Voces de mujeres rurales sobre las redes sociales digitales: exploración en la parroquia 11 de Noviembre

Voices of rural women on digital social networks: exploration in the 11 de Noviembre parish

Resumen

Las redes sociales digitales han llegado al mundo para modificar las vivencias y estilos de vida de las personas. En este artículo se expone, particularmente, las transformaciones en aquellas mujeres que viven en sectores rurales de la provincia de Cotopaxi. El objetivo fue examinar las percepciones y experiencias de mujeres provenientes de sectores rurales sobre el papel que cumplen las redes sociales en la expresión de sus voces. En concreto, el trabajo se desarrolló en 11 de Noviembre, parroquia rural del cantón Latacunga, ubicada en la región sierra central de Ecuador. Se empleó con un enfoque cualitativo, con un nivel exploratorio descriptivo, las técnicas aplicadas fueron la entrevista semiestructurada en la que participaron trece mujeres y un grupo focal donde intervinieron nueve féminas. Los resultados evidenciaron cómo la llegada de las redes sociales digitales ha impactado a las mujeres de la zona, si bien se han roto barreras geográficas y han facilitado el acceso a información, también han reducido otras formas de interacción personal. Además, las redes sociales han abierto procesos de empoderamiento a las mujeres al ofrecerles nuevas oportunidades de negocio y organización colectiva. Dichos resultados aportan datos relevantes para conocer el contexto, las formas de inmersión y los desafíos inherentes a la presencia de las redes sociales digitales.

Palabras clave: Género; mujeres; redes sociales; rural.

Abstract

Digital social networks have come to the world to modify people’s experiences and lifestyles. This article exposes, in particular, the transformations in those women who live in rural sectors of the province of Cotopaxi. Specifically, the objective was to examine the perceptions and experiences of women from the rural parish of 11 de Noviembre about the role that social networks play in the expression of their voices. The specific objectives focused on examining the patterns of continuity and change identified by the women of the 11 de Noviembre parish in relation to the arrival, adoption and consolidation of digital social networks and identifying how they perceive and experience the opportunities, restrictions and challenges of the use of networks. We worked with a qualitative approach, with a descriptive exploratory level, the techniques applied were the semi-structured interview in which thirteen women participated and a focus group in which nine women participated. The results established how the arrival of digital social networks has impacted women in the area; although geographical barriers have been broken and have facilitated access to information, they have also reduced other forms of personal interaction. In addition, social networks have opened empowerment processes for women by offering them new business opportunities and collective organization. These results provide relevant data to understand the context, the forms of immersion and the challenges inherent to the presence of digital social networks.

Keywords: Gender, women social networks, rural.

Jenny Maritza Toaquiza-Vega1

Lourdes Yessenia Cabrera-Martínez1*

e-ISSN 2550-6587

Vol. 10 Núm. (1) pp. 117-129. Enero-Junio 2025

Patricia Aracely Jiménez-Jiménez 1

https://doi.org/10.33936/rehuso.v10i1.7058

1Universidad Técnica de Cotopaxi, Ecuador

*Autor de correspondencia.

Citación de este artículo: Toaquiza -Vega, J.M., .Jiménez-Jiménez, P.A. y Cabrera-Martínez, L.Y. (2025). Voces de mujeres rurales sobre las redes sociales digitales: exploración en la parroquia 11 de Noviembre. Rehuso, 10(1), 117-129. https://doi.org/10.33936/rehuso.v10i1.7058

Recepción: 15 de octubre del 2024

Aceptación: 12 de diciembre del 2024

Publicación: 01 de enero del 2025

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional

Introducción

América Latina posee una notable diversidad cultural y étnica, distribuida a lo largo de su territorio. En el caso de la presente investigación, el principal sujeto de estudio son las mujeres de las comunidades rurales, las cuales se caracterizan por un sinnúmero de creencias, tradiciones y formas de comunicarse que, con la llegada y consolidación de las redes sociales digitales han experimentado diversas transformaciones. En tal sentido, es imprescindible explorar sus características y dinámicas. En las zonas rurales de América Latina viven más de 123 millones de personas, de estas, 50 millones trabajan, el empleo en estas zonas rurales tiende a ser muy escaso. Las tasas de pobreza se mantienen alrededor de 45,7%, mientras que, el grupo perteneciente a pobreza extrema se centra en un 21,7%, siendo así un número dos o tres veces mayor que en las zonas urbanas (Organización Internacional del Trabajo, 2023).

Las mujeres rurales representan, a nivel mundial, un tercio de toda la población, y el 43% de la mano de obra agrícola, estas se dedican a un sin número de actividades, sin embargo, como señala la Organización de Naciones Unidas (ONU) las mujeres rurales sufren de diversos problemas, especialmente están mayormente expuestas a situaciones pobreza. En Latinoamérica la población rural representa el 20% del resto de sujetos que conforman el planeta, es así que, las mujeres rurales representan más de mitad de esta población (Organización Internacional del Trabajo, 2023).

