ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
PATRIMONIO CULTURAL ARQUEOLÓGICO EN INMATERIAL DE LA PARROQUIA RURAL LA PILA
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
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PATRIMONIO CULTURAL ARQUEOLÓGICO E INMATERIAL DE LA
PARROQUIA RURAL LA PILA
AUTOR: María Soledad Solórzano Venegas
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DIRECCIÓN PARA CORRESPONDENCIA: mssolorzano@hotmail.com
Fecha de recepción: 12-02-2016
Fecha de aceptación: 15-03-2016
Resumen
Ecuador es un país que cuenta con una vasta riqueza en el ámbito
del Patrimonio Cultural. La Parroquia Rural La Pila es uno de los
referentes que demuestran cómo el presente y el pasado coexisten
con diversas manifestaciones culturales que fomentan la identidad
local y potencian el turismo. El objetivo de este trabajo es
evidenciar parte de las tradiciones culturales manabitas entre
las que se destaca los pozos, cerámicas la artesanía de paja
toquilla, la tradición oral recreada por mitos y leyendas. Como
metodología se utilizó la combinación del análisis documental,
las historias de vida y el inventario participativo realizado por
los habitantes de la zona.
Palabras claves: Arqueología, Conservación, Identidad, Tradición
Oral.
CULTURAL HERITAGE OF LA PARROQUIA RURAL LA PILA: THE NEED FOR
GENERATION OF LOCAL PUBLIC POLICIES
Abstract
Ecuador is a country that counts with a vast wealth in the scope
of the Heritage Cultural. The parish Rural it battery is one of
them concerning that show how the present and the last coexist
with different manifestations cultural that foster the identity
local and enhance the tourism. The objective of this work is to
reveal part of the Union cultural traditions which include straw
handicraft paja, the oral tradition recreated by myths and
legends. As methodology is used the combination of the analysis
documentary, the stories of life and the inventory participatory
performed by the inhabitants of the area
Keywords: Archaeology, Conservation, Identity, Oral Tradition.
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Doctora en Prehistoria y Arqueología. Docente Universidad Central del Ecuador
María Soledad Solórzano Venegas
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Introducción
El Patrimonio Cultural es el conjunto de manifestaciones u
objetos nacidos de la producción humana que una sociedad ha
recibido como herencia histórica y que constituyen elementos
significativos de su identidad como pueblo. Se trata de un
testimonio importante del progreso de la civilización que ejerce
una función referencial para toda la sociedad (Llull Peñalba,
2005).
La noción de Patrimonio Cultural ha ido cambiando, evolucionando,
enriqueciéndose con el cruce de diversas miradas. Sin embargo, su
construcción conceptual es compleja puesto que vincula las etapas
de la vida histórica de los bienes, permitiendo comprender su
razón de ser en el tiempo, su importancia y explicarlos como
productos culturales. En Ecuador el interés por los temas
relacionados con la salvaguarda del Patrimonio iniciaron
alrededor de la década de los setentas con la creación del
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, cobra fuerza en el
segundo lustro del siglo veinte.
En el año 2007, se creó la Unidad de Gestión de Emergencia del
Patrimonio Cultural, para recuperar el patrimonio material e
inmaterial de los ecuatorianos. Uno de los tres ejes fue la
“difusión y sensibilización ciudadana para valorar el
patrimonio”, registrándose e inventariándose un total de 180.983
Bienes Pertenecientes al Patrimonio Cultural, 1.421 en la
Provincia de Manabí, de los cuales 140 están en Montecristi y 5
en la Parroquia Rural La Pila. (Instituto Nacional de Patrimonio
Cultural, s/f).
En el año 2011, a pedido de los moradores de La Pila, la Regional
4 del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural realizó una
investigación para el registro interno de sitios arqueológicos y
tradiciones. El presente documento busca realizar una reseña de
los datos recabados, pues son el testimonio de riqueza cultural
ancestral y contemporánea de este territorio, que soporta la
necesidad de una política más activa por parte de los Gobiernos
Autónomos Descentralizados Municipales.
