
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
EVIDENCIAS DE HORNOS ALFAREROS EN PEDERNALES
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
alta frecuencia a los asentamientos aborígenes del período de
Integración. Es durante este período, que se produjeron
modificaciones en los estilos cerámicos. Se pasó de los rojos
encendidos a rojos más oscuros, los grises se remplazaron por
negro bruñido. Comienza una etapa de “sobriedad en las
expresiones artísticas que caracterizaría a las jefaturas
integradas de nuestro post-clásico” (Marcos, 1986, p. 39).
Las escasas investigaciones en el cantón Pedernales, se inician
con los aportes de Zeidler (2008) en el sitio Atahualpa (citado
en Delgado & Vásquez 2013), la investigación arqueológica llevada
a cabo en las áreas de Atahualpa, Coaque y Puerto Cabuyal
(Vásquez, 2012) y un Diagnóstico del Proyecto Multipropósito de
Coaque realizado por López (2013, en Delgado y Vásquez, 2016);
además, de la prospección en el Valle del río Jama auspiciado por
el Instituto Nacional Patrimonio Cultural - R4 (Lara, 2011). En
relación a la zona de Manabí Norte, las primeras contribuciones
fueron realizadas por Estrada (1958), quien efectuó colecciones
de restos como botellas silbatos con decoración iridiscente,
adornos, tazas de paredes rectas, en el sitio de Tabuchila, los
mismos que fueron asociados a la fase Chorrera del Formativo
Tardío. Después de Estrada, no fue sino hasta los trabajos de
varios investigadores como Zeidler & Pearsall, (1994) y Zeidler &
Sutliff (1994), que se conoce de manera más profunda la zona; con
las investigaciones realizadas en el Valle del río Jama, donde
asocia este término de Tabuchila para designar la extensión de
Chorrera, sugiriendo que Chorrera ocupó este valle entre los 1300
y 750 a.C.
Aunque estos mismos trabajos junto con los aportes de Delgado y
Vásquez han logrado definir que la zona de los valles de Jama y
Coaque, presentan una antigua ocupación que parte de los sitios
pertenecientes al Formativo Temprano como Matapalo, Atahualpa
Centro, Trino y Vera en Coaque, San Isidro y Capa de Perro en el
Valle de Jama (Delgado & Vásquez, 2016) y Punta Prieta, que
evidenció ocupación Valdivia y Tabuchila (Domínguez, 2012).
También existen las evidencias de una continua ocupación en la
región, como las definidas en Atahualpa y San Isidro, donde
concurren ocupaciones marcadas por la presencia de fragmentos
cerámicos como Jama Coaque I durante el período de Desarrollo
Regional y Jama Coaque II durante la ocupación del período de
Integración (Ibíd., 2016).
Para la cultura Jama-Coaque se ha planteado una subdivisión de
dos episodios sucesivos. De acuerdo con esto, el período Jama-
Coaque I corresponde a la Fase Muchique 1, de 755 años de
duración. Asociándolo al período de Desarrollo Regional. Mientras
que, la ocupación Jama-Coaque II ha sido subdividida en 3 fases
como Muchique 2, 3 y 4 entre los 400 d.C. hasta 1532. Esta