Los entornos rurales están integrados por una diversidad de población. En el caso Latinoamericano, existe una diversidad de grupos indígenas que son descendientes de las poblaciones nativas de la región, como los mayas, aztecas, incas, guaraníes, quechua, entre otros, quienes representan segmentos fundamentales de la población en países como Bolivia, Guatemala, Perú, Ecuador y México. Por otro lado, hay una presencia significativa de población afrodescendiente, especialmente en países como Brasil, Colombia, Cuba, República Dominicana y Haití, como consecuencia del comercio de personas africanas, en condiciones de esclavitud, durante la época colonial (Pérez, 2018).

Entre los países de la región donde se encuentran asentamientos indígenas destaca Brasil, con 305 pueblos indígenas, seguido de Colombia, que cuenta con 102; Perú, que posee 85; México con 68; Bolivia, con 36; Guatemala, con un total de 24; y finalmente Ecuador, que, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (2022) alberga un total de 14 nacionalidades y 18 pueblos indígenas. Es importante mencionar que Guatemala y Bolivia son los países donde más de la mitad de su población está compuesta por personas indígenas (FILAC, 2019).

Por su parte, otra de las adversidades que afrontan las mujeres en las zonas rurales en Latinoamérica se basa en la discriminación que han atravesado a lo largo de toda su vida, ya sea por etnia, situación económica, género, entre otros aspectos (Míguez y Peñafiel, 2019). Así también, la falta de educación es un factor que afecta a las féminas rurales, algunas no llegan a completar la primaria, ya que, sólo los hombres son considerados como sujetos aptos para aprender, la gran parte de mujeres adultas que habitan zonas rurales del continente latinoamericano no saben leer ni escribir (Lorente, 2019).

El acceso a la tecnología es otra problemática que afronta la mujer en las zonas rurales. El mundo se ha convertido en una interfaz digital que depende de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), por lo tanto, actualmente, un ser humano que no disponga de acceso a la web e internet corre el riesgo de ser considerado como un sujeto vacío y desconectado del mundo. El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC, 2019), señala que el grupo de mujeres de los pueblos y nacionalidades indígenas mantiene una situación desfavorable en lo que a acceso de tecnología e internet se refiere. La falta de recursos económicos y la escasa disponibilidad de aparatos y dispositivos tecnológicos dificultan y delimitan la conectividad, manejo de redes sociales y acceso a nueva información (De los Ángeles, 2023).

La Agencia de las Naciones Unidas ha llevado a cabo múltiples entrevistas con mujeres de diversos países de América Latina sobre el acceso a Internet. En México, han expresado que las dificultades de acceso a plataformas digitales e internet simbolizan una forma de exclusión social para aquellos sectores alejados o pobres de la región (Ramírez, 2021). Sin embargo, en aquellos pueblos que disponen de acceso a internet, las mujeres utilizan las redes sociales para compartir y preservar su cultura, así como para abogar por sus derechos y generar conciencia sobre las problemáticas que les afectan. Las redes sociales les han permitido elevar sus voces y conectarse con amplias comunidades similares que buscan o comparten los mismos intereses en un contexto global (Patiño, 2023).

Según el portal World Vision (2022) es importante destacar que, alrededor del 43.3% de la población mundial tiene acceso a internet, aunque la velocidad de conectividad varía en función al desarrollo de la región, además, el 65% de los habitantes de países desarrollados tienen habilidades digitales, mientras que, aquellos habitantes de países en vías de desarrollo sólo alcanzan a un 46%.

La pandemia que azotó a todo el mundo debido al virus del COVID-19 fue un factor que agravó aún más el proceso de conectividad de las mujeres, dadas las escasas condiciones económicas, las niñas y jóvenes pertenecientes a los sectores rurales han tenido que dedicar su tiempo a realizar tareas de campo esto con la finalidad de ayudar a sus familias y buscar el sustento diario, razón por la cual no han podido acceder a la educación, y mucho menos a la tecnología (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2020)

En América Latina, las mujeres están adoptando la tecnología para superar barreras sociales de sus comunidades. En las colectividades, donde las mujeres poseen acceso a teléfonos móviles y redes sociales se genera una transmisión de conocimientos, además, se promueve sus productos artesanales y participan en diálogos sobre derechos y sostenibilidad, aunque enfrentan desafíos, la tecnología les brinda la oportunidad para expresarse libremente (Ramírez, 2021).

A través de iniciativas digitales o plataformas online, buscan participar en diálogos y foros inscritos en redes sociales como Facebook, Instagram, Tik Tok, entre otras plataformas, demostrando así, que el empoderamiento femenino va más allá de una simple protesta, sino que busca romper las barreras sociales a través de la tecnología y apropiarse de las nuevas plataformas digitales para generar una lucha que centra su dinamismo en la expansión de creencias y la disminución de la discriminación (Mena y Quinabanda, 2020).

A pesar de la falta de recursos tecnológicos ya sean por factores como la pobreza, la ubicación geográfica, entre otros, algunas mujeres en Ecuador han logrado acceder a internet y redes sociales, siendo esta la mejor arma para luchar por sus derechos, evitando que sus voces sean silenciadas a escala nacional (Figueroa, 2018).