El levantamiento de la información se realizó con el apoyo de los
miembros de la comunidad, haciendo uso de lo que Magalhães
Moutinho (2011) denomina Inventario Participativo. Es importante,
conocer que en la actualidad, de acuerdo al Código de
Ordenamiento Orgánico de Organización Territorial Autonomía y
Descentralización (COOTAD), entre las competencias de los
Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs) Municipales
puntualmente- se encuentra la preservación, mantenimiento y
difusión del Patrimonio arquitectónico, cultural y natural del
cantón y construir los espacios públicos para estos fines, para
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lo cual es necesario formular, aprobar, ejecutar y evaluar los
planes, programas y proyectos destinados a su preservación.
Pueden hacer uso social y productivo de los recursos culturales
de su territorio los GADs Provinciales, a efectos de cumplir su
competencia de turismo en el marco del fomento productivo
(Función Ejecutiva Presidencia de la República, 2010. Sin embargo
lo expuesto en el párrafo anterior aún es incipiente.
Desarrollo
La provincia de Manabí tiene una extensión aproximada de 18.744
kilómetros cuadrados y se caracteriza por su diversidad
poblacional. La Zona Centro Oeste comprende los Cantones Manta,
Montecristi y Jipijapa, relacionados con el oficio de la pesca, a
pesar de que el segundo ha tenido una dinámica histórica
independiente, su dinámica socio-productiva ha estado muy ligada
a la primera de la que le separan escasos kilómetros. La
actividad agrícola nunca ha sido realmente representativa, debido
a las condiciones climáticas y fenómenos como la sequía. Por
oposición el comercio, la industria y la pequeña industria con su
derivación hacia la artesanía, la han reemplazado (Naranjo, 2002,
p. 18).
Caracterización general de la Parroquia Rural La Pila
La Pila se legalizó cómo parroquia rural de Montecristi en 1996 y
agrupa a las Comunas La Pila, Las Lagunas y Aguas Nuevas. Este
territorio se encuentra entre dos regiones bioclimáticas,
tropical, con dos enclaves de clima subtropical en la parte
suroriental y suroccidental. Geomorfológicamente se caracteriza
por poseer colinas sobre sedimentos terciarios, cortada por
cordilleras costeras que la atraviesan de nororiente a
suroccidente, además de una región aluvial en la parte
noroccidental.
La combinación de la cordillera costera con un ambiente
subtropical ha facilitado que en la zona de Las Lagunas - Aguas
Nuevas se pueda desarrollar la industria agrícola, mientras que
en la zona de La Comuna La Pila se generen procesos sociales de
subsistencia vinculados principalmente con la producción del
comercio de artesanías. Entre los productos de comercialización
más importantes, se encuentran los objetos de arcilla,
inicialmente con diseños arqueológicos, incorporándose en el
siglo veintiuno la barbotina, yeso además otros elementos de
comercialización.
Patrimonio arqueológico inmueble
El nombre de la Pila es adoptado por la Parroquia debido a la
presencia de un pozo de agua pre-hispánico de origen Manteño,
alimentado por una vertiente subterránea entrono a la cual, luego
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de un proceso de excavación nico, se erigió una estructura
revestida por rocas, de 3.25 metros de diámetro y 8 metros de
profundidad que por asociación tipológica se le atribuye
corresponde a la cultura Manteña del Norte
2
.
La infraestructura ha estado sujeta a modificaciones modernas,
alrededor de ésta existe una construcción de cemento con diseños
zoomorfos y antropomorfos realizada por seguridad, se han
colocado además unos maderos cruzados, para evitar accidentes. Se
dice que años atrás, posterior a una limpieza del pozo, éste se
empezó a secar sin motivo aparente, hasta que descubrieron que
alguien se había llevado una de las ofrendas de oro, el momento
en el que se la devolvió volvió a llenarse (Solórzano, 2011, p.
95).
