ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales e-ISSN 2550-6587
Publicación cuatrimestral. Edición continua. Año 2019, Vol. 4, No 6. p. 60-75. (Enero-abril. 2019).
Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador 63
Es pues, que la eco crítica literaria, se sustenta dentro de los límites de una cultura, para la educación
de la personalidad del sujeto hacia las buenas prácticas para el correcto cuidado del medio ambiente.
Con ello se ofrece respuesta “a la poca importancia que la crítica literaria mantenía respecto a la
temática de la crisis medioambiental”. (Campos & García-Rivera, 2017. p. 97), y porque como se
expresa por muchos teóricos de este tema, que toda educación es ante todo, educación
medioambiental. Se trata entonces, de ayudar a los estudiantes transformar y conformarse una actitud
de respuesta activa hacia las problemáticas medioambientales, y en torno estos desafíos educación,
mediante una comunicación responsiva, heurística y contestaria para tomar conciencia, que es por
sobre muchos aspectos, identificarse y actuar oportunamente. En consecuencia:
(…) la literatura es, obviamente, un espacio privilegiado en el que se presentan esas relaciones.
Enseñar/aprender de la literatura es aún, lo será siempre, una lucha (…) La visión, más cercana a la
eco crítica, es que realmente podríamos hacer una “lectura ecológica” de casi cualquier texto, con tal
de variar la forma de aproximarnos al texto, educar la “mirada” de nuestros aprendices a fin de
percibir la singularidad (…) (Campos & García-Rivera, 2017. p. 99)
Y en el percibir esta singularidad, pues radica la “funcionalidad” del contenido o del texto que se
seleccione, de hallar la intención o posible intención de su autor. Enseñar y aprender literatura, desde
la clase de Español-Literatura, es valioso porque aproximar al estudiante a que vaya ciñendo a sus
conocimientos, el saber hacer, (traducido como la habilidad) podría convertirse en garantía de triunfo,
para preservar la naturaleza. Larrañaga y Cerrillo (como se citó en Campos y Garcia-Rivera,2017,
p.99) Por ello, en este proceso de mediación entre la enseñanza de la literatura, y la concientización
del cuidado medio ambiental:
(…) se construyen las representaciones sociales que explican las interacciones de las personas con
los objetos sociales contextuales [y naturales], suponiendo el desarrollo de formas de pensar, sentir
y actuar que van a marcar la forma de reaccionar ante determinadas situaciones sociales [y
ambientales] y una manera determinada de ver el mundo.
Por tal motivo, la determinada manera del ver el mundo, estriba en gran medida, en la “posibilidad”
de poder enseñar los modos de actuación correctos en los cuales se podrá intervenir, es decir, la
necesidad que tiene el estudiantado de construir un mundo mejor, pero también de sentir, y amar lo
que le rodea, que es en fin, parte del mismo. En tal caso, el escritor y profesor mexicano Octavio Paz,
señala muy acuciosamente que:
(…) después de apenas dos siglos de insensata “dominación” de la naturaleza, descubrimos que los
recursos del planeta son finitos, es decir, que el “progreso” tiene un límite; enseguida, que hemos
puesto en peligro el equilibrio natural y que amenazamos en su centro mismo a la vida. La conciencia
ecológica […], implica en su dimensión más profunda un gran mea culpa y una crítica radical de la
modernidad y de sus supuestos básicos. (Ostria, 2010, p. 99)
En este sentido, Ítaca & Durán (2017) evidencian que: (…) esta conciencia crítica sobre la naturaleza
potencia las posibilidades de (re) lectura; pero, sobre todo, combinada con otra crítica que hace
hincapié en la importancia de la relación social. (p. 62)
Una crítica o una ecocrítica supone determinar los peligros o coyunturas e ir gestando una conciencia,
una razón, que desde las clases de literatura se coadyuve a equilibrar los límites de la eclosión y la
barbarie. La conciencia, pues no es más que la necesidad del sujeto de conversarse a sí mismo de que
puede, debe y tiene que cambiar sus modos de actuación ante lo mal hecho, y esta asignatura de
literatura es el vehículo preciso para la intención orientadora del profesor, porque la naturaleza y la
literatura han de ir siempre de la mano, como ojo agudamente crítico, y trazando pautas para
perfeccionar lo medioambiental, desde la forma más primaria que existe: la clase. La actitud de
preservación tiene un carácter profundo en lo humano, y (…) todo ello nos confirma (…) una
orientación holística y omnicomprensiva que sea capaz de conciliar e integrar textos (…) He ahí el