ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales e-ISSN 2550-6587
Publicación cuatrimestral. Edición continúa. Año 2018, Vol. 3, No 2. p. 44-56 (Mayo-agosto. 2018).
48 Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador
Las ideologías conforman la base de la organización de grupos sociales con criterios similares.
“Consisten en opiniones generales organizadas esquemáticamente acerca de temas sociales
relevantes, tales como el aborto, la energía nuclear o la acción afirmativa” (Eagly y Chaiken, 1993).
La ideología actúa en el modo que incorpora a sujetos y los transforma a través de la interpelación.
Sólo existe ideología para los sujetos concretos y esta destinación de la ideología es posible
solamente por el sujeto: es decir por la categoría de sujeto y su funcionamiento (Althusser, 2008).
Sobre las consideraciones marxistas de la ideología también el sociólogo del conocimiento
Mannheim (2007) realiza críticas. En el texto Ideología y utopía. Introducción a la sociología del
conocimiento, el investigador expone consideraciones en torno al pensamiento del científico y
destaca el ideológico en la ciencia. Realiza un análisis histórico del término ideología, sus
fundamentos conceptuales y analiza su relación con el pensamiento de la sociología del
conocimiento. La ideología se pone de manifiesto en la acción cotidiana. En el quehacer de los
sujetos y grupos de personas (Martín-Baró, 2010). La reproducción social es un elemento
legitimador de las ideologías, así lo reflejan los estudios de Marx (2013), Althusser (2008); y
reciente los de Raymond Williams y los que se han realizado en torno a este autor (Williams, 1980),
(San Juan, 1999), (Karam, 2009) y (Andrada, 2011).
La legitimación social de la ideología pasa a través de la institucionalización. Instituir es asignar
una esencia social, un conjunto de competencias, que determinan un ser que se constituye en un
deber ser (Bourdieu, 2001a). La reproducción social de la ideología se perpetúa en el seno de las
instituciones denominadas por como Aparatos Ideológicos del Estado (AIE). El investigador Van
Dijk (2005a) sobre la ideología establece “una de las muchas dimensiones destacadas en los
acercamientos clásicos a la ideología era su naturaleza dominante, en el sentido de que las
ideologías desempeñan un papel en la legitimación del abuso de poder por grupos dominantes”.
Una de las formas más eficientes del dominio ideológico se da cuando también los grupos
dominados aceptan las ideologías dominantes como naturales o como parte del sentido común. El
criterio anterior fue llamado por (Gramsci, 1971) como hegemonía a estas formas de dominio
ideológico.
Las instituciones a criterio de J. A. López (2015), generan una deontología que crean
(in)habilitaciones e (in)capacidades. El análisis de las instituciones devela el efecto que estas
ejercen para la generación y reproducción de relaciones de dominación. Sobre estas consideraciones
existen referentes en Foucault (1984) relativas al rol institucional en la generación de mecanismos
de escarmiento o disciplinarios para aquellos que rompan las reglas ideológicas establecidas. En los
estudios de Bourdieu (2001a) Bourdieu (2001b), se aborda la dinámica del capital simbólico. De
igual forma las investigaciones de Miliband (2010), Poulantzas (2004), Althusser (2008) y Offe
(1990); ofrecen consideraciones sobre la perpetuidad ideológica a través de las instituciones del
estado como fundamento de la dominación y fraccionamiento de clases. Las instituciones como AIE
se fundamentan en estándares práctico-morales de una sociedad determinada (Habermas, 2008),
(Morcillo, 2008) y (Honneth, 2009).
La reproducción la fuerza de trabajo a criterio de Althusser (2008): “no sólo exige una reproducción
de su calificación sino, al mismo tiempo, la reproducción de su sumisión a las reglas del orden
establecido”. Se convierte en una relación en donde los trabajadores se someten a la ideología
dominante (de forma consciente o inconsciente) y reproducen sus reglas para subsistir. Las
instituciones del estado son las encargadas de enseñar las habilidades necesarias para garantizar la
reproducción de la práctica ideológica dominante. Las habilidades no solo forman capacidades de
aprendizaje o fuerza de trabajo, sino también las formas a las que los sujetos deben someterse. Un