El pozo de agua debió tener un reconocimiento ancestral, el
proceso de elaboración y sus dimensiones demuestran un trabajo
que surge en respuesta a una necesidad: garantizar agua de forma
permanente a sabiendas de una fuente de suministro estable. A un
par de kilómetros del pozo, también en el área poblada, se logró
registrar otra infraestructura similar cuyo diámetro superior es
de 2 metros, el cual se encuentra altamente alterado, en tanto
está recubierto en el exterior por cemento.
Alrededor del Pozo, en toda la parroquia, se registró la
presencia de 48 sitios arqueológicos a cielo abierto, con y sin
estructuras en piedra, además de la presencia de terrazas, con
filiación principalmente Manteña y Guangala. Sin embargo, este
territorio debió iniciar su ocupación mucho antes. Se debe
señalar que el levantamiento de información fue dirigido a
reportar sitios en superficie y la muestra recuperada no permitió
identificar la filiación de ocupaciones previas.
Con el apoyo de los moradores se realizó la limpieza del pozo. A
pesar de no haber llegado a su base se determinó tres tipos de
revestimiento en las paredes, determinados por las dimensiones de
las rocas colocadas. En la parte superior (0.70 metros
posteriores a la colocación de la protección de ladrillo y
cemento) se observan rocas talladas de forma rectangular de 10 cm
de ancho con un alto de 3 cm y un espesor no definido, esta parte
presenta restitución moderna atestiguada por presencia del
cemento principalmente al oeste.
El segundo cuerpo (0.70 y 4 metros bajo el inicio de la boca del
pozo) se encuentran rocas rectangulares más grandes que en la
2
Los sitios arqueológicos de filiación Manteños del Norte se
caracterizan por la presencia de construcciones de estructuras con rocas
cuadrangulares (Saville, 1910; Estrada, 1962).
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parte anterior, de entre 10 y 40 cm de largo y 4 - 8 cm de ancho,
resaltando la presencia de rocas trabajadas con un largo de 40 cm
y 8 cm de ancho con diseños zoomorfos y antropo-zoomorfos,
clásicos de la cultura Manteña, en esta parte han sido colocados
varios elementos intrusivo a manera de ofrenda (conchas, restos
de objetos cerámicos). En el tercer cuerpo (4-6 metros) las rocas
incrementan su alto, manteniendo su ancho, a manera de soporte de
construcción.
Las rocas tuvieron una preparación minuciosa para poder encajar y
sostenerse entre sí, colocadas en hiladas de tizón, como se puede
observar en el esquema presentado en la Figura No. 1.
Figura No. 1 Esquema de distribución de rocas que recubren el pozo
3
Fuente: Solórzano 2011
En la parte inferior del pozo vado-, se reportaron elementos
arqueológicos (originales y réplicas) a manera de ofrendas, entre
los que se debe destacar la abundancia de pesas de pescar
rectangulares y circulares, hachas rectangulares, rocas de
cuarzo, fragmentos de figurines, valvas de concha prieta (Anadara
tuberculosa), de caracol (Strombus galeatus), monedas de finales
del siglo veinte y del veintiuno.
Durante el registro se observa precisión en la técnica refleja no
solo el conocimiento del entorno, si no de los materiales y
formas de trabajarlos, lo que permitió que este y otro tipo de
infraestructuras similares hayan logrado sobrevivir cientos de
años, pudiendo guardar estrecha relación temporal con los
asentamientos del Parque Jaboncillo.
En los Cerros de Jaboncillo Cerro de Hojas desde el 2010 funciona
un parque arqueológico, en donde se han elaborado 41 informes de
3
Las medidas son referenciales, para poder entender el esquema de distribución.
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la sociedad Manteña. “El análisis de Radio Carbono 14 a una de
las estructuras encontradas declara que la sociedad asentada en
el lugar estaba vigente entre 1190 a 1520” d.C. (Manabí Redacción
Regional, 2016). Por otro lado, las características topográficas
y bioclimáticas, presencia y ausencia de estructuras, permitieron
definir 4 tipos de sitios arqueológicos que se reseñan a
continuación:
1. Zona Aluvial con Modificaciones en las cimas y planicies
Sitios ubicados en zonas de colinas que se encuentran entre los
179 y 190 m.s.n.m., las cuales han sido modificadas. Se
caracterizan por la ausencia de restos de cimentación, aunque es
posible identificar la presencia de montículos artificiales. Son
tres sitios y todos reportados en el filo de la carretera.