La provincia de Cotopaxi es una de las 24 del Ecuador, se encuentra ubicada sobre la Cordillera de Los Andes, y está conformada por 7 cantones y 45 parroquias en total, de las cuales, 33 son rurales y 12 son urbanas. En el aspecto demográfico, Cotopaxi presenta un total 488.716 habitantes en su territorio, de los cuales 2,79% corresponden a pueblos y nacionalidades indígenas (GAD Parroquial Rural 11 de Noviembre, 2020).

En la provincia de Cotopaxi, la situación del acceso a Internet en el sector rural ha experimentado un deterioro significativo en los últimos meses, según los datos, en abril de 2023 se registraron 358,000 conexiones a Internet, lo que representa una reducción del 20,80% en comparación con septiembre de 2022, cuando se contabilizaron 452,000 conexiones, este decrecimiento pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las comunidades rurales, especialmente las mujeres, para mantenerse conectadas y acceder a las plataformas digitales, a pesar de la creciente penetración de Internet a nivel nacional, donde el 76% de los hogares rurales tienen acceso, la realidad en Cotopaxi refleja una brecha persistente en la infraestructura tecnológica disponible para estas poblaciones, esta situación ha limitado el uso de redes sociales por parte de las mujeres en estas zonas, afectando su capacidad para participar plenamente en las actividades digitales (Mentinno, Estados Digital, 2023)

El acceso a las redes sociales en Cotopaxi está estrechamente ligado a la infraestructura tecnológica disponible en la región, las áreas rurales de la provincia suelen enfrentarse a limitaciones en la conectividad a internet, con servicios de baja velocidad y cobertura móvil limitada. Esto restringe el acceso a plataformas digitales, especialmente en comunidades más alejadas de los centros urbanos. En muchos casos, los habitantes de estas áreas dependen de planes de datos móviles económicos y limitados, lo que afecta la frecuencia y calidad del uso de las redes sociales.

Las mujeres en las áreas rurales de Cotopaxi enfrentan desafíos adicionales debido a las normas culturales y las responsabilidades domésticas tradicionales. En muchas comunidades, las mujeres tienen menos tiempo y recursos para acceder a la educación y la tecnología, lo que amplía la brecha digital de género. Sin embargo, las redes sociales también ofrecen un potencial significativo para el empoderamiento de mujeres provenientes de rurales. Mediante plataformas como Facebook y WhatsApp, las mujeres pueden conectarse con otras personas, acceder a información útil sobre salud, educación y derechos, y participar en actividades económicas como la venta de productos artesanales o agrícolas (Acosta, 2017).

Con respecto al ámbito educativo, la provincia de Cotopaxi presenta un alto índice de analfabetismo, el sector de salud registra mayor inversión, sin embargo, varios servicios básicos son limitados en este sector del país, según la encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo – ENEMDU (2018), el porcentaje de personas analfabetas de Cotopaxi bordea el 12,06%, mientras que, la tasa de empleo global de la zona bordea alrededor del 97,90%, la pobreza por necesidades básicas no resueltas tiene un porcentaje del 25,90% (GAD Parroquial Rural 11 de Noviembre, 2020).

La pobreza puede ser una de las principales desventajas para las mujeres, se relaciona con muchas otras problemáticas, entre ellas la falta de acceso a recursos tecnológicos, es muy probable que una mujer que nace en pobreza crezca y muera sin tener mayor conocimiento sobre dispositivos informáticos y acceso a internet. Las mujeres por el hecho de ser pobres se encuentran alejadas a los servicios básicos, la distancia que se refleja del sector en el que viven a los poblados cercanos es evidente, sufren de explotación laboral, manteniendo ingresos económicos bajos, poseen nulas posibilidades académicas, y son violentadas por los estereotipos instaurados en la sociedad en torno al género, clase social y normas comunitarias (Patiño, 2023).

Es necesario destacar que, la población opta por acciones acordes a sus medios y es probable que estos recursos, con frecuencia limitados, sean desde luego menos efectivos. Las mujeres rurales, si bien no lograron superar la pobreza que marcó su etapa infantil, han tenido la posibilidad de acceder al internet, principalmente en celulares. De este modo han podido tomar un rol cada vez más protagónico en sus comunidades y demandar mejores condiciones a través de su participación en espacios sociales digitales (Pérez, 2018).

Por otro lado, haciendo énfasis en los medios de comunicación y la construcción de estos en las identidades el enfoque planteado por Martín-Barbero (1987) aborda los procesos socioeconómicos que han moldeado la identidad regional latinoamericana, en su análisis, destaca que la modernización en América Latina ha sido un proceso desigual, influenciado por la discrepancia entre el Estado y la nación, la integración de la clase trabajadora a través de movimientos sociales y la urbanización, y el rol central de los medios de comunicación como agentes políticos e ideológicos, estos medios han sido cruciales en la construcción de una identidad regional, como se observa en la inclusión del cine mexicano, el radioteatro argentino y la música afrobrasileña en el discurso cultural, así como en el uso estratégico de los medios por parte de los movimientos de izquierda (Martín-Barbero, 1987).

