
Richard Marshall Lunniss
ReHuSo. Publicación cuatrimestral. Vol. 1, Año 2016, No. 2 (Mayo – Agosto)
carbón, huesos de pescado, y seleccionados artefactos pequeños
típicamente asociados con sitios Guangala (Figuras 18, 19). Entre
estos hubo tiestos cerámicos, lascas de obsidiana, anzuelos de
concha en forma de J, con uno hecho de cobre, y hachas de concha
(Bushnell, 1951; Stothert, 1993). Muchos tiestos habían sido
escogidos, muy probablemente, por la imaginería modelada, incisa,
o pintada que llevaron, incluyendo tanto diseños abstractos como
representaciones figurativas (Stothert, 2006, p. 277).
Finalmente, muchos de los huesos de pescado eran largos conjuntos
de vértebras todavía articuladas, indicando una práctica de hacer
ofrendas de pescados completos o casi completos. El hecho de que
pudimos excavar el muro demuestra cómo este cumplió con sus
propósitos y aguantó el desafío del tiempo. En el fondo eran
tiestos de Guangala Frog Ware (Bushnell, 1951 p. 48, Fig. 17;
Masucci, 1992, pp. 405, 406), mientras por arriba hubo fragmentos
frecuentes de cerámica Guangala Tricolor y Bicolor (Bushnell,
1951, pp. 75-77, Fig. 30; Estrada, 1957, p. 53; Masucci, 1992,
pp. 342-351, Fig.44), indicando que pudiera haber sido construido
durante la fase Guangala Media (300-600 d.C.). Al mismo tiempo,
es posible que su construcción hubiera sido un proceso gradual,
en donde, en vez de realizar una serie rápida de pasos, colocaron
capas frescas y ofrendas nuevas en diferentes momentos separados
por más largos intervalos de tiempo. Sin embargo, es importante
notar que la eficacia de la estructura hubiera sido basada, o
percibida como tal, en el valor de las ofrendas no menos que en
su configuración material.
Manteño
El muro Guangala demuestra que existió una preocupación para
consolidar la frontera fluida de la playa. También nos introduce
al tema de las terrazas más masivas y complejas del periodo
Manteño (800-1532 d.C.) que se construyeron al pie de la punta
(Figura 20). Corrieron a lo largo de 300 metros, detrás de la
playa hacia el suroeste desde el área de la fábrica, llegando al
Punto 20 o probablemente pasándolo. Parte de estas terrazas ha
sido excavada, y la presencia de concha trabajada y taladros de
piedra (Carter, 2008; 2011 p. 126), entierros humanos, hornos
cerámicos, entierros de perros, y los hoyos de poste de pequeñas
ramadas (Norton et al., 1983 pp. 15, 65-68, Figs. 14, 38, 39),
sugieren que simultáneamente sirvieran a distintos propósitos.
Por el momento, vale enfocar el hecho de que, como los rasgos
registrados en el centro del pueblo moderno, demuestran un
incremento sustancial en cuanto al tamaño del asentamiento.
Igual, la densidad de rasgos y artefactos manteños alrededor del
pie de la punta es indicativa de una actividad intensa por ahí.