Considerando que se trata de zonas aluviales en donde se
encuentran emplazados los sitios, los montículos pudieron ser
construidos para generar Zonas elevada, ya sea para vivienda,
cultivo o rituales, sin un proceso de excavación esto solo queda
propuesto a manera de hipótesis.
2. Colinas Medias Sin Estructuras Sobre Sedimentos Terciarios
Corresponden a sitios que se encuentran entre 180 y 237 m.s.n.m,
se caracterizan por estar en la parte alta o media de colinas,
modificándolas, sin evidencia de restos de cimentaciones. Se
reportaron 8 sitios. Tanto en la zona de colinas medias, como en
la zona aluvial con modificaciones se observa más de una
ocupación por la disposición del material en las pruebas de pala,
indicador de la reutilización de espacios.
3. Reacondicionamiento de terrazas y cimentaciones en cimas de
colinas altas
Sitios que se encuentran sobre los 287 metros de altura pudiendo
llegar hasta los 537 m.s.n.m. Por su emplazamiento y visibilidad
permiten un amplio control de territorio, se reportaron 23
sitios.
4. Cimentaciones en terrazas de colinas medias y planicies
Sitios arqueológicos entre los 182 y 254 m.s.n.m., con presencia
de cimentaciones, se debe destacar que en la zonas de colinas
medias se determinó reacondicionamiento a manera de terrazas en
15 sitios. La concentración y densidad de estructuras en estos
sitios, llevan a proponer una alta densidad demográfica durante
por lo menos un periodo de ocupación.
En su totalidad los sitios registrados presentaron estructuras y
por la distancia entre unos y otros pueden formar conjuntos (se
definieron tres conjuntos). Se definen como conjuntos
arqueológicos, en tanto las separaciones entre los sitios no
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superan los 300 metros y las características que poseen, podrían
tener la misma temporalidad y ser complementarios. En uno de los
sitios, además la presencia de la única albarrada reportada en la
zona, tuvo un complemento de terrazas de cultivo asociadas.
En La Pila se mantiene el Patrón de uso de rocas para
cimentaciones de estructuras, al igual que Jaboncillo Cerro de
Hojas y Jaramijó, propias de La Cultura Manteña, siendo
posiblemente utilizadas gran variedad de maderas de la zona para
levantar las paredes de las mismas. Probablemente, se han
empleado técnicas mixtas de construcción, lo que además de
demostrar un conocimiento sobre el medio circundante, también
podría ser indicador de la autonomía a nivel doméstico
cotidiano del sector, con una sociedad estratificada, pero donde
la población más que en monumentalidad haría uso de su mano de
obra en otro tipo de actividades tales como las agrícolas,
alfareras y transformación lítica para elementos utilitarios. Se
trata de un punto de abastecimiento de agua y control de contacto
con la Cuenca del Guayas.
Se observa que existe una tendencia a la concentración de los
sitios arqueológicos en diferentes áreas, a manera de centros
poblados que guardan conexión entre sí. Se van generando micro
entornos de relación centro periferia sin que pierda importancia
el principal, es decir: La Pileta.
Producción de artefactos con motivos y formas pre-hispánicas
La población de la Comuna La Pila se caracteriza por poseer
orfebres reconocidos a nivel nacional e internacional, el origen
de esta actividad se dio a partir de la segunda mitad del siglo
veinte. De acuerdo a los testimonios recabados, tradicionalmente
se dedicaban a la caza y a la agricultura, lo que les permitiría
el acceso a varios territorios, posibilitándoles el hallazgo de
artefactos de corte arqueológico, principalmente en la zona de
corrales (cimentaciones de estructuras arqueológicas).