En este marco de referencia, Martín-Barbero (2004) también resalta la transnacionalización de los medios de comunicación en América Latina, donde la democracia se presenta como el eje central de la modernidad, sin embargo, este proceso ha llevado a la homogeneización de los medios, eliminando las relaciones de clase, los conflictos sociales y la discriminación étnica en su representación, los medios se han convertido en herramientas cuantitativas de éxito, dominadas por la televisión y la privatización de la radio, y promoviendo un desarrollo alineado con la hegemonía mediática global (Martín-Barbero, 2004).

Finalmente, con la aparición de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs), las clases populares comenzaron a integrarlas en su vida cotidiana, lo que, según Martín-Barbero (1987), ha generado un doble efecto: por un lado, estas tecnologías promueven la homogeneización, pero, por otro, se convierten en instrumentos de liberación cuando son utilizadas de manera universal, los medios de comunicación han adquirido un rol preponderante en la configuración de problemas sociales y en la agenda pública, consolidándose como el “cuarto poder” del Estado, no obstante, la concentración de la propiedad de los medios y la centralización del discurso limitan la libertad de expresión, restringiendo el debate público y afectando gravemente la democracia al reducir la diversidad de ideas e información en la sociedad (Martín-Barbero, 2015).

En este contexto, la problemática de la investigación está vinculada con las percepciones y experiencias de las mujeres de la parroquia rural 11 de Noviembre respecto al rol de las redes sociales digitales como canales que son susceptibles de facilitar o limitar la expresión de sus aspiraciones. Se parte del supuesto de que estas mujeres presentan una participación reducida en el ámbito social, enfrentándose a la discriminación tanto social como cultural, las costumbres y tradiciones son factores que podrían limitar el progresivo reconocimiento de las mujeres. Además, el acceso limitado a Internet y las redes sociales probablemente circunscribe su capacidad de expresión a sus familias y comunidades.

El objetivo general de esta investigación se enfoca en examinar las percepciones y experiencias de las mujeres de la parroquia rural 11 de noviembre sobre el papel que cumplen las redes sociales en la expresión de sus voces. La parroquia

se encuentra en el cantón Latacunga, provincia de Cotopaxi, ubicada en la región andina de Ecuador. La presencia de población indígena es cercana a un 7%. En el ámbito educativo, la parroquia presenta un alto índice de alfabetismo, el 87% de la población sabe leer y escribir. (GAD Parroquial Rural 11 de Noviembre, 2020).

El interés es explorar cómo estas plataformas digitales son susceptibles de potencializar la expresión de sus experiencias, de promover la igualdad de género mediante la exposición y visibilización de sus necesidades. Los objetivos específicos están orientados a: 1) identificar los patrones de continuidad y cambio que identifican las mujeres de la parroquia 11 de Noviembre en relación con la llegada, adopción y consolidación de las redes sociales digitales en los últimos cinco años; y, 2) Identificar cómo perciben y experimentan las oportunidades, restricciones y desafíos del uso de las redes sociales digitales como medio de expresión y representación en línea.

Metodología

Esta investigación recurrió a un enfoque cualitativo, el cual partió de la recolección bibliográfica de información. El enfoque cualitativo permitió explorar y comprender las subjetividades del fenómeno investigado. El equipo empleó un diseño no experimental de tipo transversal, de nivel exploratorio descriptivo, puesto que, se analizó y observó a profundidad el contexto en el que se desarrolla o ejecuta un fenómeno para obtener información relevante que sustente a la investigación.

La población de estudio fueron las mujeres que habitan en la parroquia rural 11 de Noviembre, ubicada en el cantón Latacunga. El muestreo fue de carácter intencional, es decir, dependió de unos criterios de selección establecidos por el equipo: a) mujeres vinculadas a la parroquia 11 de Noviembre, b) mujeres de un rango de edad de entre 18 – 65 años, c) mujeres que tengan acceso a la tecnología; y, e) mujeres que pertenezcan a organizaciones sociales. Las técnicas que se aplicaron para resolver los objetivos de investigación fueron la entrevista semiestructurada, donde participaron 13 mujeres; y, en el grupo focal, participaron 9 mujeres. En la Tabla 1 se muestran mayores detalles de las participantes en la entrevista semiestructurada.

Tabla N° 1.

Datos de las mujeres participantes en la entrevista semiestructurada

Categoría

Estado civil

RRSS

Preferidas

Etnia

Motivos de uso dee RRSS

Estudiantes (2)

solteras

Facebook Instagram

TikTok

Twitter

Youtube

WhatsApp

Mestizo

Entretenimiento, comunicación personal.

Empleadas (6)

divorciada (1)

solteras (2)

casadas (3)

Facebook

TikTok

WhatsApp

Twitter

YouTube

Instagram

Mestizo

Comunicación personal, entretenimiento, educación, información sobre eventos comunitarios, activismo social o político.

