
ReHuSo: Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales ISSN 2550-6587
INSTITUCIONES EDUCATIVAS INDÍGENAS
© Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales. Universidad Técnica de Manabí. Portoviejo, Ecuador.
para la comunidad indígena, sino para toda la población, en la
realidad heterogénea del Ecuador; pensar en modelos homogéneos de
educación en una sociedad marcada por la heterogeneidad es un
absurdo excluyente y colonizante. La administración comunitaria
de las escuelas responde a una sociedad de indios, con cultura
india, a mundos de vida interculturales, a experiencias sociales
plurinacionales. Homogeneizar en el caso ecuatoriano significa
ocultar, negar, esconder, alienar, la pertenencia al mundo
andino comunitario; implica una lógica totalmente diferente,
diversa, contradictoria, inclusive antagónica frente a las
necesidades modernizantes capitalistas impulsadas por los
aparatos estatales al servicio del sistema económico mundial. El
habitus del comunero indígena implica: prácticas comunitarias,
relaciones comunales y redes sociales de tipo familiar,
afectivas, cercanas, propias, implica una racionalidad asentada
sobre una cosmovisión particular.
Estos conceptos incompatibles, fueron no solo rechazados, sino
que fueron alienados, despreciados, destruidos; la carga de ser
conceptos indígenas, comunitarios, no estatales, implicaba quizá
una crítica demasiado ácida para un sistema de dominación
capitalista, y no se podía dar el lujo, la estructura de
dominación, de aceptarlos, de incluirlos, de absorberlos, era
necesario eliminarlos, desaparecerlos, y en este fin recurrieron
a la forma más aséptica, más biopolítica, en lugar de destruir a
las comunidades indias de manera material, comenzaron a
asfixiarlas de manera simbólica. En lugar de ríos de sangre que
corran ríos de colonialidad, en lugar de despedir a los maestros
indios, era necesario domesticarlos, someternos, vaciarlos,
enajenarlos, quitarles toda la dignidad que habían alcanzado,
devolverles a la condición de servidumbre, pero ahora ya no de la
hacienda, sino de un Estado disciplinario, tratando de someter a
una sociedad que se desborda, a una sociedad que por heterogénea
no puede ser fácilmente sometida al nuevo control biopolítico.
Una sociedad ingobernable, crítica, que no puede ser fácilmente
domesticada, y no puede serlo, por diversa, por inestable, por
compleja, por no adaptable, y jamás el poder pudo contemplar
esto, desde la esfera de la tecnocracia absorta en datos y
cifras, nunca se pudo desarrollar una administración coherente
con la práctica escolar.
Hay dos problemas básicos en los intentos actuales de
elaborar una sociología coherente de la organización
escolar. Primero, ha sido permanente el fracaso en reconocer
la peculiar naturaleza de las escuelas como organizaciones.
Segundo, como señalamos, existe una total carencia de
investigaciones básicas sobre los aspectos organizativos de
la vida escolar. Es evidente que estos dos problemas están