusive a crear algo
nuevo a partir de lo existente.
Un ejemplo de esta generación mediática es YouTube, el principal sitio de videos conformado
fundamentalmente por contenido generado por usuarios (CGU), el cual se posiciona como alternativa a
la televisión, debido a que, por sus características, las personas pueden escoger qué quieren ver y
cuándo lo quieren ver y además les permite ser productores de contenidos e incluso ganar dinero por
ello. Este sitio es considerado una comunidad que sirve tanto para compartir videos como para buscar
información. Está considerado como el segundo buscador más usado después de Google. Esto es
probablemente porque las personas tienden a preferir el video por sobre el texto, en especial, para ver
información de productos, noticias, bromas, videos musicales y tutoriales (Saez, 2014).