En la Tabla 2 se presenta información relevante sobre las participantes en la técnica del grupo focal.

Tabla N° 2.

Datos de las mujeres participantes en el grupo focal

Amas de casa (4)

divorciada (1)

unión libre (2)

casada (1)

Facebook

TiktTok

WhatsApp

Twitter

YouTube

Instagram

Mestizo

Comunicación personal, información sobre eventos comunitarios, educación, entretenimiento.

Autónomo (1)

unión libre

Facebook

Instagram

TikTok

Twitter

YouTube

WhatsApp

Mestizo

Comunicación personal, activismo social político.

Categoría

Ocupación

RRSS

Preferidas

Etnia

Dispositivo para acceso a internet

2 menores de 18 años

Estudiantes

Instagram

TikTok

Twitter

YouTube

WhatsApp

Mestizo

Teléfono móvil

Computadora de escritorio

Laptop

2 de 18 a 25 años

Desempleado

Estudiante

Facebook

Instagram

TikTok

Twitter

YouTube

WhatsApp

Mestizo

Teléfono móvil

Laptop

2.1. Validez y fiabilidad de los instrumentos:

Los instrumentos empleados tanto para la entrevista semiestructurada, como para el grupo focal fue una guía de preguntas vinculada a los objetivos de la investigación. Para asegurar la validez y confiabilidad, se elaboraron un conjunto de preguntas semiestructuradas, diseñadas para obtener información relevante de los participantes. Posteriormente, con el objetivo de fortalecer la robustez del instrumento, se recurrió a un método basado en el juicio de expertos, a quienes se les envió una matriz donde evaluaron la claridad, coherencia y relevancia de los ítems del instrumento [guía de preguntas]. Se trabajó con el coeficiente de validez de contenido (CVC) de Hernández-Nieto (2002), que tiene como objetivo evaluar el grado de acuerdo entre los expertos. El CVC obtenido fue de 0.90, cuya valoración es excelente. Estos expertos proporcionaron retroalimentación detallada y recomendaciones constructivas, sus aportes fueron esenciales para refinar las preguntas del instrumento, garantizando así que este sea tanto válido como confiable para la investigación.

2.2. Métodos para el procesamiento y análisis de los datos

El método que se empleó para el procesamiento de información y análisis de datos es el manual, puesto que, la información se transcribió en el computador para, posteriormente, analizar las respuestas obtenidas a las interrogantes de carácter abierto. Se empleó Microsoft Excel por ser una herramienta reconocida y empleada frecuentemente en este tipo de investigaciones dada su utilidad en el análisis de datos y la creación de gráficos estadísticos. Además se usó Word para transcribir la información obtenida de las entrevistas realizadas a los participantes.

2.3. Consideraciones éticas

Al aplicar los instrumentos de investigación se reconoció la importancia de respetar los principios fundamentales que guían la investigación y el trabajo académico, por tanto, se fomentó el respeto a las personas que conforman la comunidad rural. Es importante destacar y mencionar que los participantes no fueron cuestionados y mucho menos juzgados a la hora de recabar información acerca de la situación de las mujeres en el sector. Por otro lado, se tomaron medidas para garantizar la confidencialidad y protección de datos tales como: a) la información proporcionada para la comunidad fue utilizada netamente en la investigación y no fue difundida a ninguna otra persona que no forme parte de la investigación;

2 de 36 a 45 años

Empleado

Autónomo

Facebook

Instagram

TikTok

Twitter

YouTube

WhatsApp

Mestizo

Teléfono móvil

2 de 46 a 55 años

Amas de casa

Facebook

Instagram

TikTok

Twitter

YouTube

WhatsApp

Mestizo

Teléfono móvil

b) se pidió permiso a los participantes para que la información brindada sea de carácter público, aunque se garantizó el anonimato a la hora de exponer extractos del trabajo de campo, c) las interrogantes planteadas fueron vinculadas netamente al tema investigativo, no se incluyeron preguntas fuera de este.

Resultados

Esta sección se ha organizado en función de las dimensiones de esta investigación, es decir, se exponen los resultados vinculados a: 1) patrones de continuidad y cambios que identifican las mujeres de la parroquia 11 de Noviembre en relación con la llegada, adopción y consolidación de las redes sociales digitales en los últimos cinco años; y, 2) percepciones y experiencias sobre las oportunidades, restricciones y desafíos del uso de las redes sociales digitales. Con respecto a la primera dimensión, es importante señalar que una idea convergente fue que la llegada de las redes sociales digitales ha roto las barreras geográficas y de aislamiento que históricamente han caracterizado a estas comunidades.

Al indagar los patrones de continuidad y transformación un elemento que emergió fue que, a través de plataformas como Facebook, WhatsApp e Instagram, los habitantes rurales consideran que han ganado acceso inmediato a información global, noticias, oportunidades educativas y laborales, así como a servicios de salud y asesoramiento. Esta conectividad ha permitido un flujo bidireccional de información, donde no solo se recibe, sino que también se comparte la realidad y las experiencias rurales con el mundo exterior.

