
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
EDUCOMUNICACIÓN. LOS PRIMEROS 60 AÑOS DE UNA HISTORIA POLISÉMICA
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
Dos años después, en 1976, se lleva a cabo el Simposium sobre
Información entre países no alineados, en el cual se motiva a la
realización de un Nuevo Orden Internacional de Información, cuya
base era la democratización de la comunicación. Ante ello, la
Conferencia General de la UNESCO negocia una conciliación e
incorpora las demandas del bloque que incluían la circulación de
información libre y equilibrada. América Latina sugiere el
tratamiento de una comunicación horizontal, dialogal y
participativa; no obstante se crea una comisión encargada del
estudio de la comunicación. En 1977, se fija la Comisión
Internacional de Estudios sobre las Problemáticas de
Comunicación, y nombra como encargado a Sean MacBride, quien
forja una propuesta consensuada.
Década de 80
En esta década, la UNESCO impulsó el tratamiento de los vínculos
entre educación formal y medios de comunicación en un marco de
influencia del primer mundo sobre el tercero. La comunicación
protagonizó un cambio de perspectiva al ser entendida desde la
sociología y antropología como acto y producción de cultura.
También se maneja la idea de que los medios fungen como una
escuela paralela, en donde se adquieren valores, se percibe la
realidad, se estimulan procesos de socialización. En 1980 se
entrega a la UNESCO el Informe Macbride acerca de las
problemáticas de la comunicación. Dicho documento se torna en un
manifiesto político-humanista de proyección mundial que pugnaba
por la equidad, independencia, democracia, acceso, diálogo,
participación y pluralidad en la Comunicación.
La propuesta era el resultado de una negociación compuesta por
once principios básicos que hablaban del libre y equilibrado
flujo de información, igualdad, justicia y beneficio en las
prácticas comunicativas, contemplaba la eliminación de monopolios
mediáticos, el respeto por la identidad cultural, recomienda a
los medios mantener la ética y responsabilidad social, mejorar la
tecnología e invitar a que los países formulen sus políticas
nacionales de comunicación basadas en el derecho a la
comunicación (Sierra, 2006; Beltrán, 2005; Huergo, 2004).
Declaraba que la educomunicación incluía:
… todas las formas de estudiar, aprender y enseñar a todos los
niveles (…) y en todas las circunstancias, la historia, la
creación, la utilización y la evaluación de los medios de
comunicación como artes prácticas y técnicas, así como el lugar
que ocupan los medios de comunicación en la sociedad, su
repercusión social, las consecuencias de la comunicación
mediatizada, la participación, la modificación que producen en el