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ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales
e-ISSN 2550-6587
https://revistas.utm.edu.ec/index.php/Rehuso/index
Vol. 6 Núm. 3 (29-39): Septiembre - Diciembre 2021
rehuso@utm.edu.ec
Universidad Técnica de Manabí
DOI: 10.5281/zenodo.5512821
desarrollar una clase por parte de los docentes y de los estudiantes sin que trascienda a la
sociedad donde ella se encuentra inmersa. La teoría y la praxis deben confluir para ayudar al
desarrollo de las comunidades.
Por otra parte, en la producción universitaria, los estímulos para autores y responsables,
deberían ser de carácter económico. De esa manera existirá la respectiva correspondencia,
entusiasmo y cumplimiento. La brecha en ingresos entre quienes desarrollan trabajo intelectual
en las universidades y otros campos (deportes, industria, entretenimiento) es muy marcada.
Pueden incorporarse esos ámbitos sociales a la universidad y establecer alianzas que
favorezcan el financiamiento de esos estímulos sin generar presión sobre el gasto público.
Los proyectos y talleres de producción en la universidad se puedan calificar de acuerdo a su
importancia, unos de emblemáticos, y otros de formación experimental, pero los dos, además
de educar y enseñar tienen también la finalidad adicional de generar recursos económicos bajo
el aura institucional y de la empresa pública. En Ecuador, esta figura tiene como característica
que más del 50% de las acciones pertenecen al gobierno, ya sea el central o en cualquiera de
sus niveles de descentralización (universidad, municipio, provincia, gobierno regional u otro).
En la actualidad el Estado promueve esta alternativa para la generación de recursos en la
academia que respalda los procesos productivos y de servicios de las entidades públicas y
privadas, amparados en la matriz productiva, para impulsar actividades de capacitación,
investigación y asesorías; en correspondencia con las necesidades de la sociedad, al difundir y
desarrollar conocimientos y habilidades con una concepción ética y profesional a partir de las
potencialidades humanas propias del entorno laboral, contribuyendo al desarrollo socio-
económico, cultural y al Buen Vivir, de los ciudadanos manabitas, ecuatorianos y de otros
países (ULEAM, 2021).
Existen ejemplos de universidades privadas en el país que a través de la incursión en
producción y servicios diversifican su oferta entre salud, comunicación, capacitación,
innovación, logística, hospitalidad, fitness, donde han encontrado la ayuda financiera,
generación de experiencias y conocimiento y prestigio. Posición que por lo general llegan sólo
aquellas universidades que desarrollan investigación, innovación, tecnología, y producción, y
para lograr este objetivo el período universitario es clave. Tal como señala Bird (2003), cuando
apunta que el emprendimiento en las casas de estudios superiores se vincula con la creación de
nuevas empresas intensivas en conocimiento; lo cual, a decir de Parra Rodríguez y Porta
(2014), es fundamental para el emprendimiento social.
De igual manera, el fomento del emprendimiento desde la universidad requiere de la
incorporación de nuevas metodologías y romper con viejos esquemas, que de acuerdo a
Garavan y O’Cinneide, (1994) son de escasa utilidad, entre ellos, los métodos didácticos
convencionales, como la clase magistral, lecturas especializadas, casos prácticos o encuentros;
buscando promover los procesos creativos de los estudiantes. En consecuencia, lo más
importante es innovar metodológicamente y contribuir con entornos de aprendizaje
propiciadores de experimentación y producción (Ripollés, 2011).
El estudiante es el centro del proceso de aprendizaje, debe experimentar y desarrollar sus ideas
en función a canalizar sus inquietudes sobre implementación y operación de un
emprendimiento. Con esta metodología el profesor es el facilitador y gestor del proceso de