La llegada de los primeros teléfonos móviles es recordada como un episodio que no incluyó a toda la comunidad, dado que por los costos e infraestructura fue bastante restringida. “La tecnología llegó a la parroquia con los primeros Nokias grandes. Al principio solo había acceso a internet en el colegio” (E.P., comunicación personal, junio 2024).

Desde una perspectiva generacional, los resultados ponen de manifiesto las transformaciones que se dieron con la presencia y aparición de la tecnología en la vida cotidiana: “Antes, la gente se comunicaba de gritos y se escuchaban, ahora prefieren el internet y eso ha disminuido la interacción cara a cara” (V.S., comunicación personal, junio 2024). Antes de la era del internet, la comunicación interpersonal se realizaba principalmente a través de encuentros cara a cara, estas formas de interacción permitían una conexión profunda y personal, con la posibilidad de interpretar señales no verbales como expresiones faciales y tono de voz. Con la llegada del internet, las plataformas digitales como el correo electrónico, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea han ganado predominancia, ofreciendo formas de comunicación que son a menudo más rápidas y convenientes, pero que también pueden carecer de la riqueza emocional de la comunicación cara a cara.

En el análisis de la incidencia de las redes sociales en la vida comunitaria, se observó que han tenido impacto en las relaciones interpersonales en la parroquia. Una entrevistada recordó: “Antes, todos se conocían personalmente y mantenían una comunicación directa. Ahora, las redes sociales han disminuido ese contacto” (V. S., comunicación personal, junio 2024). Otra añadió: “Antes, todos se conocían por sus nombres y apellidos. Ahora, aunque tengamos a alguien en Facebook, no necesariamente sabemos quién es realmente” (M.P., comunicación personal, junio 2024). Otro de los aspectos que ha transformado ha sido la comunicación con familiares que se encuentran en distintos lugares del país: “Desde que tengo acceso a internet, puedo comunicarme con mi hermana que vive en otra ciudad y mantenerme informada sobre noticias importantes” (M.P., comunicación personal, junio 2024).

Un factor que emerge como un punto de inflexión sobre la presencia y alcance de las redes sociales digitales fue la pandemia por COVID19: “Durante la pandemia tuvimos que pedir internet en la casa de mis abuelitos para seguir estudiando de manera virtual” (M.P., comunicación personal, junio 2024). La pandemia intensificó el aislamiento de las parroquias rurales con poca conectividad a internet, las medidas de confinamiento y distanciamiento social limitaron la movilidad y el acceso a servicios esenciales, exacerbando la sensación de aislamiento: “El internet fue una necesidad durante la pandemia para mantenernos en contacto con la familia y continuar con los estudios” (M.P., comunicación personal, junio 2024).

El acceso a redes sociales durante la pandemia les permitió mantenerse comunicados y estar al tanto de las noticias, aunque también el trabajo de campo puso de manifiesto la idea de una sobreexposición a información, a veces falsa, lo cual es susceptible de provocar ansiedad: “Durante la pandemia, las redes sociales fueron una distracción, pero también

me llenaban de miedo por la crisis sanitaria” (M.P., comunicación personal, junio 2024).

Por otro lado, en relación con el segundo objetivo planteado que se centra en identificar cómo perciben y experimentan las oportunidades, restricciones y desafíos del uso de las redes sociales digitales como medio de expresión y representación en línea, se obtuvo los siguientes resultados: las mujeres, a menudo, enfrentan múltiples barreras que dificultan su acceso y uso efectivo de internet, la conectividad limitada en muchas zonas rurales significa que el acceso a internet puede ser lento o intermitente, lo que reduce la posibilidad de utilizarlo de manera eficiente: “La señal es un poco débil pese a que se tiene internet en la casa o datos” (L.G., comunicación personal, junio 2024).

Además, la falta de alfabetización digital es un obstáculo significativo, muchas mujeres no han recibido la educación necesaria para navegar en línea, lo que las coloca en una posición de desventaja en comparación con quienes tienen más experiencia y conocimientos en tecnología: “La falta de conocimiento, en lo rural la gente se queda, no porque no pueden sino porque no hay gente que nos enseñe” (V.S., comunicación personal, junio 2024). En efecto, el desconocimiento de una educación digital les impide manejar de manera adecuada las redes: “Nos gustaría aprender más sobre cómo usar las redes sociales para nuestros negocios, pero no sabemos a quién pedir ayuda” (A.F., comunicación personal, junio 2024).

La preocupación por los limitados conocimientos es debido a que ven en las redes una posibilidad de crecimiento y, pese a las dificultades, destacan patrones de ruptura con respecto a las formas pasadas de trabajo. Específicamente se valora a las redes como una plataforma importante en el contexto de la pandemia: “Las redes sociales me han permitido aprender sobre maquillaje, lo que luego convertí en una fuente de ingresos” (M. S., comunicación personal, junio 2024). Otro ejemplo concreto es el caso de las mujeres emprendedoras que, mediante plataformas como Instagram, pueden mostrar y vender sus productos artesanales a nivel nacional e internacional: “Antes, era difícil vender mis productos fuera de la comunidad. Ahora, con Facebook e Instagram, he encontrado clientes en la ciudad y más allá” (V.S., comunicación personal, junio 2024).