Entre los elementos que recuperaban se encontraban moldes
(cuñitos), experimentando con el barro empezaron a generar
reproducciones arqueológicas haciendo uso de éstos. La
comercialización de este tipo de productos se popularizó al punto
de que el sector cobró renombre, lo que atrajo gran cantidad de
compradores de objetos arqueológicos, aumentando el huaquerismo
en la zona y con ello la destrucción parcial o total de varios
sitios arqueológicos.
A finales de los años setenta e inicios de los ochenta, el Estado
Ecuatoriano empezó a generar medidas de protección al Patrimonio
Cultural, para evitar su salida del país, intentando recuperar
objetos mediante su compra a través del Banco Central. En este
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contexto, los habitantes de La Pila, quienes ya negociaban con
objetos arqueológicos empezaron a venderlos a esta institución,
incluso por lotes
4
.
Se comienza a reproducir las piezas para poder vender mayor
cantidad de las que se encontraban en las excavaciones, las
cuales en algunas ocasiones salían fracturadas. Muchas de las
personas que se dedicaban a realizar réplicas, vendiendo lotes de
artefactos con hasta el 50 por ciento de este tipo de elementos,
en algunos casos se unían dos o más objetos para obtener un solo
artefacto, considerando que el criterio de compra era meramente
estético llegaron a generar nuevas formas de los artefactos
cerámicos en base a las restituciones que se realizaban (Fuente:
Celestino Colón Quijije Mero, Dr. César Giler en Solórzano,
2011).
La mayoría de habitantes de La Pila fueron incorporados de a poco
en este negocio, viendo que era una buena forma de ganar dinero y
que además demandaba menos tiempo que ir a excavar en otros
lugares, actividad con la cual incluso se podía poner en peligro
su vida, a pesar de esto no dejaron de realizarse excavaciones
clandestinas (Fuente: Juan Santana Delgado en Solórzano 2011).
El conocimiento para la producción de artefactos cerámicos, si
bien no entraría en el estricto concepto de patrimonio cultural,
la técnica para la reproducción de estos ha llegado a ser
depurada de tal manera que muchas replicas pueden ser confundidas
con los elementos originales, por lo que facilita realizar
asociaciones sobre formas de producción de artefactos pre-
hispánicos (Solórzano, 2015)
Artesanas de paja toquilla
El uso de una variedad de palma conocida como “toquilla” se
remonta a época pre-colombina, quedando atestiguado en los restos
de cultura material de las cultura Chorrera, Jama Coaque, Bahía,
Guanagala, Milagro Quevedo y Manteña. En 1630, el indígena
Domingo Chóez conjuntó esta materia prima con la forma de los
sombreros españoles, sustituyendo al paño, siendo los tejedores
de Montecristi y Jipijapa los que se especializaron en la
elaboración del sombrero bajo el modelo europeo (Instituto
Nacional de Patrimonio Cultural, 2012).
El tejido tradicional del sombrero de paja toquilla ecuatoriano
fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad el 5 de diciembre
de 2012, “es considerado un arte y una labor netamente manual,
que no emplea más herramientas que las manos de los tejedores”
4
Las filas para la venta de objetos arqueológicos en el Banco Central, de acuerdo a lo que señalaban los informantes,
eran más grandes que en el Banco de Fomento para solicitar créditos (Fuente: Solórzano, 2011)
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(Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, 2012, p. 18-36). En
junio de 2012 el INPC para colaborar en la preservación de este
conocimiento impulsó la creación de la Escuela Taller en Pile
(Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, 2012b).
Los sombreros de paja toquilla, en la zona de Las Lagunas y Aguas
Nuevas, tenían una presencia muy importante hasta la década del
50 del siglo XX, los informantes indicaron que todas las personas
se dedicaban a esta actividad sin distinción de género o edad,
era un modo de producción que incluía a la mayoría de la
población, que fue sustituida por un auge agrícola de acuerdo a
los propuesto por Vásquez (1992).
