
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
EL TRABAJADOR SOCIAL COMO MEDIADOR FAMILIAR
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
El tradicionalismo es una era que ha sido muy difícil de superar
para la sociedad en general debido a que fue una de las
corrientes más estrictas, egocentrista y machista, esto surge
como la limitación principal que genera la mayoría de los
conflictos familiares, generando malestar en el hogar,
separación de cónyuges entre otros, debe ser indispensable
cambiar la forma de pensar de las personas y esto es lo que busca
la mediación familiar, claro en caso que se presente dichos
casos de tradicionalismo.
Cuando una persona presta sus servicios como mediadora
ambiguamente, los resultados no siempre son favorables, debido a
que no cuenta con los conocimientos necesarios para poder servir
como una persona mediadora, caso contrario con los trabajadores
sociales, los mismo que cursan por sus estudios para fortalecer
las destrezas, la agilidad en la toma de decisiones y en gran
parte para solucionar los problemas de la sociedad. El
trabajador social se prepara científicamente para resolver,
acordar o solucionar los problemas presentados en la comunidad.
Según Góngora (2016), la mediación familiar es “un proceso de
construcción y reconstrucción del vínculo familiar sobre los ejes
de la autonomía y de la responsabilidad de las partes afectadas
por un conflicto, en cuyo proceso interviene un tercero
imparcial”.
La intervención de un tercero imparcial que afirma Góngora, es la
intervención del trabajador social que efectúa su rol de mediador
familiar mediante la imparcialidad, enfocando sus ideas y
estrategias en buscar la manera idónea de resolver el conflicto,
tratando de reformar los vínculos familiares afectados por el
conflicto, para mejorar la estabilidad familiar mediante el
diálogo, la comunicación varios acuerdos o la manera en que las
partes afectadas crean posible solucionar el problema presentado.
2.- Estudio de casos: familias portovejenses afectadas por el
terremoto del 16 de Abril de 2016
El terremoto del 16 de abril, suscitado en Ecuador con una
magnitud 7,8 grados en la escala de richter y 20 km de
profundidad, que tuvo como epicentro Muisne, ubicado entre
Cojimíes y Pedernales afectó severamente unas seis provincias
entre ellas está la provincia de Manabí, específicamente en el
cantón Portoviejo provoco varios desmanes, y momentos de angustia
a su población. Es preciso mencionar que el Ecuador ha tenido 40
terremotos desde 1541. Algunos han sido el resultado del