
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales e-ISSN 2550-6587
Publicación cuatrimestral. Edición continua. Año 2019, Vol. 4, No 5. p. 99-109. (Enero-abril. 2019).
Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador
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Por ejemplo Cortés escogió Zihuatanejo para armar tres naves, en las cuales en 1527 envió a su primo
Álvaro de Saavedra, quien a pesar de alcanzar su objetivo de embarcar en cajas botánicas las preciadas
plantas, fracaso al no encontrar una corriente de regreso (Cañizares-Esguerra,2017).
Para la empresa de conquista de Francisco Pizarro al imperio de los incas, el Istmo de Panamá fue la base
desde donde se organizó las expediciones a centro y sur América, pero las gobernaciones de la Nueva
España también tenían interés de emprender expediciones hacia el sur, como veremos, una de ellas fue
la liderada por Pedro de Alvarado (Céspedes, 2009).
Las costas atlánticas de Panamá, Colombia y Venezuela, fueron exploradas desde la llegada de Colón,
en 1492, luego del descubrimiento de Núñez de Balboa, las costas del océano Pacifico fueron
sistemáticamente recorridas con barcos ensamblados en Panamá o el archipiélago de Las Perlas. Por una
década las costas del Pacifico de Colombia, Ecuador y Perú serán recorridas antes del desembarco
definitivo de 1531, La primera expedición de 1522 a cargo de Pascual de Andagoya, la segunda de 1524
a 1525 que reconoció al igual que Andagoya hasta el rio del Biru, La tercera expedición fue la más
extensa, entre 1526 y 1527 llego hasta la costa norte del Perú. La cuarta expedición en 1532 desembarco
en Tumbes y alcanzo la captura de Atahualpa (Gómez y Marchena, 1999).
Balboa descubridor del Pacifico y la política local.
Los conquistadores Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Sebastián de Benalcázar y Pedro de Alvarado,
emprendieron su expedición a las tierras del Birú
, siguiendo la estrategia política iniciada por Balboa y
perfeccionada por Cortés. El juego político consistía en entender intereses étnicos en competencia para
aprovechar las estrategias locales, así la línea entre enemigos y aliados de los españoles era muy
dinámica, por ejemplo los puneños primero duramente combatidos en lo posterior se volvieron aliados
clave de Pizarro.
En lo militar, los españoles actuaron como una fuerza de elite, por ejemplo, durante la maniobra para la
captura de Atahualpa, mientras en los combates subsiguientes fueron los ejércitos indígenas los que
llevaron el peso mayor de la guerra (Spalding, 2008).
Cañizares-Esguerra (2017) ha llamado la atención sobre el rol de los auxiliares indígenas que
desembarcaron con las fuerzas españolas, retratados en la historiografía como guías, lenguas o caníbales.
Los indígenas actuaron con intereses propios por eso también fueron conquistadores, explorando nuevas
materias primas, bienes de prestigio, conocimientos sobre la navegación en carabela, en los ingresos a
los puertos costeros indígenas de Ecuador y el Perú, donde la arqueología ha reportado importantes
ocupaciones: Atacamez, Coaque, Jocay, Santa Elena, La Puna, Tumbes, Paita.
En el contexto previo a la conquista del imperio de los incas, entre los colonizadores españoles, sobresalía
el afán por expediciones en el Océano Pacifico rumbo al oriente. Andrés Niño desde el astillero en
Panamá en 1520 y Hernán Cortés desde el astillero de Zihuatanejo en 1527, ambos tenían la meta de
establecer la ruta al oriente hasta el archipiélago de las Molucas.
El otro interés de los colonizadores, era aprovechar al máximo las estrategias productivas prehispánicas,
así por ejemplo los españoles en México y Centro América habían organizado circuitos de comercio a
partir de las antiguas rutas terrestres; se había introducido de manera masiva la crianza de gusanos de
seda, aprovechando formas tradicionales de organización de los indios mixtecos, como luego lo harían
los obrajes de México y la Audiencia de Quito (Espinosa, 2008).