Las redes sociales también han facilitado la creación de redes de apoyo y colaboración entre féminas emprendedoras, a través de grupos y comunidades en línea, las mujeres pueden intercambiar experiencias, consejos y recursos, lo que les permite enfrentar desafíos comunes de manera más efectiva: “la feria de la mata a la olla, inmersa solo mujeres, desde que vino la pandemia, por ejemplo, las mujeres campesinas que tienen lo nuestro estaban vendiendo por internet” (R.P., comunicación personal, junio 2024). Estos espacios virtuales también pueden servir como plataformas para el aprendizaje y el desarrollo profesional, ofreciendo acceso a capacitaciones, talleres y recursos educativos que antes no estaban disponibles en sus comunidades: “sacan talleres como por ejemplo para emprendimientos o sea así en línea, o también talleres de, de cursos de uñas, así de todo eso entonces en línea también es bueno” (A.M., comunicación personal, junio 2024).,

En relación con el uso de las redes sociales para levantar la voz de las mujeres en la parroquia se determinó que, las mujeres rurales a menudo viven en comunidades donde las normas sociales y culturales limitan su participación en la vida pública y la toma de decisiones: “nosotros como mujeres también compartimos nuestras ideas y como cualquier otra persona somos criticadas, por el mero hecho de ser mujeres” (B.M., comunicación personal, junio 2024)., sin embargo, a través de las redes sociales, estas mujeres están encontrando nuevas formas de expresar sus opiniones y compartir sus experiencias.

Plataformas como Facebook, WhatsApp e Instagram les permiten comunicarse más allá de los confines de sus comunidades, conectar con otras mujeres y amplificar sus voces sobre temas que les importan, como la igualdad de género, la educación, y los derechos de las mujeres: “pienso que las redes sociales bien aplicadas funcionan muchísimo para levantar la voz en cuanto a la voz de las mujeres, a través de marchas, de manifestaciones las mujeres nos hemos dejado oír, pero el avance, la amplitud de la comunicación en las redes sociales facilita mucho la expansión del pensamiento a favor de los derechos de las mujeres” (C.S., comunicación personal, junio 2024).

A nivel comunitario, las redes sociales han transformado las relaciones interpersonales. Antes, la comunicación directa y personal era la norma, pero ahora las interacciones a través de plataformas digitales han reemplazado gran parte de ese contacto, dando lugar a relaciones probablemente más superficiales. Como equipo, asumimos que, aunque las redes sociales han facilitado la conexión con comunidades más amplias y han hecho visibles los problemas locales, también han disminuido la familiaridad y la cercanía entre los miembros de la comunidad.

Esta investigación reveló como una de las diversas posibilidades de las redes sociales digitales, su uso para la generación

e impulso de nuevas formas de trabajo, lo cual trae consigo el descubrimiento y consolidación de habilidades en las mujeres, esto coincide con los hallazgos de Vega y Hernández (2020), quienes destacaron que “las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para el empoderamiento económico de las mujeres rurales, permitiéndoles acceder a nuevos mercados y redes de apoyo” (p. 78), de modo que, este tipo de exposición ha permitido que sus emprendimientos no solo sobrevivan, sino que prosperen al atraer clientes interesados en productos únicos y hechos a mano. Tales transformaciones son un claro ejemplo de cómo la tecnología puede impactar la vida diaria. Por un lado, abre posibilidades de aprendizaje y generación de ingresos; y, por otro lado, pueden contribuir a una sobreexposición de información de diferente tipo.

A pesar de los beneficios, la conectividad sigue siendo un desafío crítico; algunas mujeres aún enfrentan barreras importantes para acceder a Internet y a dispositivos tecnológicos apropiados, ya que persiste la brecha digital, como lo indican Álvarez y Núñez (2019): “Las desigualdades en el acceso a tecnologías de la información y la comunicación siguen siendo un obstáculo importante para la plena participación de las mujeres rurales en las redes sociales digitales” (p. 55).

En esta investigación se encontró que las mujeres que lograron superar estas barreras reportaron mejoras significativas en su acceso a la información y en la comunicación con familiares y amigos., lo cual lo corrobora Rodríguez y Morales (2021), quienes afirmaron que “el acceso a internet permite a las mujeres rurales mantenerse informadas y conectadas, mejorando su calidad de vida y su participación social” (p. 102). Durante la pandemia, el internet se convirtió en una herramienta esencial para mantener el contacto con la familia y continuar con los estudios. Aunque también se revelaron temores frente a la probable reducción de la comunicación directa.

El estudio también revela que la falta de alfabetización digital es un obstáculo importante, porque muchas mujeres rurales carecen de las habilidades necesarias para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrecen las redes sociales. Pérez y García (2021) plantean que “la capacitación en competencias digitales es crucial para que las mujeres rurales puedan utilizar eficazmente las redes sociales y otras tecnologías” (p. 60). En este sentido, es necesario el diseño e implementación de programas de formación específicos, tal requerimiento es expuesto en el estudio realizado por Mendoza (2021), quien sostiene que “la implementación de programas de alfabetización digital en comunidades rurales es esencial para cerrar la brecha digital y promover el uso efectivo de las redes sociales” (p. 90).