Las mujeres que ya están llegando a los 80 años de edad cuentan
que su padre era quien les enseñó a tejer. Con el paso de los
años la introducción de la agricultura, la baja demanda de
adquisición de sombreros de paja y las tendencias crecientes de
los jóvenes a dedicarse a otras actividades, el tejido de
sombreros fue relegado a un complemento de la economía doméstica,
a ser realizada principalmente por las mujeres, representando un
ingreso adicional para algunas familias, teniendo en cuenta que
las entradas de dinero son escasas.
En la zona de Aguas NuevasLa Laguna se inventarió 20 artesanas
que trabajan con paja toquilla, en la elaboración de sombreros de
4 y 5 hebras, simples o calados. En el sector de Aguas Nuevas los
sombreros calados tienen distintas figuras: metros, metros
encerrados (líneas que se entrecruzan y forman rombos),
pimientas, medias pimientas (puntos de tejido libre) y dibujos
que se realizan dejando espacios sin tejer como corazones,
letras, flores.
El diseño de letras es una especialidad de Heroína Piloso, la
única que los realiza, cuando tiene muchos pedidos trabaja la
copa con los diseños y se los entrega a las demás mujeres para
que le ayuden a terminarlos, en compensación cuando alguna de las
tejedoras le piden un diseño de letras, ella les realiza la copa
para que lo puedan terminar. Una vez terminados los sombreros son
enviados por intermediarios a los locales de Montecristi donde
los arregla: los lavan, cortan las fibras sobrantes, se les da un
tratamiento con agua goma que les da firmeza y finalmente se los
plancha para darles la forma que se desea.
Tradición oral
La cultura manabita posee una tradición muy rica en cuanto a
mitos y leyendas, a partir de una anécdota. Se lograron
identificar dos tipos, unas vinculadas con topónimos y las de
control social. En el primer grupo se encuentran los nombres de
los poblados, siendo una constante el uso de elementos vinculados
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con el agua: La Pila, Las Lagunas, Aguas Nuevas, situación lógica
considerando la sequía de la zona y la agrupación de la población
en relación al líquido vital.
El nombre de La Pila viene de una pileta arqueológica. De acuerdo
con los miembros de la comunidad empieza el asentamiento en este
lugar debido a que unos ganaderos perdieron reses y los
encontraron bebiendo agua en ésta, por lo que para inicios del
siglo XX, cuando indican los habitantes sería el inicio del
centro poblado, lo denominarían Chivive hasta 1946, cuando
mediante escritura pública se oficializa la donación de los
terrenos por parte del Municipio a la Comunidad.
Las Lagunas, de acuerdo con la tradición oral, adopta este nombre
porque en medio del poblado se formaba una laguna en periodo
invernal, mientras que Aguas Nuevas se forma en relación a pozos
de agua que fueron encontrados en periodos de sequía. La pileta o
poza tiene una gran mitología alrededor de ella. El duende es un
personaje que al momento en que las personas cuentan su historia,
al parecer no causa miedo, sino más bien fastidio por las bromas
o por la constante persecución a las mujeres bonitas, que son
siempre sobre las que recae sus fechorías.
El duende es una criaturita pequeña que anda por el monte, los
pies están colocados al contrario del cuerpo y se enamora de las
chicas (Fuente: Fernando Quijije, Marcela Calle). Comentan que
una forma de librarse del duende es que la chica debe ser vista
con un hombre, durmiendo de preferencia, debido a que el duende
es extremadamente celoso y al ver esto se aleja. Otra forma de
librarse de él es “haciendo que comía la cochinada”. Las almas en
pena también se asocian a la Pileta, almas que van a lavar la
ropa, un jinete que está paseándose como si lo cuidara o
avistamientos de personas que entran en la poza y no vuelven a
salir. Es la demostración del imaginario local que al estar las
ánimas del más allá de alguna manera protegiendo el lugar, el
pozo no puede ser poseído por ninguna persona, es decir que la
exclusividad del agua no puede ser de una persona sino de la
comunidad, dejando en claro la pertenencia colectiva del agua.
