
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales e-ISSN 2550-6587
Patricia Pacheco Zerda, Mercedes Zerda Reyes
22 Postproducción y Educomunicación en el Audiovisual Infantil
De ahí que el cambio se centra en comprender los principios básicos de la educación moderna, donde
“El aprendizaje no puede suceder sin emociones. No sólo es más fácil retener información si ésta ha
sido aprendida involucrando emociones. Sino que, la probabilidad de que un niño vuelva a ver un
programa está directamente relacionada con cuán placentera fue la experiencia anterior”, (Götz, 2012).
Por lo tanto, el producir audiovisuales infantiles no se tratará de generar un programa de información y
datos aislados, sino de crear emociones mientras aprenden, crear experiencias para que el aprendizaje
sea innato.
Postproducción
Postproducción es un término técnico utilizado en el mundo de la televisión, el cine y el video. Designa
el conjunto de procesos efectuados sobre un material grabado: el montaje, la inclusión de otras fuentes
visuales o sonoras, el subtitulado, las voces en off, los efectos especiales. Como un conjunto de
actividades ligadas al mundo de los servicios y del reciclaje, la postproducción pertenece pues al sector
terciario, opuesto al sector industrial o agrícola (Bourriaud, 2007)
Para Rubio Agustín (2006), la postproducción, término acopado en la jerga de la industria
norteamericana como post, ha venido a sustituir en las últimas décadas al tradicional montaje para
referirse a la última fase del proceso de construcción de un film, relacionada a la integración en un
único soporte una materia prima potencialmente heterogénea, compuesta por imágenes, sonidos, textos,
y gráficos, grabados o sintetizados.
Basado en esta definición dentro proceso de postproducción se concibe al color como un elemento
protagónico, por lo que se debiera conceptualizar el color como elemento visual y comunicativo, (Götz,
Reich, & Speck-Hamdan, 2009) trasmisor de mensajes; cuyo lenguaje simbólico es universal capaz de
ser decodificado por personas de culturas urbana de diferentes países.
Por otro lado, el sonido dentro de su naturaleza comunicativa, concebido en el proceso de
postproducción por Walter Murch a finales de los 70 como uno de los más imponentes de la industria
audiovisual, concede a la imagen superioridad, de ahí que el sonido no sea acompañante, sino que
pueda modificar completamente la percepción visual, así lo afirma Rodríguez (1998), quien plantea tres
cualidades del sonido en el audiovisual:
1) Trasmite con gran precisión sensaciones espaciales;
2) Conduce la interpretación del conjunto audiovisual;
3) Organiza narrativamente el flujo del discurso audiovisual.
De ahí que, el sonido en una producción no es solo cuestión de gustos, se debe comprender el sonido
desde todas sus dimensiones, tanto a nivel educomunicativo, para estimular y facilitar el aprendizaje,
como a nivel técnico en postproducción, como el proceso transversal que considere todos los
parámetros técnicos para la creación de una buena banda sonora que permita obtener un resultado de
calidad en cuanto a un audiovisual infantil se requiera (Lachat, 2011).