Las redes sociales han demostrado ser una herramienta valiosa para el empoderamiento y la visibilidad de las mujeres rurales, ofreciéndoles nuevas oportunidades económicas y una plataforma para compartir sus voces. En efecto, el acceso a las redes sociales empodera a las mujeres rurales no solo al darles una voz, sino también al proporcionarles herramientas para el cambio, al conectarse con otras mujeres y organizaciones, pueden acceder a recursos educativos, compartir conocimientos, y aprender nuevas habilidades. Este empoderamiento digital es un catalizador para la transformación social, ya que permite a las mujeres rurales desafiar las normas tradicionales, participar activamente en sus comunidades y contribuir al desarrollo de sus sociedades.

No obstante, aún quedan desafíos importantes en términos de conectividad y educación digital. Abordar estos desafíos requiere una combinación de inversiones en infraestructura tecnológica y programas de capacitación digital teniendo en cuenta las particularidades de las zonas rurales. Hacerlo garantizará que todas las mujeres rurales, independientemente de su ubicación, puedan beneficiarse plenamente de las oportunidades que ofrecen las redes sociales. Las redes sociales han sido fundamentales para abrir nuevas oportunidades de mercado para las mujeres en las parroquias rurales. Antes de la era digital, las mujeres empresarias de las zonas rurales a menudo enfrentaban dificultades para llegar a clientes potenciales fuera de sus comunidades locales debido a la falta de infraestructura y recursos.

Las redes sociales, como Facebook, Instagram y WhatsApp, han permitido a estas mujeres promocionar sus productos y servicios a una nueva audiencia sin necesidad de costosas infraestructuras físicas. Este acceso a un mercado más amplio abre posibilidades de crecimiento que, a pesar de todas las limitaciones, hubieran sido impensables en tiempos pasados..

Conclusiones

La investigación ha permitido examinar las percepciones y experiencias de las mujeres de la parroquia rural 11 de Noviembre sobre el papel de las redes sociales digitales. Se identificaron varios patrones de continuidades y rupturas en el uso de estas plataformas durante el último lustro, destacándose una adopción progresiva de la tecnología que ha

facilitado tanto la comunicación como el acceso a la información. Sin embargo, esta adopción no ha estado exenta de desafíos, especialmente en términos de conectividad y acceso a dispositivos tecnológicos.

El acceso a las redes sociales empodera a las mujeres rurales no solo porque les proporciona un espacio para exponer sus voces, sino porque les brinda herramientas para el cambio. Al conectarse con otras mujeres y organizaciones, se posibilita el acceso a recursos educativos, compartir conocimientos y aprender nuevas habilidades. Este empoderamiento digital es un catalizador para la transformación social, ya que permite a las mujeres rurales desafiar las normas tradicionales, participar activamente en sus comunidades y contribuir al desarrollo de sus sociedades.

La investigación destaca la urgente necesidad de abordar la brecha digital que afecta a las mujeres rurales y que les impide participar plenamente en las redes sociales y, por tanto, limita sus posibilidades de empoderamiento y oportunidades económicas. Identificar y superar barreras específicas en el acceso a la tecnología e Internet es necesario para mejorar su inclusión digital, ya que su uso y acceso ha demostrado ser un recurso valioso para promover el empoderamiento económico, permitiendo a las mujeres rurales acceder a nuevos mercados y generar ingresos. También ha facilitado el acceso a información valiosa y talleres que de una forma u otra contribuyen a su conocimiento.

Finalmente, estas plataformas digitales cumplen un papel fundamental en la creación de redes de solidaridad y apoyo. Esto puede ayudar a mitigar el aislamiento social y físico, promoviendo comunidades más fuertes. En este contexto, es vital continuar investigando y diseñando acciones y estrategias que promuevan el acceso de las mujeres rurales a las redes sociales digitales.

Declaración de financiamiento:

Este artículo forma parte del Proyecto de Investigación “Dinámicas familiares en contextos andinos rurales: tensiones, desafíos y estrategias en el cantón Latacunga”, iniciativa financiada de la Facultad de Ciencias Sociales, Artes y Educación de la Universidad Técnica de Cotopaxi. Además, es parte del Grupo de Investigación “Perspectivas Comunicacionales Críticas desde Cotopaxi”, de la carrera de Comunicación.

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Contribución de los Autores

Contribución

Autores

Conceptualización

 (Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Curación de datos

(Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Análisis formal

(Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Adquisición de fondos

 (Lourdes Cabrera)

Investigación

(Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Metodología

 (Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Administración del proyecto

(Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Recursos

(Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Software

 (Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Supervisión

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Validación

 (Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Visualización

 (Lourdes Cabrera; Jenny Toaquiza, Patricia Jiménez)

Redacción - borrador original

((Lourdes Cabrera)