Otra de las leyendas locales indica la presencia de La Madre
Monte o La Dama De La Noche en La Pileta, dicen que cuando la
gente iba a sacar agua de La Pileta, ella miraba a quienes iban y
de sus ojos salía candela (Fuente: Artemio Bailón). A partir del
año 2007, con el Decreto de Emergencia se generan una serie de
programas desde el Ministerio Coordinador de Patrimonio Cultural
y Natural, para la salvaguarda de los Bienes Pertenecientes al
Patrimonio Cultural de la Nación, trazándose las líneas maestras
de programas y proyectos con esta finalidad, en los cuales, los
habitantes de La Pila encontraron una oportunidad, intentando
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organizarse para la incorporación del turismo en su actividad
cotidiana; sin embargo, esta tarea se puede consolidar con la
inyección de capital externo, ya sea público o privado.
Si bien es cierto la legislación Ecuatoriana ha generado medidas
de protección manejo y conservación de los Bienes pertenecientes
al Patrimonio Cultural, el crecimiento urbano, la construcción de
vías, las excavaciones fortuitas, son constantes que lo ponen en
peligro, al igual que la modernización, la globalización y la
necesidad de dinero rápido. Las pautas generales se encuentran
marcadas, sin embargo es necesario definir neas de acción
específicas para el manejo y conservación de los bienes
patrimoniales. La generación de medidas de protección puntuales,
desde lo local, cada vez se vuelven más necesarias, con hojas de
ruta que direccionen formas de manejo, conservación y difusión.
Como se testifica a lo largo del documento, La Parroquia Rural La
Pila es un ejemplo de la riqueza patrimonial que posee el
Ecuador, en donde coexisten elementos del pasado y el presente
producto de la actividad humana que forman parte de su
cotidianidad, pero que además son producto de su herencia
histórica, situación sobre la cual sus moradores tienen
conciencia y buscan la forma de desarrollarla para su beneficio.
Un ejemplo de la gnosis en relación al tema se refleja en el
conocimiento de los lugares de interés arqueológico que
permitieron el registro de los sitios. Es importante reconocer
que no siempre fue así, bienes patrimoniales e inmuebles
arqueológicos fueron alterados para obtener muebles y
comercializarlos.
Conclusiones
La presencia de estructuras e infraestructuras arqueológicas, dan
a entender que sus habitantes tenían conocimiento del medio
ambiente y formas para manejarlo con la finalidad de cubrir
necesidades básicas como el acceso al recurso hídrico. Las
técnicas de construcción demuestran precisión, al punto en el que
hoy por hoy, existen pozos de agua que persisten incluso a
eventos telúricos y continuando con el aprovisionamiento de agua,
como es el caso del pozo por el que toma el nombre la pileta.
Los sitios arqueológicos analizados permiten observar
concentraciones a manera de aldeas que van disminuyendo el número
de estructuras conforme se van desplazando del área de
poblamiento principal. La fusión de la modernidad con la
antigüedad, de lo hispánico y lo prehispánico ha generado una
serie de elementos culturales que se reflejan en las leyendas del
lugar, las cuales se encuentran relacionadas con la pileta de
agua.
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Las técnicas de producción cerámica son otro elemento importante
de la identidad cultural, por el proceso de elaboración de los
artefactos se pueden hacer símiles con formas de trabajo de
sociedades pretéritas. Se destaca el trabajo realizado por el
Estado, a través del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural en
relación al impulso de la escuela en Pile, para la producción de
los sombreros de Paja Toquilla.
El manejo de la técnica de las Artesanas de Aguas Nuevas para
generar diseños y nombres en los sombreros, es un elemento a
impulsar. La riqueza con la que cuenta la Parroquia Rural La Pila
a nivel de Patrimonio Cultural se sustenta en la coexistencia de
elementos del pasado y el presente producto de la actividad
humana que forman parte de lo cotidiano. Este trabajo permitió
evidenciar parte de las tradiciones culturales manabitas para
difundir a nivel nacional e internacional los elementos que posee
la parroquia y potenciar el turismo en la zona.
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