
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales e-ISSN 2550-6587
Enrique Javier Macías Arias, Sandy Raúl Chum Molina, César Augusto Aray Intriago, Carlos Javier Rodríguez Vera
Liderazgo Académico: Estilos y Perfiles de Gestión 64
Garbanzo y Orozco (2010), refieren que estos cambios implican, entre otras cosas, la rapidez con la que
los conocimientos y prácticas, asumidas como válidas en los distintos ámbitos de la actividad humana,
quedan obsoletas y, como consecuencia, los efectos no son otros que buscar nuevas pautas de
desarrollo y competitividad para las organizaciones educativas. Hablar de liderazgo y educación, es
hablar de cambio, dinamismo, competitividad, calidad, sociedad, país, desarrollo y crecimiento.
En la actualidad ya no es válido hablar de directores académicos, ahora el concepto ha cambiado por
líder educativo o director – líder escolar, ya que éstos son los encargados de coadyuvar al crecimiento
educativo de un país; labor que si bien es compleja, se hace aún más al hablar de Instituciones de
Educación Superior, en donde el nivel de exigencia hacia los dirigentes se encamina a la satisfacción
del personal que tienen a su cargo y a la satisfacción de las necesidades profesionales de los alumnos.
Según González (2012), en el ámbito educativo, el ejercicio del liderazgo está matizado por la
responsabilidad del directivo – docente en la promoción de cambios que desprenden de la interacción
del grupo de alumnos y alumnas, padres, colegas y otros miembros de la comunidad educativa.
Como líder en la educación superior, el director académico tiene variedad de responsabilidades y
muchos retos que enfrentar, que tienden a evolucionar con la siempre cambiante cara de la educación
superior, por lo que su papel es multifacético y a veces ambiguo.
Parra (2012) define al líder dentro de la educación, como aquella persona con capacidad de optimizar el
uso de las técnicas y métodos para el trabajo pedagógico en beneficio del mejoramiento y de la calidad
educativa. De ello, la presente investigación concibe al liderazgo como un elemento indispensable para
el logro de la competitividad educativa.
Liderazgo, concepto retomado de las ciencias administrativas y adaptado a múltiples ámbitos del
quehacer humano hace presencia en el sector educativo para enfatizar la necesidad de dirigentes que
cuenten con las características necesarias que lleven a una institución educativa a ser eficaz, eficiente y
sobretodo efectiva, para crecer y desarrollarse en un ambiente altamente dinámico en donde los
conocimientos cambian, se ajustan o adaptan a la nueva información que viaja rápidamente.
Revisión teórica sobre el liderazgo
El liderazgo, como fenómeno universal, parte del instinto gregario del ser humano, de la necesidad de
agruparse, organizarse y conducir sus actividades profesionales, familiares y sociales en beneficio de
una convivencia que garantice una mejor calidad de vida. Lussier y Achua (2010), refieren que el tema
de liderazgo ha generado emoción e interés desde la antigüedad. Cuando se piensa en el término:
liderazgo, se asocia casi inmediatamente con imágenes de individuos dinámicos y poderosos quienes
dirigen ejércitos victoriosos, modelan sucesos de las naciones, crean religiones o dirigen imperios
corporativos; sin embargo, mencionan los autores, no existe una definición universal del liderazgo
porque éste es complejo y se analiza en distintas formas, las cuales requieren de diversas definiciones.
El liderazgo es el proceso de influencia entre líderes y seguidores para logar los objetivos
organizacionales por medio del cambio. En el ámbito educativo superior, el liderazgo es un elemento
sine qua non que lleva a la calidad y competitividad académica ya que existe una tendencia mundial a
reformar la educación, motivada por la necesidad que tienen las universidades para reflejar los
requerimientos futuros de la sociedad y para asegurar que los estudiantes adquieran aptitudes
apropiadas para ejercer su profesión con calidad (Montemayor, 2011).